Los querellantes se refieren específicamente al accidente ocurrido el pasado jueves 29 de septiembre, en el Kilómetro 9, en donde perdió la vida el guía turístico Grigoberto Guerrero Ospina, al estrellarse el vehículo en el que éste se transportaba en compañía de otras personas.
Guerrero Ospina, quien ocupaba el puesto trasero del automotor, fue el único muerto en el percance, que ocurrió cuando, al parecer, el conductor perdió el control en una curva pronunciada, se salió de la vía y fue a parar a una zona enmontada.
Es esto precisamente lo que preocupa a líderes comunales como José Eleuterio Rodríguez Cardales, representante de las comunidades afrodescendientes de Barú, quien asegura que el accidente de Grigoberto Guerrero no es el primero que ocurre en esas curvas, pues ya antes habían acaecido otros tres, pero éste último fue el más fatal.
Rodríguez Cardales dice que las curvas más peligrosas son el Kilómetro 9 y el Kilómetro 12, pues semejan ángulos rectos, lo cual no permite la visibilidad de los conductores que viajan en ambos sentidos de la vía, efecto que facilita cualquier siniestro, sobre todo de noche.
Según el dirigente comunal, “en agosto del año pasado le transmitimos esta preocupación a la Oficina de Valorización Distrital, y nos dijeron que ya los rediseños estaban listos, pero hasta el momento no se ha visto ningún intento de trabajo”.
Más adelante agregó que “ya estamos enterados de que un finquero adinerado se opone a que rediseñen las curvas, porque un buen pedazo tendría que intervenir sus propiedades, lo que nos parece un despropósito, porque uno de los acuerdos establecidos con la obra dice que el interés particular no puede primar sobre el de la comunidad”.
Casa en mal estado
Por su parte, Gina Pérez Rodríguez, presidente de la Junta de Acción Comunal de Santana, resaltó que otra de las conversaciones que se han sostenido con Valorización y con el Consorcio Isla de Barú se refiere a la reparación de 40 casas entre Ararca y Santana que resultaron resquebrajadas con las maquinarias que iniciaron la construcción de la vía, “pero eso tampoco se está tomando en cuenta. Esas familias temen que sus casas les caigan encima, pero nadie se digna a repararlas o indemnizarlas”, manifestó.
Igualmente, la líder comunal comentó que ha quedado en suspenso la construcción de una calle-canal en el sector El Polideportivo, pues el box coulvert que se construyó en ese sector en aras de dirigir las aguas pluviales hacia la Ciénaga Las Salinas no ha sido suficiente para el volumen que baja de los cerros, lo que ha producido una laguna permanente en medio de la vía y cerca de la Urbanización Altos de Santana.
José Eleuterio Rodríguez anotó que “ya nos comunicaron que se está a la espera de que la alcaldesa Judith Pinedo apruebe el presupuesto que se necesita para la reconstrucción del box coulvert y la construcción de la calle-canal. Lo que no sabemos es cuándo se dará esa aprobación para que las lluvias no nos sigan inundando”.
El punto crítico
Iván Caraballo Cortés, otro de los moradores, llamó la atención respecto a que en el sector conocido como La Playeta, en donde se había abierto, entre manglares y ciénaga, un tramo de la carretera, “el agua se está tragando gran parte de la obra, con las consecuencias del impacto ecológico que eso significa”.
Por su parte, el gerente del Consorcio Vial Isla de Barú, Aníbal Avendaño, indicó que la firma a su cargo a puesto insistentemente señales en las curvas de la vía, pero las comunidades las destruyen, a parte de que algunos conductores manejan a 80 y 90 kilómetros por hora, cuando lo máximo es 70.
“Eso lo hacen ahora que la vía está sin asfaltar. No queremos imaginar lo que suceda cuando tenga asfalto y algunos nativos sigan destruyendo las señales”, agregó.
En cuanto a la construcción de la calle-canal en el sector El Polideportivo, dijo que Valorización ya tiene los diseños y el presupuesto para tal obra, “y nosotros estamos esperando a que ellos la inicien”.
Se refirió también a las casas en mal estado, expresando que en estos momentos un grupo de trabajadoras sociales está recogiendo información entre los afectados para saber qué tan grave es el estado de cada inmueble y si esos daños corresponden verdaderamente al impacto de la obra, para posteriormente proceder con las soluciones.
Dijo que el sector La Playeta es el punto crítico de la obra por las implicaciones ecológicas que contiene.
“Por eso explicó, la Universidad de Cartagena está adelantando unos estudios, cuyos resultados enviará al Ministerio del Medio Ambiente, ente que determinará cuál es la solución vial más adecuada para ese sitio”.
Los dirigentes comunales consideran que la construcción de la vía de Barú que arranca desde el sector Bajaire, a orillas del Canal del Dique, y termina en el sector La Playeta, que deberá cubrir a Barú Santana y Ararca en 32.5 kilómetros, no ha avanzado todo lo que se esperaba.
El costo de tal proyecto ronda los más de 60 mil millones de pesos.
Cartagena
Nativos de Barú no quieren más muertes en su carretera
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