El primero de agosto entra a funcionar en el barrio Canapote la primera clínica en Cartagena especializada en la recuperación de menores de edad con problemas de adición a las drogas y falencias psiquiátricas.
El centro será operado por la fundación Niños de Papel y cuenta con 30 camas y atención disciplinar para jóvenes que apenas están iniciando en la farmacodependencia y para otros que ya estén en una condición avanzada.
El cuidado que se les brindará será focalizado en tres aspectos: el primero será ambulatorio para los menores que estén iniciando; el segundo, clínico; para paciente con un alto consumo y el tercero, terapéutico; para pacientes que requieran de un tratamiento más extenso, el cuál podría ir desde un mes hasta cuatro meses y más, según la evolución del joven.
“Esta se convierte en la primera clínica de la Costa Caribe colombiana especializada en la atención de menores de edad con problemas de droga. Brindaremos una atención personalizada porque entendemos que cada individuo es único y por tanto el tratamiento que le puede servir a uno, quizás no le sirva a otro”, comentó el sacerdote Manuel Jiménez Tejerizo, presidente nacional Niños de Papel.
PROBLEMA GRAVE
El religioso calificó de grave la problemática social en Cartagena y enfatizó en que los flagelos de pandillismo y sicariato están minando la población infantil, con malas influencias.
“Los niños están empezando a consumir sustancias alucinógenas desde temprana edad. En nuestra experiencia hemos atendido a niños, desde los 7 años de edad”, precisó Jiménez.
La clínica se abre con el objeto de atender a menores de todos los estratos, en especial del 1, del 2 y del 3; por intermedio de las Empresas Prestadoras de Salud (EPS), toda vez que la farmacodependencia es una enfermedad como cualquier otra.
Jiménez aseguró que lo menos indicado en estos casos es discriminar al menor y hacerlo sentir culpable.
SÍ HAY SALIDA
“Hay que atacar la raíz del problema no al menor como tal. Son muchos ejemplos que nos dan una luz de esperanza para seguir trabajando en estos programas. De lo niños que hemos atendido en Cartagena puedo mencionar dos casos con satisfacción; uno que llegó a Niños de Papel cuando tenía trece años y hoy es médico y otro niño de 7 años, que una traba con boxer lo atropelló un carro, fracturándole las piernas. Hoy ese niño es un microempresario exitoso. Tiene una panadería de lujo”, expresó el sacerdote Manuel Jiménez Tejerizo.
La clínica trabajará de dos maneras: recibirá los pacientes que lleguen por cuenta propia al lugar y los que logren identificar a través de varios programas que la fundación tiene de contacto con menores en los colegios y comunidades. La idea es capacitar a líderes y a padres de familia para que tengan la capacidad de visualizar a los chicos con problemas y activar de inmediato la red de apoyo.
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