“A nosotros no nos socializaron el proyecto, tuvimos que hablar con el contratista para que nos indicara qué era lo que iban a hacer. En el contrato dice que es una reposición de las placas dañadas, pero tumbaron toda la vía y ahora pretenden eliminar los andenes. Esto no puede ser así”, es lo primero que dice Juan Carlos Ferro, presidente de la Junta de Acción Comunal del sector Central del Nuevo Bosque.
Junto a él, varios residentes del barrio impidieron que la semana pasada un camión de mezcla esparciera por la vía la placa para adecuar la carretera, esto porque notaron que en el lugar no iban a estar los andenes por donde debería caminar el peatón.
La vía de la que Juan Carlos se refiere es a la Transversal 54 del Nuevo Bosque que está siendo intervenida por el Sistema Integrado de Transporte Masivo (SITM), como plan de adecuación de las vías que hace parte del Conpes aprobado por el Gobierno Nacional, por $50 mil millones.
Dicha adecuación arrancó el 22 de agosto, pero según indicó Ferro, ni el contratista, ni el gerente de Transcaribe, Humberto Ripoll, llegaron al barrio a socializar los trabajos que iban a realizar.
“A nosotros nos tocó parar al contratista y pedirle que hiciéramos una reunión para así poder saber qué era lo que realmente iban a hacer y ahí manifestamos nuestro desacuerdo, pues sentimos que estas rutas alimentadoras no le sirven a toda la comunidad del Nuevo Bosque, pues solo beneficiarían a los del sector central o la primera etapa, pero dejan por fuera a los demás, incluyendo Bosquecito, San Isidro y otros barrios cercanos”, sentenció el presidente de JAC.
Según lo estipulado en el contrato de adecuación y lo que le contaron a los residentes del barrio, cada placa restaurada será de 380 metros de ancho, debido al tamaño de estos busetones, sin embargo, las escrituras de Nuevo Bosque indican que las placas deben tener 350 metros de ancho y un metro de andén.
“Siempre ha estado estipulado que así sea, que debemos tener nuestros andenes, pero ahora después de hablar con ellos y plantear nuestras ideas de que no permitiremos que eliminen los andenes, nos dijeron que dejarán unos de 45 centímetros. Pero esto no es todo, pues en una de estas zonas tenemos un andén de este pequeño tamaño con un poste de redes eléctricas en la mitad, lo que pone en riesgo la integridad de los transeúntes”, explicó el líder.
Por su parte un vocero de Transcaribe señaló que “la comunidad se está oponiendo a la ampliación del carril que, técnicamente, es necesario para el radio de giro de los buses. Sin embargo, ya acordamos que se dejará en las mismas condiciones de antes y desde ayer en la tarde se comenzó a fundir y serán 40 metros cuadrados. Para esta vía se rehabilitarán 6.856 metros cuadrados”.
Esto quiere decir que el operador de la ruta tendrá que maniobrar el vehículo para poder transitar por la zona sin chocar contra el andén que dejarán a un lado de la vía.
Los moradores del barrio en cabeza del señor Ferro, han estado analizando la ruta por donde transita dicho alimentador y señalan que muchos de los vecinos residentes en otras etapas no se verían beneficiados con Transcaribe, por lo que piden que no sea incluido.
“No necesitamos este sistema de Transcaribe en nuestro barrio, pues aquí somos alimentados por tres rutas de servicio público como lo son las de Cootransurb, Vehitrans y Campestre, todas nos llevan y nos traen del Centro y demás partes de la ciudad sin tener que ir hasta la Bomba del Gallo o Bomba El Amparo para llegar a nuestros destinos, en cambio con esta nueva ruta nos toca ir hasta allá, lo que hace que nuestra movilidad sea más lenta”, argumentó el presidente de junta, quien pide reunirse con Ripoll para explicarle que la ruta que destinaron no es la indicada para ellos.
A nosotros no nos socializaron el proyecto, tuvimos que hablar con el contratista para que nos indicara qué era lo que iban a hacer. En el contrato dice que es una reposición de las placas dañadas, pero tumbaron toda la vía y ahora pretenden eliminar los andenes. Esto no puede ser así”, es lo primero que dice Juan Carlos Ferro, presidente de la Junta de Acción Comunal del sector Central del Nuevo Bosque.
Junto a él, varios residentes del barrio impidieron que la semana pasada un camión de mezcla esparciera por la vía la placa para adecuar la carretera, esto porque notaron que en el lugar no iban a estar los andenes por donde debería caminar el peatón.
La vía de la que Juan Carlos se refiere es a la Transversal 54 del Nuevo Bosque que está siendo intervenida por el Sistema Integrado de Transporte Masivo (SITM), como plan de adecuación de las vías que hace parte del Conpes aprobado por el Gobierno Nacional, por $50 mil millones.
Dicha adecuación arrancó el 22 de agosto, pero según indicó Ferro, ni el contratista, ni el gerente de Transcaribe, Humberto Ripoll, llegaron al barrio a socializar los trabajos que iban a realizar.
“A nosotros nos tocó parar al contratista y pedirle que hiciéramos una reunión para así poder saber qué era lo que realmente iban a hacer y ahí manifestamos nuestro desacuerdo, pues sentimos que estas rutas alimentadoras no le sirven a toda la comunidad del Nuevo Bosque, pues solo beneficiarían a los del sector central o la primera etapa, pero dejan por fuera a los demás, incluyendo Bosquecito, San Isidro y otros barrios cercanos”, sentenció el presidente de JAC.
Según lo estipulado en el contrato de adecuación y lo que le contaron a los residentes del barrio, cada placa restaurada será de 380 metros de ancho, debido al tamaño de estos busetones, sin embargo, las escrituras de Nuevo Bosque indican que las placas deben tener 350 metros de ancho y un metro de andén.
“Siempre ha estado estipulado que así sea, que debemos tener nuestros andenes, pero ahora después de hablar con ellos y plantear nuestras ideas de que no permitiremos que eliminen los andenes, nos dijeron que dejarán unos de 45 centímetros. Pero esto no es todo, pues en una de estas zonas tenemos un andén de este pequeño tamaño con un poste de redes eléctricas en la mitad, lo que pone en riesgo la integridad de los transeúntes”, explicó el líder.
Por su parte un vocero de Transcaribe señaló que “la comunidad se está oponiendo a la ampliación del carril que, técnicamente, es necesario para el radio de giro de los buses. Sin embargo, ya acordamos que se dejará en las mismas condiciones de antes y desde ayer en la tarde se comenzó a fundir y serán 40 metros cuadrados. Para esta vía se rehabilitarán 6.856 metros cuadrados”.
Esto quiere decir que el operador de la ruta tendrá que maniobrar el vehículo para poder transitar por la zona sin chocar contra el andén que dejarán a un lado de la vía.
(Lea aquí: Transcaribe arranca obras en dos vías más de Cartagena)
Los moradores del barrio en cabeza del señor Ferro, han estado analizando la ruta por donde transita dicho alimentador y señalan que muchos de los vecinos residentes en otras etapas no se verían beneficiados con Transcaribe, por lo que piden que no sea incluido.
“No necesitamos este sistema de Transcaribe en nuestro barrio, pues aquí somos alimentados por tres rutas de servicio público como lo son las de Cootransurb, Vehitrans y Campestre, todas nos llevan y nos traen del Centro y demás partes de la ciudad sin tener que ir hasta la Bomba del Gallo o Bomba El Amparo para llegar a nuestros destinos, en cambio con esta nueva ruta nos toca ir hasta allá, lo que hace que nuestra movilidad sea más lenta”, argumentó el presidente de junta, quien pide reunirse con Ripoll para explicarle que la ruta que destinaron no es la indicada para ellos.
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