Esa sensación de nostalgia, incertidumbre y asombro que suele provocar la muerte de artistas famosos de esos que creíamos eternos, como Celia Cruz y Diomedes Díaz, es el mismo que embargó a muchos cartageneros en la noche del miércoles 5 de febrero.
Después de ver en el suelo uno de los árboles de caucho que le dan sombra al Centro Histórico, sobre la avenida Venezuela, seguía un “no lo puedo creer”.
Pero el dolor más intenso lo sintió Esteban Ortega a las 10:30 de la noche del miércoles, cuando ante las insistentes llamadas decidió abrir los ojos y contestar el celular: “Se cayó el palito de caucho”, le dijeron. No pudo seguir durmiendo.
Esteban es zapatero y tenía su puesto bajo la sombra del emblemático árbol. “Muchos no entienden mi dolor, pero es que este árbol me dio de comer toda la vida. Debajo de ese palito de caucho trabajé para educar y sacar adelante a mis dos hijos”, cuenta con voz entrecortada el hombre de 70 años que desde 1986 trabajaba en ese punto del Centro de la ciudad.
Pese a su dolor, que se transforma en lágrimas al final de esta entrevista, dice que le agradece a Dios porque el incidente fue en la noche, cuando ya no estaban él, el muchacho que vende minutos y los 4 o 5 clientes que se sientan mientras esperan que les arreglen sus zapatos.
“Normalmente llego a las 6:30 de la mañana, pero hoy llegué una hora antes. Aún no lo podía creer. Ahora me toca lo más duro, buscar a ver dónde me voy a poner”, dice Esteban, quien además no duda en señalar a los responsables: “Las autoridades. Más de un año sin podar este árbol que ya sabían que tenía las raíces débiles”, y tiene razón.
El ingeniero Leobardo Rocha Román, coordinador del Área de Flora del Establecimiento Público Ambiental (EPA), explicó qué fue lo que pasó con el árbol de caucho. Primero: hay un impacto en sus raíces, que están confinadas rodeadas de una mole de cemento que impide su desarrollo libremente. Segundo: es posible que por las malas prácticas de mantenimiento, específicamente la falta de poda, el árbol haya colapsado, cayendo del lado donde tenía el mayor peso.
“Hay que hacer el mantenimiento a todos los árboles del perímetro (...) este es un árbol de caucho bicentenario, importante para Cartagena para lograr la descontaminación ambiental, sobre todo en esta zona con alto flujo de vehículos”, dijo el funcionario.
La tesis de Rocha fue reafirmada por el director del EPA, Javier Mouthon, quien explicó que “el espacio que requieren las raíces fue confinado haciendo que el árbol no tuviera estabilidad en el suelo. Hubo al parecer una tala que no permitió que tuviera equilibrio, causando el desequilibrio del árbol, y por su propio peso este cedió”.
Según Mouthon lo que sigue es hacer un inventario de los árboles en espacio público, y comenzar a aplicar un manual que ya existe para mantenerlos, sobre todo teniendo en cuenta que “estos árboles tienen una estabilidad comprometida, en algunos casos haremos seguimiento especial a los del Centro y daremos un reporte una vez lo tengamos”.
Es costoso, pero aún hay una esperanza de recuperar el árbol de caucho. Así lo indicó el coordinador del Área de Flora del EPA.
“El árbol no tiene problemas fitosanitarios. Nuestro dictamen técnico es que podemos tratar de pararlo. Se necesitan bastantes recursos, pero puede rescatarse; esa es la sugerencia que tenemos en estos momentos”, dijo el funcionario.
Joel Barrios, comandante del Cuerpo de Bomberos, dijo que ya recibieron la buena noticia por parte del EPA, y que se están haciendo los cortes con la supervisión de la autoridad ambiental para permitir el rescate de este árbol.
Por su parte, el zapatero Esteban Ortega asegura que esta no es la primera vez que se cae y se logra rescatar este árbol.
“Ese palo de caucho ya se había caído y esa fue una rama que se sembró ahí, y creció muy bien”, dijo Esteban.
Ahora solo falta que se diga cuánto cuesta y de dónde saldrá la plata para rescatar lo que se cayó por falta de diligencia de las autoridades.
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