Los líderes cívicos del barrio Martínez Martelo pidieron al Gobierno Distrital la limpieza urgente del canal de aguas servidas que cruza por esa zona.
Se trata de un conducto que se inicia en las zonas altas de la Localidad 2, pero el tramo que corresponde a Martínez Martelo mide, aproximadamente, 400 metros, empezando desde la Avenida Crisanto Luque y terminando en la Ciénaga de las Quintas.
Noilys Alvis Rodríguez, presidenta de la Junta de Acción Comunal, dijo que la última vez que el Distrito limpió el canal fue hace más de un año, pero ahora se encuentra lleno de basuras, maleza y sedimento.
Además de la limpieza, la trabajadora cívica sostuvo que también es necesario ponerle plaquetas nuevas, ya que la mayoría se han roto y las que quedan están seriamente deterioradas por el desmoronamiento del concreto y el óxido de las varillas.
Leddy Zapardiel Herrera, rectora de la Institución Educativa Rafael Núñez, sede de bachillerato, que funciona en Martínez Martelo, añadió que actualmente el canal se muestra como un problema ambiental de primera atención, pero también como un peligro para los transeúntes, ya que son varios los estudiantes que han caído en ese cuerpo de agua.
Agregó que es necesaria la intervención del canal antes de que se afiance la temporada invernal, puesto que las lluvias suelen desbordarlo y cubrir las calles con las aguas servidas.
El Universal consultó al secretario de Infraestructura del Distrito, Santiago Carrasquilla Sotomayor, quien respondió que “estamos esperando recursos que se están incorporando. También estamos en el diagnóstico de los canales prioritarios, teniendo en cuenta los recursos con los que contamos para la limpieza a desarrollar en el presente año. Ya pasé la información a los ingenieros para que ingresen el canal de Martínez Martelo al grupo de necesidades, y para que revisen el sitio la situación y valoren la limpieza”.
Con 60 años de fundado, Martínez Martelo es uno de los barrios más antiguos de la Cartagena extramuros.
Según sus moradores, era uno de los barrios más tranquilos de la ciudad, hasta 1978 cuando trasladaron el Mercado de Getsemaní hacia el sector Bazurto.
La ubicación de esa plaza significó desde un principio para el barrio congestiones vehiculares, contaminación ambiental, inseguridad, ocupación del espacio público, invasión de habitantes de la calle y desaseo permanente.
En 2010 la Junta de Acción Comunal instauró una acción de popular que resultó favorable para el barrio y mediante la cual el Tribunal Administrativo de Bolívar ordenó que el mercado fuera trasladado a las afueras de la ciudad, pero hasta el momento la orden no se ha cumplido.
Según Noilys Alvis, “siempre que la ciudad cambia de administración, el alcalde de turno aplaza el traslado, porque debe estudiar, conocer bien el caso y socializar. Y en ese proceso llevamos siete años. Lo que en realidad debería hacerse es que se cumpla la orden del Tribunal sin más excusas”.
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