El periodista Carlos Figueroa renunció a su cargo de jefe de prensa de Corvivienda, en medio del escándalo que se cierne sobre la entidad por la supuesta falta de transparencia en el sorteo realizado en el programa "Casa pa´mi Gente", con el que el Distrito ofrece tres tipos de soluciones de vivienda a los residentes de Cartagena.
El nombre de Figueroa quedó en el "ojo del huracán" una vez el ex personero Neil Fortich lo denunció como uno de los casos con los que podía ejemplificarse la falta de transparencia que hubo en el sorteo. (Lea aquí:Surgen nuevas críticas a sorteo de 'Casa Pa' mi Gente')
Según Fortich, Figueroa no debió salir favorecido primero porque el hecho de ser el jefe de prensa de la entidad que promueve el sorteo genera sospechas sobre la "honestidad" con la que se trató el tema; y segundo porque recibía un pago mensual de cuatro millones doscientos mil pesos por los servicios que prestaba como jefe de prensa de esa entidad.
Fortich recalcó, además, que el periodista cuenta con otras entradas económicas que devenga mediante su portal noticioso Ideas Políticas y su desempeño como periodista de un noticiero radial, por tanto, según el expersonero, la sumatoria de los tres pagos le brindaban a Figueroa la oportunidad de devengar más de tres salarios mínimos, que es el requisito que demanda el programa nacional "Mi Casa Ya" para salir favorecido. (Lea aquí: Programa 'Casa Pa' mi Gente' divide opinión de hermanos Fortich Rodelo)
La denuncia de Fortich impulso a que William García, director de Corvivienda, explicara que aunque Figueroa hubiera salido favorecido en el sorteo no se le entregaría el subsidio para la casa porque después de hacer una verificación de los documentos se concluyó que no cumplía con los requerimientos.
LA RENUNCIA
La renuncia de Figueroa a Corvivienda se conoció a través de su portal Ideas Políticas en la que el periodista publicó una carta a su audiencia dando a conocer la noticia y defendiéndose de los señalamientos.
Figueroa expresa que puede renunciar a la orden de prestación de servicio que lo vinculaba a Corvivienda, pero no a su derecho de informar a través de su portal. El periodista precisa que ha sentido falta de acompañamiento de Corvivienda y del Distrito para defenderlo ante los señalamientos.
A continuación la carta en la que Figueroa da a conocer su desvinculación de Corvivienda.
¡No me amordazan!
Fui criado por una mujer que a sus 90 años y en medio de los males de su edad, en los destellos de lucidez que la enfermedad le permite, aún tiene intacto el buen juicio y el carácter para corregir a hijos, nietos y bisnietos. De ella aprendí valores y tomé principios esenciales que aplico para vivir con decoro en medio de una sociedad cada vez más fragmentada.
No negocio mis principios, ni renuncio a mis ideales. Puedo incluso renunciar a un contrato de prestación de servicios por cuatro millones doscientos mil pesos con el que llevo el sustento, abrigo y educación a mis hijas, pero no voy a ceder a las pretensiones de que cierre mi tribuna virtual de opinión, Ideas Políticas.
Me voy agradeciendo por la oportunidad de prestar mis servicios profesionales en una entidad importante a la que logré visibilizar por las acciones positivas realizadas en el cumplimiento del Plan de Desarrollo, pero a la vez desconcertado por el poco apoyo por parte del gerente de Corvivienda y de la administración a la hora que llegaron las injurias y las calumnias en mi contra, en un episodio que con seguridad el tiempo y la justicia me darán la razón.
No me van a silenciar injurias y calumnias. Podrán quitar el pan de la boca a mis hijas, pero nunca podrán ponerme mordaza.
He ejercido mi profesión de periodista con convicción, siempre al servicio de la verdad, son precisamente los oyentes y lectores que me han seguido por más de 17 años quienes pueden dar fe y testimonio de ello.
Les anuncio que he decidido renunciar al contrato de prestación de servicios con el que de manera digna y honrada me venía ganando la vida. Pongo respetuosa distancia de la administración, pero mis Ideas Políticas siguen al servicio de la ciudad.
Pedirle a un periodista silencio, es pretender cuartar la libertad de prensa teniendo como condicionamiento un contrato. ¡Eso no lo tolero!
Tengo claro que me debo a un público que está a la espera no solo que le informe sobre los hechos noticiosos que se suceden en la ciudad, sino también que le de herramientas para formar su propia opinión sobre estos hechos.
A ese público me dirijo para decirle que nunca he transgredido la ley, que actuando de buena fe me postulé en el proceso que se abrió en nuestra ciudad para adquirir casa propia, en mi condición no solo de periodista, que era uno de los grupos potenciales beneficiarios, sino también en mi condición de padre cabeza de familia. Nadie puede señalar una sola irregularidad en ese proceso.
Sin embargo, tengo aprendido que un hombre de bien no solo debe serlo sino también parecerlo, por eso, y para salvaguardar el único patrimonio que poseo como son mi honra y la credibilidad que con el ejercicio decente de mi profesión he construido entre ustedes, he decidido marginarme del ejercicio de lo público y seguir luchando día a día, a brazo partido contra la adversidad, para llevar el alimento a mis hijas ejerciendo el “mejor oficio del mundo”
Pero que no se llamen a engaño quienes me han querido hacer daño. No están en la categoría de enemigos, porque tengo claro que al licuarlos, el resultado sería el mismo con el que finaliza el Coronel no Tiene Quien le Escriba.
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