Por sobrecupo, padres de familia se pierden graduación de sus hijos

Humillados e indignados. Así se sienten los más de 100 padres de familia a quienes ayer les fue negado el ingreso al Centro de Convenciones Julio Cesar Turbay Ayala, para presenciar el acto de graduación de sus hijos, que ofreció la Universidad de Cartagena. Según comentan los afectados, les impidieron entrar al evento para evitar sobrecupo, personas de pie o sentadas en escaleras. “Desde de las 8:30 de la mañana llegué a presenciar la graduación de mi hijo, con media hora de anticipación al horario estipulado para la ceremonia, y me dejaron por fuera sin entregarme razones justificadas”, señala Eurípides Velasco Mendoza, cuyo hijo tuvo que recibir el título de médico sin la compañía de sus seres queridos. Cuenta el afectado que pese a tener en sus manos la tarjeta de invitación, no le fue posible acceder al acto, al parecer, porque el escenario había completado su aforo. “Estoy decepcionado y ofendido. Pienso que la Universidad debe tomar correctivos para que esta situación no vuelva a repetirse”, dijo el padre de familia. Fanny Ester Vega, otra afectada, manifiesta que llegó al lugar a las 7:00 de la mañana, topándose con una fila enorme de graduandos y familiares que se abrían paso para acceder al evento. “Pese a las incomodidades todo transcurría bien y de repente un vigilante nos dijo que tenía la orden de no dejar pasar a más personas. En vista de la situación, mi hijo se vio obligado a entrar solo”, explica la señora. DESAZÓN Las ceremonias de grado son actos de gran importancia para la vida personal, más aún, para los familiares y allegados de los graduandos, quienes esperan presenciar con alegría la culminación de un proceso que puso a prueba la perseverancia de sus seres queridos, para realizar el sueño de ser profesionales. Pero ayer no fue así para muchos. Los afectados coinciden en que no se tuvo en cuenta la capacidad del auditorio para definir la cantidad de invitados por graduando, razón por la cual fue imposible evitar el sobrecupo. Moralba Sarabia Simanca, cuyo hijo se graduó de contador público, expresa sentirse muy dolida con lo que pasó. “El esfuerzo de más de 5 años, que hoy (ayer) se materializa con la entrega del título, en vez de un éxito ha sido una decepción”, comenta entre sollozos la señora, quien se pregunta ¿Quién es culpable? Y ¿Quién dará la cara? “Es lamentable que no hayamos presenciado este momento memorable para nuestra familia”, afirma. Milton Verdugo, padre de un profesional de la ingeniería civil, asegura que la culpa de lo sucedido la tiene la Universidad de Cartagena, por feriar los cupos que permitían el ingreso a la ceremonia. “Tengo mucha desazón, la misma que deben tener los más de 100 padres que no pudieron estar junto a sus hijos en este momento tan representativo”, puntualiza. Algunos padres de familia anuncian demandas contra la Universidad de Cartagena, porque consideran que fueron estafados al no poder ingresar a la ceremonia, por la cual tuvieron que pagar un costoso derecho a grado. ¿QUE DICE LA UNIVERSIDAD? Un vocero de la Universidad de Cartagena, al ser consultado sobre el tema, lamentó la situación y negó que la institución de educación superior haya tenido responsabilidad en lo acontecido. “La Universidad siguió al pie de la letra el protocolo para la realización de ceremonias de grado, no es culpa nuestra que se haya superado el número máximo autorizado de personas invitadas al recinto”, dijo el portavoz oficial. Al parecer, según dejó entrever la fuente, las invitaciones fueron falsificadas por algunas personas, hecho que bien podría explicar el sobrecupo. “Esta es la cuarta ceremonia de grados que hacemos en el año, en las anteriores no tuvimos ningún problema, ya que las recomendaciones hechas a las estudiantes y acudientes, se respetaron”, señala el emisario. Todo parecer indicar que el Centro de Convenciones, siguiendo las normas de seguridad, no permitió el ingreso de más personas, aparte de las que lograron entrar, por haber completado el aforo.