Entre alegría e inconformismo, los habitantes de Manga esperaban hace un año que una nueva ruta de Transcaribe entrara en operación en su barrio, para así cubrir las necesidades de movilidad de esta zona crucial de Cartagena. Fueron muchas las quejas de quienes consideraban que el Sistema Integrado de Transporte Masivo (SITM) en vez de mejorar sus vidas las empeoraría, por los trancones que se generarían; otros lo vieron como la oportunidad de desplazarse con mayor facilidad a otros barrios.
Después de discusiones y reuniones comunales, estas discrepancias llegaron a su fin por un factor que tenían en sus narices, pero que pasaba desapercibido: el deterioro del puente Las Palmas, que conecta a Manga con Pie del Cerro.
“Alto deterioro”
Para ese entonces, el ingeniero estructural Jorge Rocha dio a conocer a través de El Universal que era tan grave el deterioro del puente, que los busetones de Transcaribe que pasarían por este tramo incrementarían el riesgo de desplome.
“Luego de una inspección que realicé puedo decir que el puente Las Palmas no se ha caído porque Dios no ha querido que se caiga, ya que está todo podrido, el hierro tiene corrosión total y los estribos están hundidos. Otro problema serio que notamos es que por debajo del puente pasa una tubería que está totalmente corrida”, explicó en su momento Rocha, quien le recomendó a la Secretaría de Infraestructura y al Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte (DATT), que limitaran el tráfico pesado por esta estructura.
Dicho y hecho. Luego de escuchar las recomendaciones del ingeniero estructural, el gerente de Transcaribe, Humberto Ripoll Durango, decidió suspender la ruta que pasaría por Manga.
Nace la restricción
A través de redes sociales y con bombos y platillos, el DATT anunció el 28 de junio del 2017 que en siete días a partir de esta fecha se restringiría durante todo el día el tránsito de camiones de carga pesada por el puente, mientras que el Distrito adelantaba sus respectivos estudios e intervenciones.
Pasó el tiempo y llegó el día de la restricción, pero en Las Palmas no había señalización y mucho menos agentes que hicieran respetar la norma. De hecho, para esa fecha este medio hizo el ejercicio de contar cuántos vehículos de carga transitaban por esta zona y se contaron 15 en una hora. Ante esto, un vocero del DATT afirmó que no se había hecho efectiva la medida porque esperaban la señalización, y que esta empezaría en firme al día siguiente.
Sin cumplir
Pasaron 23 días y nada de restricciones ni controles del DATT. Pese a las advertencias de expertos, la entidad continuó postergando la fecha de inicio de la prohibición, mientras que el puente continuó recibiendo peso y representando una amenaza de desplome.
Solo hasta el 21 de julio fueron instaladas las señalizaciones y esta vez con una aclaración en la norma: únicamente pueden circular vehículos que no superen las 4,5 toneladas. Además, un funcionario del DATT enfatizó que Manga tiene un auge en la construcción y que por lo tanto los vehículos de carga tenían que tomar el retorno del puente Román y salir por el puente de la Sociedad Portuaria, con el objetivo de no afectar la actividad constructora.
Extienden la medida
En octubre del año pasado, el Distrito extendió la restricción de vehículos pesados por el puente Las Palmas, luego de una reunión de evaluación de las condiciones entre Clara Calderón, secretaria de Infraestructura; Jorge Rocha, asesor de la Secretaría de Infraestructura; Jorge Mendoza, presidente de la Sociedad de Ingenieros y arquitectos de Bolívar (SIAB) y Carlos Vergara, encargado de la oficina de planeación del DATT.
Esta ampliación se dio para empezar estudios e intervención en la estructura, pero a la fecha nada de esto se ha hecho. Además, por la proximidad de las instalaciones de este medio al puente, se ha notado que los vehículos pesados siguen circulando ante la vista de todos, y el estado del puente sigue empeorando.
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