La ciudad ha crecido sin control en todos sus puntos cardinales. Invasiones en las periferias y proyectos inmobiliarios en donde antes había potreros han generado la fragmentación poblacional. Desde los gremios, la academia y la ciudadanía en general, claman por estrategias de solución. La implementación del Plan de Ordenamiento Territorial (POT), por parte de la administración distrital se encuentra en fase de diagnóstico, por lo que toda alternativa de desarrollo urbano es una propuesta acorde con las demandas.
El jueves 12 de agosto, en el marco del Foro de Ciudad y Región, organizado por la Universidad Tecnológica de Bolívar, la arquitecta Maruja Redondo Gómez, una de las panelistas, expuso la perspectiva de ciudad multinuclear: una urbe policéntrica que lleva la oferta de servicios gubernamentales, educativos, comerciales y sanitarios a todos los focos de desarrollo de la ciudad.
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En términos coloquiales, la implementación de esta alternativa de reordenamiento territorial acabaría la rigidez del Centro como punto obligatorio de trámites importantes, lo cual es un suplicio para un habitante de San José de los Campanos o El Pozón, que tiene que hacer una diligencia en la Alcaldía Mayor o al Instituto Geográfico Agustín Codazzi, entre otras entidades públicas o privadas, en el Centro. Las horas pérdidas en trancones o la incomodidad de la aglomeración en el transporte público repercuten directamente en la calidad de vida de los cartageneros.
La doctora en Urbanismo y Especialista en Ordenación del territorio considera que Cartagena es una ciudad rezagada en urbanismo. En la periferia urbana se encuentra un desbalance en el suministro de servicios públicos, la carencia de espacios y áreas verdes optimas, y un “uso del suelo incoherente con el contexto y la población”, como señala la académica.
Maruja Redondo.
En una entrevista que le concedió a El Universal, la experta enfatiza, en sus términos, que en Cartagena no se sigue un proceso continuo de desarrollo, los macroproyectos se lanzan sin estudios previos, y en medio del avance cero, siempre están destinados al fracaso. Como es el caso del Sistema Integrado de Transporte o el Parque Distrital de la Ciénaga de La Virgen, los cuales comparten su estado crítico y la congelación de muchas de sus aristas.
Hay voces que se oponen a la perspectiva de desarrollo territorial que propone Maruja Redondo. Los argumentos se basan en que el tamaño en extensión y población de Cartagena no clasifica como para atomizar su centro administrativo, social y económico. Sin embargo, la arquitecta revela que en ciudades similares como Montería se implementan alternativas similares, y se ven avances urbanísticos y en planeación.
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La ciudad de Barcelona tiene una extensión 101,35 km² y una población de un millón seiscientos de habitantes. En Cartagena hay una población similar, pero caben seis Barcelonas en sus 609.1 km². En la ciudad, en palabras de Redondo, hace 50 años no se hace nada en la materia, mientras que en la capital catalana –más pequeña– tienen una disposición urbana organizada, integrada y apoyada con la desconcentración, innovación y el cambio climático, mientras que acá se siguen inundando las calles al caer la lluvia.
La apuesta de Cartagena como una ciudad multinuclear o policéntrica es reformar el ordenamiento territorial con un modelo urbano que elimine el Centro rígido y lleve la oferta de servicios a todas las diferentes zonas de la ciudad sin importar el estrato económico. Atrayendo personas bajo elementos de cercanía y comodidad. Satisfaciendo sus necesidades básicas como ciudadanos en materia gubernamental, económica, social y recreativa. Invirtiendo menos tiempo en el transporte público y disminuyendo las brechas e inequidad.
“Cartagena ganaría muchísimo ya que sería un primer peldaño a un modelo de ciudad funcional y competitiva bajo los marcos futuros de urbanismo, permitiéndoles a los ciudadanos vivir en el desarrollo que hace años viven los paisas o los barceloneses; el secretario de Planeación parece dispuesto a iniciar un proceso que no será fácil, luego de años sin hacer nada, los cambios no serán de un día para otro”, expresa Maruja Redondo.
Maruja Redondo.
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