Desde antes de la presente temporada turística, los lancheros de las zonas insulares se han venido mostrando inconformes con la Capitanía de Puerto de Cartagena.
La razón estriba en que, según ellos, el organismo estatal les indica que pueden recoger pasajeros en el muelle de Los Pegasos, pero no estacionarse en él, en aras de salvaguardar el espacio público.
Al respecto, los lancheros dicen no tener inconvenientes en acatar la norma, pero si se aplica para todas las embarcaciones. Con esto, se refirieron a un restaurante flotante que permanece en el muelle, lo mismo que un yate.
Wilman Herrera Imitola, abogado de los pescadores de los pueblos y barrios de la bahía de Cartagena, añadió que el muelle de Los Pegasos está considerado territorio ancestral de pescadores y lancheros, porque es allí donde siempre han zarpado y desembarcado.
“Estamos de acuerdo --indicó-- con que se revise documentación, pero no con que apliquen leyes inconsultas solo porque estamos en alta temporada turística”.
Ayer en la mañana, Herrera Imitola y los pescadores sostuvieron un largo alegato con funcionarios de la Dirección General Marítima (Dimar) y la Policía Metropolitana de Cartagena, respecto a esa normativa que los manifestante consideran violatoria del derecho al trabajo.
Según Pedro Prada Rueda, capitán de Puerto de Cartagena, las lanchas en cuestión son de recreo, “y están, de forma ilegal, transportando pasajeros a las Islas del Rosario, ofreciendo planes sin ser empresas turísticas legalizadas, sin tener seguros y sin las condiciones que se exigen para que puedan transportar pasajeros”.
Asimismo, aseguró que “tienen un grupo de personas que buscan turistas en la ciudad y los quieren embarcar en ese muelle. Por eso, no les gusta la presencia de la autoridad en el muelle. Además, ellos no son los dueños de esas lanchas. Los propietarios se las entregan para que las trabajen sin tener autorización y yendo en contra de las empresas que sí están legalmente constituidas”.
Advirtió que los nativos pueden llegar al muelle a desembarcar a las personas que se recrean con las lanchas, “pero no pueden tener el sitio como espacio de comercialización con turistas”.
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