Lo que tanto se temía para la población insular, finalmente sucedió: el coronavirus llegó a la isla de Tierrabomba. Así lo confirmó la Alcaldía mediante el informe que emitió el pasado 20 de junio, el cual establece el número de casos activos y recuperados en los barrios y corregimientos de la ciudad con corte al 17 de junio. (Puede leer: Vivir en las islas, un arma de doble filo en la cuarentena)
El único caso en la isla hasta ahora reportado se registra en la comunidad de Caño de Loro. Sin embargo, aún no se ha esclarecido la información sobre el estado en que se encuentra el paciente, es decir, si cumple con el aislamiento en casa o está hospitalizado.
“No entendemos por qué, si hay un caso activo en la comunidad, no se avisó previamente al comité de salud o al comité de emergencia del corregimiento para tomar las medidas del caso. Hasta el momento el Dadis no ha hecho presencia en la isla y la gente está preocupada”, expresó Calixto Polo, presidente de la Asociación de Usuarios de la Salud de Caño de Loro (Asodeus). Para el líder de la comunidad, es importante esclarecer esta información con el fin de establecer los posibles contactos que pudo haber tenido el infectado y evitar una emergencia sanitaria en la isla, que cuenta con un débil sistema de salud para enfrentar la pandemia.
Para recibir atención médica de urgencias, los habitantes de Caño de Loro deben hacer viajes hasta el Hospital Bocagrande, que es el centro de salud más cercano a su comunidad (20 minutos en lancha), anotando que generalmente estos desplazamientos se hacen de manera particular ante la falta de funcionamiento de una ambulancia acuática, por lo que en ocasiones deben pagar sumas exageradas para ser transportados. Por el momento, a través del Comité Comunitario de Emergencias, se han venido realizando jornadas pedagógicas sobre las medidas de autocuidado y bioseguridad, y entregando las ayudas humanitarias a los habitantes de la isla que no han podido trabajar ante la parálisis del turismo, actividad de la cual viven muchos de sus pobladores. Sin embargo, ante el anuncio del primer caso de COVID-19, los líderes de la comunidad exigen mayor presencia de la autoridad sanitaria del Distrito para prevenir una emergencia.
Por otra parte, la Alcaldía de Cartagena también reportó la presencia de dos casos de COVID-19 en Barú, uno ya recuperado y otro activo, pero también se desconocen las condiciones del paciente portador del virus.
“No sabemos de dónde sale la información, porque el Dadis no ha hecho presencia en la isla para hacer cerco epidemiológico o sensibilizar a las personas”, señaló Leonardo Baesilla, presidente del Consejo Comunitario de Barú.
Desde acciones propias de la comunidad se han desarrollado puestos de control de entrada y salida al corregimiento para que menos gente circule, en la medida de lo posible, hacia Cartagena, donde se encuentra el grueso de los casos de coronavirus del Distrito.
El centro de salud de Barú se encuentra en ruinas porque su remodelación, ordenada por el gobierno del exalcalde Dionisio Vélez (2013 - 2015) nunca fue terminada, pero este año se confirmó que es uno de los CAP priorizados por la administración actual para reanudar las obras.
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