La próxima semana las playas de Bocagrande, Tierrabomba y el sector de Playa Azul en La Boquilla serán las primeras en recibir a los bañistas que durante seis meses tuvieron prohibido ingresar al mar.
Estos sectores fueron escogidos por la Alcaldía de Cartagena para iniciar un plan piloto de reapertura que de acuerdo al comportamiento de la ciudadanía, y la pandemia, podrá extenderse a otras zonas de la ciudad.
Más allá de la zonificación y adecuación del espacio de playa, las autoridades han comenzado a preparar al personal que deberá cuidar y preservar la vida de los nativos y turistas, que por estos días han vuelto al Corralito de Piedra.
Es por eso que ocho funcionarios adscritos al Centro Regulador de Urgencias y Emergencias, CRUE, iniciaron desde ayer jornadas de reentrenamiento al personal del cuerpo de salvavidas en procesos de atención de cualquier emergencia que se pueda presentar en las playas.
“Iniciamos el reentrenamiento de nuestro cuerpo de salvavidas que durante 3 días estarán capacitándose en las playas de Bocagrande, en temas de salvamento y bioseguridad en el entorno de la apertura de playas pilotos en el escenario del COVID-19”, indicó la Alcaldía.
Los 64 integrantes del cuerpo de salvavidas son divididos en grupos para recibir las indicaciones en temas como reanimación cardio pulmonar en pacientes que sufran paros respiratorios en las playas, reanimación básica, masajes y los dispositivos que se deben poner en marcha mientras llegan las ambulancias, al igual que cómo se inmoviliza y cómo se transporta al paciente al centro de salud más cercano.
Cabe destacar que según los protocolos establecidos por el Ministerio de Salud, debido a la emergencia sanitaria los salvavidas deben evitar el contacto boca a boca, y en el caso que se llegue a presentar una situación que lo requiera, se utilizarán dispositivos suministrados para tal fin.
“Los cartageneros pueden estar tranquilos y seguros porque el cuerpo de salvavidas está preparado. Hemos realizado capacitaciones y entrenamientos para garantizarles a los bañistas que estarán en una playa biosegura. Se les han practicado pruebas PCR a los salvavidas y a sus grupos familiares, y además, ya ellos conocen cuáles son las condiciones y limitaciones que impone el protocolo de reapertura de playas en caso de una emergencia, como la prohibición de realizar soporte boca a boca para evitar el contagio”, señaló Joel Barrios, comandante del cuerpo de bomberos de Cartagena, a cual están adscritos los salvavidas.
La aplicación de las pruebas PCR para detectar posibles casos de COVID-19 en el cuerpo de salvavidas y su grupo familiar va de la mano con el concepto de playas bioseguras que maneja la administración del Alcalde William Dau Chamat, y todas las personas que hagan parte del plan piloto de reapertura deben haber dado negativo.
“Todo lo que vamos a cargar para el piloto de reapertura debe estar controlado. Hemos hecho los test de COVID gracias al acompañamiento del DADIS, de manera masivas, para cuando los vinculemos a los pilotos tendremos la certeza de que hay cero positivos”, explicó Jean Paul López Lugo, gerente de playas del Distrito.
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