Han transcurrido seis días desde la visita que hicieron a Cartagena los auditores del Instituto Colombiano de Normas Técnicas y Certificación (Icontec), para revisar el trabajo de las autoridades para mantener al Centro Histórico como un destino turístico sostenible, tarea que se cumplió, pues el pasado 18 de agosto esta entidad emitió un concepto favorable y renovó la certificación otorgada en 2015.
Meses previos a la visita, la Alcaldía de Cartagena puso en marcha un plan de acción para el ordenamiento del espacio público y el mantenimiento de plazas y parques, que conllevó a intensos operativos por parte del Datt, Espacio Público, Dadis, Corpoturismo y demás dependencias, que según palabras de la alcaldesa (e), Yolanda Wong, aunaron esfuerzos para promover la sostenibilidad de “uno de los grandes tesoros de la ciudad”.
Los residentes en el Centro notaron vías más despejadas, pocas ventas ambulantes y a los vendedores con confianza legítima vestidos con delantal y tapabocas, junto a sus puestos de venta limpios y ordenados. (Lea:Por visita de Icontec, ¿el Centro ahora es perfecto?)
En los operativos, fueron despejadas las calles San Agustín, del Colegio, Las Carretas, de La Cruz, de La Moneda, Primera de Badillo y Segunda de Badillo.
También, y aunque fue polémica, fue desalojada la “reina del patacón”, una mujer que vendía este popular platillo desde hace más de 20 años en una esquina de la calle Segunda Badillo y, que según la norma, no tenía permiso para trabajar en esta calle.
Algunos vendedores denunciaron incluso que los estaban desalojando para ‘maquillar’ el Centro para los auditores de Icontec y que los recientes operativos contra la explotación de menores de edad y la iniciativa para salvaguardar las especies en vía de extinción, tenían como objetivo lograr una buena ‘calificación’ en dicho informe.
ElUniversal.com.co realizó ayer un nuevo recorrido en la ciudad amurallada, para revisar si se ha preservado el ‘orden’ en las calles que fueron recuperadas para el peatón y cómo se está ejerciendo el control en las ventas ambulantes.
En la calle Primera de Badillo se encontró que los vendedores con confianza legítima ya no portaban delantal y tapabocas, a excepción de un vendedor de cocos que solo portaba el delantal.
En esta calle también se encontraron varios vehículos parqueados, situación que aunque fue controlada por la autoridad de tránsito, no fue tomada en cuenta por algunos conductores.
En las calles San Agustín y La Moneda había vendedores ambulantes que sostenían mercancía en sus manos; otros se trasladaban a otras calles.
En la calle de La Cruz no fue visto ningún vendedor estacionario, pero fueron varios los ambulantes que no portaban delantales ni tapabocas.
En otras calles del Centro el parqueo indebido de vehículos fue notorio pese a las señales de prohibido parquear.
“No entendemos esa certificación”
Rafael Camacho, miembro de la junta directiva de la Asociación de Vecinos del Centro Histórico (Asocentro), rechazó la renovación otorgada por los auditores del Icontec, manifestando que el Centro Histórico no está preparado para convertirse en un destino sostenible.
“Los escándalos que ha habido en la ciudad han sido de tal magnitud que le han dado la vuelta al mundo, el flagelo de la explotación sexual, por ejemplo... Es algo que vale la pena tener en cuenta. No entendemos cómo la auditora del Icontec renovó esa certificación, ella debe pasarse por las calles donde hay aguas servidas porque el alcantarillado que se hizo entre la década de los 50 y 60 está colapsado desde hace rato”, sostuvo.
Asocentro señaló que solicitó reunirse con los inspectores del Icontec pero no fue posible.
Lo que quedó pendiente
Aunque Diana Santos, auditora del Icontec, destacó que el trabajo articulado fue pieza clave para lograr el resultado favorable, quedaron pendientes dos retos en los que la Administración Distrital deberá trabajar para mantener el estatus de destino turístico sostenible. Uno de estos es monitorear la huella de carbono generada por el turismo. “Se deben adelantar acciones para estimar y monitorear la huella de carbono generada por el turismo, usando las metodologías reconocidas internacionalmente, aplicables a unidades territoriales.
No desconocemos el adelanto que se ha hecho, pero acá la diferencia no es la huella de carbono para una persona sino para un territorio como destino”, indicó Santos. Así mismo, se deben trazar esfuerzos encaminados a satisfacer a la población residente con la toma de decisiones que apuestan a hacer de este lugar una ‘joya’ de Cartagena.
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