Otro de los sectores golpeados con el COVID-19 y al cual están vinculados miles de trabajadores, es el de la belleza, que aglomera no solo a las grandes y reconocidas cadenas sino a las peluquerías populares de los diferentes barrios.
Este gremio no goza de una asociación legítima como tal que los agrupe, pero curiosamente la pandemia ha servido para que en Cartagena todos los propietarios se unan en una misma causa y pedirle a la Alcaldía y al Gobierno Nacional que les permitan reabrir sus puertas al público, obviamente bajo todos los protocolos de bioseguridad para garantizar un servicio seguro y libre de contagios. (Lea: William Dau respalda ampliación del confinamiento hasta el 25 de mayo).
José Luis Rodríguez, quien está al frente The Salón, una reconocida peluquería con sedes en Bocagrande y Manga, ha tomado la vocería en representación de sus colegas, dando a conocer los padecimientos que afrontan y la difícil situación que atraviesan cientos de empleados en la ciudad y el departamento. “En Cartagena pueden haber mínimo 300 peluquerías formales, con cámara de comercio, más las que no están registradas que también son muchísimas. La mayoría de los empleados son cabeza de familia, quienes en estos momentos no gozan de ningún subsidio u otro beneficio estatal. Hay estilistas, auxiliares, contadores, cajeros, administradores, entre otros, es un sinnúmero de afectados que necesitan una solución de manera urgente”, sostuvo Rodríguez.
El empresario aseguró que a diferencia de otros sectores económicos, las peluquerías y estéticas usan desde el año 2001 un protocolo muy exigente de seguridad tanto en sus empleados como en los clientes. “Ya conocemos muy bien las normas, las medidas de seguridad exigidas por las autoridades, somos los más adaptados y desarrollados en este tema, por eso el llamado que hacemos es que nos permitan reactivar nuestra actividad. Nosotros le enviamos una carta a la Alcaldía de Cartagena pidiendo que nos tengan en cuenta para la reactivación, hay muchos propietarios que no han podido pagar los arriendos ni las nóminas. Sabemos que el contacto con el cliente es muy directo, pero es algo que sabemos manejar con mucho profesionalismo, y si nos piden adoptar otras normas pues las adaptamos sin problemas”, añadió el emprendedor.
José Luis enfatizó que muchas mujeres los han llamado desesperadas porque no han podido suplir en sus casas los tratamientos que les ofrecen los profesionales en los salones de belleza. “Somos de una utilidad muy grande para muchas personas, tanto mujeres como hombres, por el tema de las canas, por el tema de las teleconferencias que hacen en sus trabajos, por el tema de las videollamadas. Sabemos que no será fácil la reapertura, que será poco a poco, que los ingresos no serán iguales, pero necesitamos el permiso para abrir”, finalizó Rodríguez.
De momento, el Gobierno nacional solo ha otorgado autorización para abrir a los sectores de la manufactura y de la construcción.
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