Desde que los centros comerciales del barrio La Castellana empezaron a cobrar en sus parqueaderos, las calles de esta urbanización se fueron llenando de vehículos estacionados en plena vía, lo que obstruía no solo el paso de otros carros sino también de transeúntes.
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A diario se presentaban discusiones entre conductores y el ruido de los pitos y el trancón eran la constante en la calle 31 A, porque la vía se quedaba pequeña, ya que prácticamente un carril era tomado como parqueadero por personas que dejaban su carro desde temprano en ese sector, algunos regresaban ya en la noche.
Luego de las repetitivas quejas de conductores y residentes, la Junta de Acción Comunal envió un derecho de petición al Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte (DATT) para que señalizara la zona.
Ayer, la tranquilidad volvió a la segunda calle de La Castellana cuando agentes del DATT amanecieron en la vía, demarcada ahora con la señal de prohibido parquear, haciendo pedagogía y controlando el tráfico.
“Estamos agradecidos con la respuesta de las autoridades porque los residentes ya exigían una solución para esta problemática, esperamos ahora que los conductores respeten las señales de tránsito y los agentes no permitan que se vuelva a invadir esto de carros”, dijo la presidenta de la JAC, Beatriz López.
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Remigia Marrugo, habitante del sector, dijo que es un alivio porque “por aquí no se podía caminar”.
“Es una buena medida, ya había personas cobrando parqueo sin autorización”, dijo Angie Meza, propietaria de uno de los almacenes de la urbanización.
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