En la tarde de ayer, 06 de abril, cerca de 30 personas llegaron a las afueras del Centro Técnico del Caribe, Centecar, para protestar y denunciar ser víctimas de una presunta estafa por parte de los directivos de la institución.
Estos afirmaron que luego de pagar la matrícula y parte de los semestres, el director de Centecar, Jorge Canabal Barboza, les manifestó que las carreras que estudiaban no estaban certificadas por la Secretaría de Educación por lo que debían ser cerradas.
Ante esas acusaciones, Canabal habló con El Universal y dijo que “en ningún momento se les ha dicho que los programas no están avalados (...) a los estudiantes se les ofrecieron unos cursos de auxiliares técnicos, los cuales se manejan por niveles de dos o tres meses, y no necesitan registro porque es una formación auxiliar”.
“Secretaría de Educación nos visitó hace una semana y ratificó que son cursos. Ellos salen como auxiliares técnicos”, agregó.
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Según el directivo, si los programas que ofertan no estuviesen avalados no se podría hacer el registro de estudiantes. Además fue reiterativo en afirmar que los quienes estaban en la protesta abandonaron sus cursos hace más de un año, por lo que sus pretensiones de que les devuelvan el dinero no tienen cabida.
“Nunca se les dijo que la carrera se iba a cerrar, ellos se salieron, estudiaron seis meses y no fueron más por diversos factores. Ellos nunca continuaron con sus cursos de auxiliares técnicos. ¿Cómo vamos a decir que eso se va a cerrar? Eso sería atentar contra la institución”.
En medio de las protestas, la secretaria del instituto tuvo que salir en una patrulla de la Policía, y según dio a conocer Canabal, varias personas fueron a su casa con la intención de atentar contra ella y su familia.
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“Si tienen algo que reclamar que vayan a la autoridad competente pero no pueden usar la injuria y la calumnia y mucho menos la violencia como hicieron con nosotros. Si dicen que estaban haciendo una carrera y le incumplimos, que lo demuestren. La mayoría de estudiantes que aparecen en la foto tienen un año y pico que se retiraron, no continuaron el curso”, puntualizó.
El Universal pudo constatar que este instituto educativo cuenta con una licencia de funcionamiento concedida por la Secretaría de Educación Distrital expedida el 10 de abril de 2018.
Ahora deberán ser las autoridades quienes hagan sus respectivas indagaciones ya que algunos estudiantes instauraron una denuncia en la Policía por estafa, mientras que los directivos emprendieron acciones legales por los amenazas contra su integridad.
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