El lunes, un niño de segundo de primaria falta al colegio sin excusa de sus padres. Los profesores se preguntan por qué, pero no tienen una respuesta inmediata. El martes regresa a su salón de clases con una sonrisa, como si no ocurriera algo importante. Los padres se sientan con la coordinadora de la institución y le explican: “La verdad es que me da pena, pero ayer no teníamos nada para comer en la casa y por eso no lo mandamos al colegio”.
La semana siguiente, un niño de cuarto de primaria asiste a sus primeras horas de clases con toda la energía, realiza sus tareas y en el recreo se sienta a jugar con sus compañeros, pero de un momento a otro se desvanece. Los niños gritan, llaman a sus profesores y la levantan, después de estabilizarlo se dan cuenta de que no había desayunado.
Estos solo son dos de los casos que ocurren en la Institución Educativa Camilo Torres, en El Pozón. Los niños y padres piden a gritos el Programa de Alimentación Escolar (PAE). Y no solo aquí, quizá pasa en las 125 instituciones educativas de la ciudad.
En la I.E. Camilo Torres 958 estudiantes entre 5 y 10 años, de dos jornadas académicas, se benefician del programa con refrigerios industrializados, que sirven de complemento a su alimentación. La no implementación del PAE afecta a la comunidad escolar, pues en muchas ocasiones suple las necesidades y deficiencias económicas de los padres de familia del sector que no cuentan con los recursos para comprar una merienda.
Recordemos que la Secretaría de Educación Distrital adelanta un proceso de licitación de selección abreviada de menor cuantía, para ejecutar cuanto antes este contrato de 24.424 millones 819 mil 920 pesos. Se conoció que la cobertura será mayor, aunque no se especificó cuál será su alcance. Lea aquí: (En medio de réplicas, se declaró desierta la convocatoria del PAE)
“Tengo quejas diariamente de los padres de familia, cuestionando por qué la escuela no entrega los refrigerios como el año pasado, y la respuesta siempre es la misma, ‘estamos esperando que se hagan las licitaciones para ofrecer el servicio, pero hasta el momento no tenemos respuesta’. Ya tenemos el comité de veeduría constituido, esperando que se inicie el programa, pero a esta altura no hay nada”, comentó Mónica González Vergara, coordinadora de la sede Nuevo Horizonte de la I.E. Camilo Torres.
Según el Decreto 1852 de 2015 del Ministerio de Educación, referente al Programa de Alimentación Escolar, los entes territoriales deben, entre otras cosas, garantizar la prestación del servicio de alimentación desde el primer día calendario escolar y durante la respectiva vigencia. Con base en la norma, el Distrito está incumpliendo. Lea aquí: (Juzgados ordenaron ejecutar el PAE en Cartagena, Santa Marta y Villavicencio)
“La parte más difícil de todo es que un niño se desmaye porque vino sin desayunar al colegio, o que le duela la cabeza y el estómago. Es una situación que como seres humanos nos afecta muchísimo, a veces se sale de nuestras manos. Un día podemos solucionarlo y lo pedimos en la tienda escolar y después la profesora o yo lo cancelamos, pero son soluciones esporádicas”, destacó González.
¿Qué se les brinda?
El conjunto de refrigerios industrializados no cambia, es lácteo, derivado de cereal, fruta de temporada y azúcares o dulce. Sin embargo, en la I.E. Camilo Torres presentaban algunos inconvenientes con el estado de las frutas, que no estaban aptas para el consumo, además de la fecha de vencimiento de los lácteos.
“Algunas frutas como el platanito o la naranja no venían aptas para el consumo. Es la prestación de un servicio para la primera infancia, por lo que tiene que ser de las mejores condiciones y un refrigerio de calidad. En aras de brindar un programa de calidad, este debería iniciar cuando los niños comiencen la jornada escolar y finalizar al tiempo que los niños terminan”, mencionó la coordinadora de la institución.
Según Arides Sandoval, rector de la Institución Educativa José Manuel Rodríguez Torices (Inem), en el 2017 se contrataba y se suspendía el PAE, supuestamente, por la desfinanciación del Distrito. En el 2018 se agudizó la problemática y terminó con el primer semestre sin la prestación del servicio.
Un problema de no acabar
Una de las preocupaciones del Sindicato Único de Educadores de Bolívar (Sudeb), de los rectores de las instituciones educativas y de los mismos docentes, es que esto influiría en la deserción de estudiantes. El Sudeb alertó al Distrito para declarar una emergencia educativa, teniendo en cuenta también la problemática de infraestructura.
Pero este programa tiene problemas desde hace varios años, en el 2016 la Contraloría General de la Nación le dio una mala calificación, tras hallar que más de 32 millones de raciones se habrían dejado de entregar por demoras en la contratación y en la ejecución de los recursos.
En el 2017, un escándalo estremeció a la ciudad cuando el mismo ente denunció irregularidades en los sobrecostos en las compras de los alimentos: pechugas a $40 mil, $39 millones en canela y la compra de 2 millones 500 mil panes. Además, la empresa proveedora de los alimentos se dedicaba realmente a la venta de productos de ferretería.
“Se aplaza una vez más el deseado alimento. Hemos solicitado a los organismos de control que le pongan el ojo a este asunto. No hay razón que ayude a comprender esto. Desde el Sudeb estaremos atentos, denunciaremos y protestaremos, pero este hecho da para mirar la posibilidad de la emergencia educativa”, dijo el presidente del Sudeb, Medardo Hernández.
Una opinión similar tiene el rector del Inem, quien aseguró que “el PAE nació desfinanciado por parte del Ministerio de Educación Nacional y el Distrito no hace los aportes necesarios. El estado de cocinas y comedores es lamentable y muchas instituciones no tienen la infraestructura”, destacó.
Mientras la Secretaría de Educación avanza en el proceso para escoger al contratista que ejecutará este programa, a los niños les tocará esperar hasta el segundo semestre del año para ver operando el PAE en su colegio. Lea aquí: (PAE arrancaría el próximo semestre)
Comentarios ()