Cartagena


¿Sirve el pico y cédula para combatir el COVID en Cartagena sí o no?

Se cumplen 10 días de la medida de toque de queda y pico y cédula en Cartagena implementadas para disminuir los casos del COVID-19. Esto explican los expertos.

Desde el 18 de enero se empezó a implementar, por segunda vez, la medida de pico y cédula en Cartagena, acompañada de ley seca y toque de queda. Aunque mucho se ha dicho sobre las afectaciones que esto ha podido tener en la economía, la verdad es que Cartagena había aumentado drásticamente el contagio durante las festividades de fin de año y el sector de la salud ya exigía que se tomarán cartas en el asunto.

Desde que inició enero hasta este miércoles 27 se han reportado 9.672 contagios, es decir, el 18% del total de contagios en Cartagena: 52,122, desde que se reportó el primer caso en marzo del 2020.

Aunque la implementación del toque de queda y el pico y cédula empezó siendo solo para los fines de semana, la necesidad de tomar medidas más drásticas hizo que se extendiera hasta el 2 de febrero, mediante el Decreto 0038 del 15 de enero de 2021.

Durante los 17 primeros días de enero se reportaron 6.718 contagiados, y enero ha resultado el cuarto mes con más muertes por COVID-19 en lo que va de la pandemia (Lea aquí: Enero, cuarto mes con más muertes por COVID-19 en Cartagena). Sin embargo si comparamos en el mismo mes la misma cantidad de días con medidas más restrictivas (desde el 18 de enero) y sin ellas (del 8 al 17), se evidencia una notoria diferencia en las cifras.

Mientras que desde que empezó a regir el decreto del pico y cédula (desde el 18 de enero) han sido 2.954 los contagiados, antes de las medidas, en el mismo periodo de tiempo, los contagiados fueron 4.209.

“Las medidas sí funcionan”

El Universal habló con Carmelo Dueñas, neumólogo intensivista y expresidente de la sociedad Colombiana de Neumología y Asociación Colombiana de Cuidado Intensivo, quien explicó que “las medidas sí funcionan para disminuir el número de casos y para evitar más impacto”.

Aunque lo primero que se dijo con la implementación de las medidas más estrictas fue que afectaría la economía, la verdad es que las cifras muestran la disminución progresiva del número de contagios. “Aunque lo que se desea es no tener que implementar medidas y abrir la ciudad, vale la pena destacar que para que eso ocurra las personas tienen que usar bien el tapabocas, no salir si no es necesario, que se garantice el distanciamiento, evitar las reuniones y por supuesto el lavado de manos. Si la gente hiciera eso, bajarían tanto los casos que el alcalde disminuiría las medidas”, explicó Dueñas.

Nuevamente la tendencia indica que las restricciones funcionan, pero tendrán un efecto aún más notorio si las personas por su propia voluntad continúan con el autocuidado tal como lo indica Dueñas.

“Si no se hace eso, muy seguramente dentro de 10 o 15 días se levantan las medidas y volverán a subir las cifras y ahí sí tendrán que hacer un cierre más estricto y ahí se afecta a la economía que apenas se está recuperando”, dice el neumólogo.

La escasez

Días antes de que se termine de regir el decreto que ordena toque de queda, pico y cédula y ley seca, la duda que asalta a los cartageneros es si se extenderán las medidas como ocurrió a mediados de enero o si se levantarán permitiendo el ingreso normal a centros comerciales, entidades financieras, mercado de Bazurto, locales comerciales, almacenes de grandes superficies y supermercados en general, escenarios deportivos, gimnasios, servicios religiosos, eventos de carácter público o privado, tiendas, terrazas y billares.

“El tema no son las camas de UCI, aunque las tenemos, sino que necesitamos recurso humano, pero se están incapacitando. También ventiladores y medicamentos que ya se están acabando. Se necesitan especialistas, enfermeras, terapeutas y medicamentos. El desabastecimiento es universal y aquí la fabricación es limitada y la que hay se va a Europa y Norteamérica”, explicó Carmelo Dueñas.

“No se toman en serio las medidas”

La cartagenera, Luisa Carbal, bacterióloga con magíster en epidemiología de la Universidad de Antioquia explica que una de las problemáticas también es que “ya las medidas no se toman en serio.

Al comienzo cuando inició la pandemia que se implementó la medida de pico y cédula, por ejemplo en Medellín, ayudó a que en la calle no hubiera tanta gente y por lo tanto se redujo la exposición de la gente al contacto con otras personas que pudieran estar potencialmente infectadas, en su momento esa medida fue efectiva”, explicó, agregando que luego de que implementar las medidas después de tanto tiempo, hace que no se tomen en serio porque ya ha pasado casi un año y la gente está cansada.

“Las personas necesitan volver al estado anterior a que todo esto pasara, porque ahora lo que les preocupa es su bienestar”, dijo Luisa.

Otro aspecto que agregó es que para “hay que tener en cuenta que para el inicio de enero venimos de las fiestas y esto significa que la gente viajó, se reunió con familia y por ello los contagios estarían mayores. Tener un punto de comparación entre estos días no es preciso porque los comportamientos han sido diferentes, se necesitaría más tiempo con las medidas para saber con exactitud si realmente están funcionando”.

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