Hace un mes, el 21 de junio, se conoció la historia de Valentina. Una bebé de 4 meses, proveniente de Magangué, cuya historia conmovió a muchos cartageneros, quienes le brindaron apoyo desde un primer momento.
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La menor estaba recluida en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de la clínica Santa Cruz de Bocagrande desde el 27 de febrero, pues padece el síndrome conocido como piel de mariposa o de cristal.
La pequeña ya fue dada de alta y solo se espera que el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) la vaya a buscar para ser llevada a un hogar con una madre sustituta, según informó Victoria Soto, psicóloga de la clínica y encargada del caso.
A mediados de junio la clínica pidió la colaboración de los cartageneros para que se acercaran hasta las instalaciones del centro médico y realizaran donaciones de elementos que eran de gran importancia para el tratamiento diario de Valentina. Sin embargo, informaron que no recibirán más donaciones.
“Tenemos que darles las gracias a todas las personas que durante este tiempo hicieron todas las donaciones y apoyaron en este proceso, pero queremos que sepan que no requerimos más donaciones porque Valentina ya fue dada de alta”, expresó la psicóloga.
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Según conoció este medio, ya el destino de la menor está definido por parte del ICBF, debido a que la madre sustituta que se encargará de su cuidado ya fue seleccionada.
Vale, como es llamada por cariño, es hija de una adolescente primigestante, como llaman los médicos a las madres primerizas, quien desde las primeras horas de vida de la niña supo que algo no estaba bien. La bebé no paraba de llorar y durante sus primeras horas de vida los médicos observaron lesiones ampollosas en su piel, paladar, labios y lengua. Fue diagnosticada con una enfermedad conocida como piel de cristal.
Según indicó el centro médico, los padres de la niña tuvieron que tomar la difícil decisión de dejarla internada en la clínica y marcharse, con la única finalidad que pudiese tener una mejor calidad de vida y los cuidados médicos necesario. Esto se hizo con el acompañamiento psicológico de la clínica.
Desde ese momento, la niña ha estado al cuidado total del personal de la clínica. Médicos, enfermeras y voluntarias velan por su bienestar.
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Según informó la clínica, “desde el momento en que ingresó la menor se hizo abordaje por parte de psicología y se notificó la situación al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. Se recibieron donaciones del mismo personal de la clínica y otras personas ajenas a la organización, como fueron fundaciones y cartageneros. Durante el proceso también realizaron terapias auditivas, psicosocial por misión Clown y acompañamiento psicosocial durante su estancia”.
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