El vandalismo amenaza la belleza arquitectónica del Centro Histórico. Habitantes del sector denuncian los continuos robos de faroles que iluminan las casas coloniales y calles.
Según los residentes, los habitantes de calle aprovechan la soledad de estos espacios para cometer sus fechorías.
“La situación económica de la ciudad empeoró con la pandemia y la población está pasando hambre, es necesario que desde la sociedad civil apoyemos a las autoridades para encontrar una solución de bienestar colectivo”, indicó una residente del Centro Histórico.
Entre las calles afectadas por el robo de faroles se encuentran: Calle de Campo Santo, Curato y en la calle de la Playa de la Artillería.
Una cámara de seguridad en la calle Curato registró el momento en que un habitante de calle se acerca a una vivienda y en cuestión de segundos arranca con fuerza las luminarias.
El parque Fernández de Madrid también es otra víctima de los dueños de lo ajeno. Los residentes reportan que la mayoría de sus faroles han sido desmantelados.
La Asociación de Residentes y Vecinos del Centro Histórico (Asocentro) cuestiona además la poca presencia de uniformados en las calles lo que eleva aún más la sensación de inseguridad.
“Ya casi no se ven policías. Entonces se producen este tipo de situaciones que nos perjudican a todos. Es necesario que las autoridades tomen cartas en el asunto”, sostuvo Rafael Camacho Castillo, presidente de Asocentro.
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