Ciencia


James Webb ve algo sorprendente pese a tener un espejo dañado por una roca

El telescopio fue golpeado por un micrometeorito; sin embargo, sigue con su objetivo de documentar el Universo profundo. Nuevas imágenes se conocen.

El pasado 25 de diciembre fue lanzado el telescopio James Webb desde Guayana Francesa, en un esfuerzo conjunto de la NASA, la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Canadiense. El objetivo del artefacto más potente jamás construido para la astronomía es estudiar los orígenes del Universo.

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Tras varios años de diseño y construcción y diez mil millones de dólares después, el observador del Cosmos jamás visto ya aportó sus primeras imágenes que maravillaron al mundo. No obstante, recientemente, se conoció que a finales de mayo fue impactado por un micrometeorito, lo que provocó un grave daño en uno de sus espejos.

A pesar de que estaban planeadas estas colisiones, este golpe superó las expectativas, pues la NASA informó que el daño es mucho más importante de lo esperado. La avería tendrá un impacto permanente en las observaciones del telescopio.

“Actualmente, la mayor fuente de incertidumbre son los efectos a largo plazo de los impactos de micrometeoritos que degradan lentamente el espejo primario. El proyecto está trabajando activamente en este para garantizar una misión científica larga y productiva”, indicaron.

Según la agencia espacial, los sensores de frente de onda registraron seis deformaciones superficiales localizadas en el espejo primario, afectando la figura global de ese segmento, por culpa del impacto y de cuyos efectos aún son difíciles de predecir. Dicho de otra forma, son 6 micrometeoritos los que impactaron en el telescopio hasta la fecha, en algunos casos puede tener daño irreparable, aunque el efecto exacto sobre en rendimiento aún se desconoce.

James Webb ve algo sorprendente pese a tener un espejo dañado por una roca

Daño en uno de los espejos del James Webb, luego del impacto de un micrometeorito. // NASA

Seguirá funcionando

El daño sigue siendo minúsculo ante la tecnología del telescopio, por lo que el Webb seguirá funcionando. Explicado de forma detallada, el espejo primario se compone de 18 segmentos menores, solo uno de ellos sufrió daño significativo, por lo que los 17 restantes siguen intactos.

De esta manera, el telescopio se prepara, según la revista Nature, para enfrentar la lluvia de meteoritos que sufrirá en mayo de 2023 y mayo de 2024, cuando atraviese los escombros del cometa Halley.

La luz más lejana jamás vista

El telescopio espacial, que ya habría visto cuando las galaxias más antiguas del Universo se encienden, dio a conocer más fotos de estos parajes primitivos. La primera de ellas se trata de una galaxia llamada GLASS-z13, que se remonta a solo 300 millones de años después del Big Bang. “Esa luz tuvo que viajar la friolera de 13.500 millones de años hasta llegar a nosotros. Además, debido a que el espacio se expande, esta galaxia ahora debe encontrarse tan lejos como 33 mil millones de años luz”, explica Brandon Córdova, divulgador científico.

La luz de esta galaxia, de la que aún no se sabe su edad exacta, proviene de la era más primitiva del Universo podría en los primeros 300 millones de años. “Esto quiere decir que podría ser aún un poco más antigua, según algunos detalles que aún analizan los científicos, lo que la haría la luz estelar más antigua jamás vista”, expone Córdova.

Según el portal Enséñame de Ciencia, el Universo empezó hace 13.800 millones de años, instante en que sucedió el Big Bang, durante 400 mil años después todo era una niebla fría y oscura de átomos de hidrógeno y helio. Luego de 400 millones de años ya se había hecho la luz, y el brillo se hacía notar en medio de las galaxias nacientes. En algún momento intermedio, debieron formarse las primeras estrellas y también las primeras galaxias, no se sabe específicamente cuando, así que encontrar una galaxia en los primeros 300 millones de años es un hallazgo realmente impresionante.

“Los registros astronómicos ya se están desmoronando y hay más que tambalean. Esto parece prometedor”, tuiteó el científico jefe de la NASA, Thomas Zurbuchen.

Por otro lado, hace unos meses los astrónomos anunciaron la candidata a galaxia más lejana denominada HD1. Al igual que la nueva galaxia detectada por Webb, se estima que está 100 millones de años luz más lejos que la que Hubble descubrió. El Webb así cumpliría su meta de ver las primeras galaxias, de hecho, HD1 es uno de sus objetivos y confirmará su distancia.

James Webb ve algo sorprendente pese a tener un espejo dañado por una roca

Galaxia GLASS-z13. // NASA

Nuevas imágenes

A pocos días de la revelación de las primeras fotos del James Webb, sigue observando y recopilando información del origen del Universo. Estos datos se registran en el MAST (Archivo Barbara Mikulski para telescopios espaciales), donde los datos están disponibles para todos. De aquí muchos astrónomos y entusiastas aprovechan estos datos para proporcionar las vistas sin igual.

La primera imagen, procesada por Judy Schmidt, basada en los datos del Webb muestra a la galaxia NGC 7496. “Una vista infrarroja de la galaxia espiral barrada que se encuentra a más de 24 millones de años luz de distancia, además de ser un deleite para los ojos es un laboratorio para el estudio de la formación de estrellas”, precisa Brandon Córdova.

La astrónoma Judy Schmidt ha estado procesando imágenes del espacio desde hace años y ahora también se mantiene a la vanguardia de los datos que envía el telescopio. Por consiguiente, también ofreció una vista de la galaxia espiral NGC 628 o Messier 74, aunque de esta galaxia tenemos muchas imágenes proporcionadas por Hubble, las del James Webb lucen muy distintas porque los telescopios ven en diferentes bandas del espectro electromagnético, según el portal Enséñame de Ciencia.

“Messier 74, también llamada NGC 628, se encuentra aproximadamente a 32 millones de años luz de distancia en dirección a la constelación de Piscis, el Pez. Es el miembro dominante de un pequeño grupo de aproximadamente media docena de galaxias, el grupo de galaxias M74. Se estima que alberga alrededor de 100 mil millones de estrellas, la mitad de lo que tiene nuestra Vía Láctea”, precisa Córdova.

Según la NASA, M74 es una galaxia espiral de gran diseño que los observadores de la Tierra ven casi de frente. Sus brazos espirales perfectamente simétricos emanan del núcleo central y están salpicados de cúmulos de estrellas azules jóvenes y regiones rosas brillantes de hidrógeno ionizado (átomos de hidrógeno que han perdido sus electrones).

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