Alud de tierra deja pérdidas humanas

María Deisy Hernández, comenta: “Estaba en mi pieza y sentí un ruido fuerte y constante. De pronto, vi una masa oscura. Con mi esposo y mi hija nos tiramos del segundo piso por la ventana, los vecinos nos ayudaron a bajar”. En otro cuarto estaba su hijo Walter Harvy García, rescatista y paramédico de 22 años. “Él quedó en la masa oscura”.
La tragedia madrugó en Cervantes, tanto que a muchos los sorprendió en las camas. “Yo ya iba a llamar a mi hijo para que saliera a trabajar, eran como las 6:15”, comenta Maria Deisy, parada a dos cuadras de su vivienda semidestruida.
Las apacibles calles del barrio, construido hace cerca de 60 años, se convirtieron ayer en multitudes en cada esquina, sonidos de ambulancias, volquetas cargadas de tierra, huellas de lodo en las vías, corte de energía y agua, fugas de gas... También las vías se convirtieron en gritos, abrazos y mucho mucho llanto y dolor.
En segundos la montaña se volvió enemiga de una franja del sector. El inmenso barranco descendió derretido, se llevó dos bancas de vías, desapareció y averió por lo menos 14 casas, pasó las escalas, chocó con la vivienda de Álvaro Puerta, arrastró y acabó con un carro. Por fin perdió fuerza y se derramó a mitad de una cuadra.

EN RESCATE
Al cierre de esta edición se hablaba de por lo menos cinco personas muertas. Además, de una 10 que se salvaron de la muerte. En el sitio es normal que los organismos de socorro pidan total silencio, pues se lograron escuchar voces, lo que ha permitido sacar a varias personas vivas.
Puerta, perteneciente a una de las familias que fundó el barrio, asegura: “me queda claro que el terreno era estable. El problema, estoy convencido, tuvo que ver con la tubería del acueducto, por la presión con que llegó. Es más en la parte alta están haciendo unos trabajos”.
Varios habitantes aseguraron que desde la noche anterior ya había agua en las casas, luego de los 16 días sufridos por la emergencia que afectó a la ciudad por un derrumbe en la planta de abastecimiento Luis Prieto, en la vereda Gallinazo, de Villamaría.
De nuevo sobraron manos solidarias. En un santiamén, por ejemplo, se armaron tres filas para sacar lodo en baldes. Policía, Ejército, Cruz Roja, Defensa Civil, GER, BYR y comunidad son una sola fuerza para llenar volquetas de tierra, revuelta con restos de casas.
“La noche, a pesar del tremendo aguacero, fue tranquila para nosotros. Nos
acostamos como a las 12:00, después de ver televisión, y hoy amanecemos con este dolor”, concluye la madre que perdió a su hijo Walter.

LO QUE RESPONDE AGUAS
La empresa Aguas de Manizales aseguró, mediante un comunicado, que debido a un deslizamiento registrado detrás del Comando de Policía Caldas, se afectó un tubo de 16 pulgadas. “Ingenieros y operarios atienden el daño para dar una solución en el menor tiempo”, se indicó.