El vicepresidente de la República, Angelino Garzón, por medio de una carta pública, le pidió este lunes al Gobierno y la Farc que firmen ya, en el marco de la negociación para la terminación del conflicto, la firma de unos mínimos humanitarios que le den mayor credibilidad al proceso de paz.
“A manera de reflexión y de acuerdo con los mandatos del Derecho Internacional Humanitario, creo que ha llegado el momento en La Habana, Cuba, de firmar el compromiso de los mínimos humanitarios, con los que tanto la guerrilla de las Farc, como del Gobierno se comprometan recíprocamente a darle mayor credibilidad y perspectiva a la necesidad de la paz en Colombia”, indica el vicepresidente.
Garzón defendió su planteamiento y expresó que en su condición de ciudadano colombiano puede hacer sus planteamientos personales sobre el proceso, por lo que negó que se estuviera enfrentando al Gobierno.
“Creo que los voceros de la guerrilla de las Farc ganarían mucho si se comprometen públicamente a: Poner fin al secuestro y a dejar en libertad, sin ningún tipo de condición, a todas las personas secuestradas; cesar la colocación de las minas antipersonal y contribuir al desminado humanitario de las zonas rurales del país; poner fin al reclutamiento forzado de menores de 18 años y contribuir a la desmovilización de todos los menores, hombres y mujeres en Colombia”.
De igual manera, el vicepresidente le pide a las Farc poner fin a todos los atentados contra la infraestructura económica y social del país, cesar todo tipo de ataques contra la población civil y todo tipo de violencia contra la mujer y comprometerse con el Gobierno y la población a combatir las bandas criminales, el narcotráfico y las demás estructuras ilegales y violentas que existen en Colombia.
También plantea necesario el reconocimiento de las víctimas provocadas por sus actos violentos y contribuir a su reparación.
De parte del gobierno el vicepresidente Garzón pidió que se respete la integridad física de todos los guerrilleros comprometidos con la implementación y ejecución de esos mínimos humanitarios; priorizar la inversión social en las zonas rurales y urbanas donde se concentra la pobreza y la miseria; contribuir con todos los organismos judiciales en la lucha contra la impunidad, la corrupción y la continuidad con la reparación de las víctimas de la violencia.
Pide también fortalecer la “práctica del Diálogo Social, de la promoción y respeto integral de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario. Promover los derechos de la mujer, de los niños y las niñas para mejorar su bienestar y construir para ellos un futuro libre de violencia y discriminación”.
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