En julio de 2009 la política colombiana avizoró lo que llegaría a ser un boom electoral, los llamados ‘Quíntuples’, la alianza que formaron los exalcaldes de Bogotá, Antanas Mockus, Enrique Peñalosa, Luis Eduardo Garzón; el exalcalde de Medellín Sergio Fajardo y la exministra de Defensa, Marta Lucía Ramírez.
Y así como llegó la alianza se fue, y en muy corto tiempo, sin que cristalizaran sus resultados. Esa posibilidad parece que no volverá a presentarse en el inmediato futuro en el país, razón por la cual el ‘póker electoral’ muestra que para el año 2018 los llamados partidos minoritarios irán por caminos independientes.
En ese grupo se contempla hoy al Polo Democrático, la Alianza Verde, el Progresismo, el Partido Mira, Opción Ciudadana, Compromiso Ciudadano, el partido político que salga de la desmovilización de las Farc, y sectores más pequeños como Marcha Patriótica, Unión Patriótica o Mais.
LA ELECCIÓN DE CONGRESO
Si hay un tema que a todos ellos les preocupa en este momento es la elección de marzo de 2018 cuando se escogerá al nuevo Senado y Cámara de Representantes. En este momento se podría decir, literalmente, que todos ellos estarían en riesgo de no llegar al Congreso.
El presidente del Partido Político Mira, exsenador Carlos Baena, asegura: “tenemos que pasar el umbral electoral, pero todo dependerá de si en la reforma electoral pasa el voto obligatorio”.
Mira, que es el partido que aglutina a un amplio sector de los cristianos, en el 2014 se ‘quemó’ para llegar al Senado de la República, pese a que en votos le acompañaron, poco más de 326 mil colombianos, y que aun así no le alcanzaron para pasar el umbral.
Según Baena para el próximo año si el umbral se mantiene en el mínimo actual: 3%, los partidos que quieran llegar al Senado deberán tener más de 450 mil votos, pero si pasa el voto obligatorio se elevará a 1.2 millones como mínimo.
Así las cosas, para el analista político John Mario González, si bien para el otro año esas normas electores no se van a cambiar, es decir, seguirá el 3% de umbral, “si se ven serios problemas de subsistencia de varios partidos”.
Por ejemplo, el Polo Democrático ya no tendrá al senador Jorge Enrique Robledo encabezando las listas. Él solo en 2014 se acercó a los 200 mil votos. “Los votos son difícilmente endosables”, indica el analista. Y es que Robledo ya fue ungido como el candidato presidencial para el 2018, lo que obliga a que deberán buscar dirigente que encabece la lista.
En la Alianza Verde, la situación es muy similar. La senadora Claudia López, quien tuvo una votación cercana a los 80 mil votos, en la próxima justa electoral no se presentará al Congreso ya que está en la baraja presidencial de los verdes.
Mucho más incierto es el panorama que tendrán partidos como Progresistas de Gustavo Petro, Compromiso Ciudadano de Sergio Fajardo, Marcha Patriótica y Unión Patriótica que son muy cercanos a Piedad Córdoba.
De esta lista de partidos que se mantendrían en el Congreso activos está Opción Ciudadana, del cual hacen parte dirigentes como Luis Alberto Gil y la familia Aguilar de Santander, entre otros. En 2014 pasaron los 500 mil votos y se podrían quedar en sus curules.
EL MOVIMIENTO PARA LA PRESIDENCIA
El exsenador y miembro de la dirección de la Alianza Verde, Jorge Guevara, asegura que políticamente el año próximo se podría dar una gran convergencia que uniría a sectores políticos del centro y de la izquierda colombiana.
La coalición de la que habla Guevara es la posible coalición entre Claudia López, Sergio Fajardo y Jorge Robledo. “Este proyecto va muy bien, mantenemos reuniones”, manifestó la senadora López al ser preguntada sobre el tema, posición de la que también habla el senador Robledo, sin descartar esa posibilidad, aunque no es tan optimista como su colega.
Pero en un ‘polo’ muy distante se ubica la opinión del analista González, quien estima que en esa posible alianza López-Fajardo-Robledo, encuentra más diferencias que coincidencias ideológicas. Por ejemplo, no ve que en muchos temas estén identificados el gobernador Fajardo con el senador Robledo.
Por el lado del exalcalde de Bogotá, Gustavo Petro, es claro que aspirará a la Presidencia de la República, tal vez con el movimiento Colombia Humana, la réplica de la Bogotá Humana con la que ganó la alcaldía. Petro sin embargo, tiene que superar un problema muy serio, la inhabilidad que tendría para ser elegido debido a que tiene una deuda fiscal con la Contraloría de Bogotá, y estamos hablando de pagar una multa de más de 200 mil millones de pesos.
La suerte de la ministra de Trabajo, Clara López, de quien cada día que pasa se le ve más su deseo de formalizar la candidatura presidencial, la misma llevaría a que busque firmas o se apoye en el partido político Mais, una agrupación que particularmente se ha convertido en el salvavidas de aspirantes cuando requieren un aval.
Jorge Enrique Robledo se vislumbra como el claro candidato que tendrá la izquierda colombiana, la que represente ese sector de extrema y de amplia oposición al centro y la derecha. Sin embargo, Gonzáles cree, que al interior del Polo Democrático Robledo tiene mucha presión para que busque una alianza.
La estrategia del exgobernador de Antioquia, Sergio Fajardo, parecería ser la misma que ha aplicado en el pasado, es decir, se intenta mantener independiente hasta el final, y si logra ‘cuajar’ una alianza la sellaría. Fajardo; sin embargo, no tendría afán de llevar listas propias al Congreso de la República. Desde hace un mes arrancó una serie de visitas a diferentes regiones del país.
La exsenadora Piedad Córdoba, quien igualmente tiene una carta en este ‘póker’, por ahora ya dijo que sí presentará su nombre como candidata presidencial, y curiosamente lo anunció ante la tumba del expresidente cubano Fidel Castro. Córdoba podría aspirar a contar con el apoyo de sectores de Marcha Patriótica y Poder Ciudadano, aunque los mismos no podrían darle el aval. Tampoco se descarta, si las Farc definitivamente se deciden a tener candidato presidencial, que apoyen a Córdoba.
Por ahora, la suerte de estos sectores políticos mostraría ser compleja, con un panorama nada claro para llegar al Congreso y una alianza política para la Presidencia de la República que no prosperaría fácilmente.
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