Aunque San Andrés está de luto, ronda la esperanza

Más de 15 días después de conocerse el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), algunas de las palabras más recurrentes en las islas de San Andrés y Providencia son: luto, promesas, soluciones, Nicaragua y pescadores. Es evidente, al recorrer sus calles, que aunque ya no sea frecuente decirlo públicamente, quedó un sinsabor y un sin número de incertidumbres.
En San Andrés, dijeron algunos de sus habitantes, el comercio se “sigue moviendo normal”, los turistas van y vienen, y la gente está tratando de seguir con su vida. Para los ojos de un observador externo, la vida de la isla parece tranquila y armoniosa, y no es que no lo sea, pero solo falta adentrarse un poco para percibir que más allá de lo que se ve, hay preocupación por el futuro cercano.
Pero hay un elemento adicional. Sin imaginarlo, los habitantes de esa región se han convertido en un foco de atención para el país. Varias visitas del Gobierno, hasta el momento, han dejado como resultado una inversión que supera los 350 mil millones de pesos, proyectos en diferentes sectores y subsidios para los pescadores por 1 millón 800 mil pesos mensuales, durante seis meses.
Sin embargo, la sensación de que les quitaron algo muy suyo no desaparecerá con la inversión. “Lo que se fue se fue y lo que nos queda habrá que cuidarlo. Como dice la canción, a veces la vida es rosa y otras veces negra, a nosotros nos está tocando ahorita lo negro, pero se buscará la forma de que las cosas cambien, estoy segura”, dijo Carmenza Jaramillo, una comerciante antioqueña que vive hace más de 40 años en San Andrés.
LA VISIÓN DE LOS QUE TEMEN
En total se calculan unos 1500 pescadores en todo el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Consideran que son unos de los más afectados con la decisión de la CIJ y cuando se les preguntan por el tema, temor y dinero se convierten en palabras comunes.
A varios se les puede ver agrupados conversando en las cooperativas a las que pertenecen, cuando “deberíamos estar trabajando”, dijo uno de ellos. A pesar de que en esta época del año los vientos y las mareas son más fuertes, algunos se sienten impotentes de no poder ejercer su oficio como hace algunos meses.
Pero tal vez una de las cosas que pocos saben es el origen de ese temor que sienten por ir a pescar donde habitualmente lo hacían. Su miedo no proviene, como muchos pueden pensar, de lo que les puedan hacer las autoridades de Nicaragua, sino de ataques por parte de los “indios” o “atracadores nicaragüenses”, como los conocen en San Andrés.
Según cuentan, incluso cuando el Meridiano 82 fijaba la línea marítima entre Colombia y Nicaragua, los “indios” se adentraban en aguas colombianas y robaban o secuestraban a los pescadores isleños. Y ahora que ya tienen más libertad por navegar por el Caribe, los sanandresanos no quieren exponerse a tal peligro.
Alfonso Forbes, presidente de la cooperativa de Pescadores Artesanales Coopesbis de San Andrés, con 63 afiliados, aseguró que “los pescadores están bien heridos y tienen miedo”. Sentado en una silla de la sede que administra, este veterano pescador de 70 años, se refirió a lo que han pasado después del fallo.
“El Gobierno dice una cosa, que va a protegernos, el Presidente de Nicaragua (Daniel Ortega) dice que los pescadores pueden ir a pescar, pero hay un montón de indios que no respetan. Es que el Gobierno no tiene control sobre esos indios, que son atracadores nicaragüenses y ahora pueden venir más a atracar, abordan en la noche y se llevan hasta el tenis que uno tiene puesto”, sostuvo Forbes.
Según su relato, a veces esos atracadores se hacen pasar como la Guardia Nacional de Nicaragua y de hecho se han conocido casos recientes. “Yo hablé con un marinero hace poco que trabaja para una compañía industrial y me contó que en el último viaje, llegaron como en cuatro canoas y los atracaron, abrieron su maleta y se lo llevaron todo. Otro que estaba ahí, llevaba un tenis nuevecito y le dijeron que se lo quitara, los dejaron solamente con la brújula”.
El líder de los pescadores ese refierió a Ortega como “aquel que se acomoda a lo que venga” y no confía mucho en su afirmación, según la cual, “se respetarán los derechos históricos” de los raizales e isleños, porque a pesar de que exista esa intención, Nicaragua no tiene el suficiente “poder” para controlar todo lo que sucede en la nueva frontera marítima trazada.
“Una familia de indios puede tener cada una muchísimas armas y ellos solamente saben robar y matar. Yo perdí un familiar que lo mataron. Por eso es que estamos tan preocupados, claro que también preocupa el sustento y la plata que estamos perdiendo”, agregó este sanandresano, que dice ser “de madre inglesa y padre negro y que afortunadamente pudo sacar sus cuatro hijos adelante”.
Esa cooperativa, antes del fallo, registraba ganancias por 2 millones de pesos diarios, ahora solo se cuenta 1 millón.
Santiago Slave, un pescador artesanal, se unió a varios llamados de Forbes. Para él resulta curioso que una tarde cualquiera esté sentado con sus colegas y amigos hablando de “preocupaciones y echando carreta como dicen los cachacos” cuando debería estar trabajando.
“Hasta ahora todo sigue igual (…;) Necesitamos poder trabajar, necesitamos que nos devuelvan nuestras aguas, nosotros necesitamos un subsidio del Gobierno, porque con este problema con Nicaragua, nosotros tememos que salir a pescar”, dijo preocupado .
Al hablar de su familia, Slave afirmó que sus hijos dependen de él y agregó que fue víctima de los “que roban”. “Con Nicaragua siempre ha habido roces y yo lo digo porque una vez me cogieron pescando y me detuvieron un mes y tres días y muchas veces ellos te aprehenden en aguas colombianas aún y dicen que te cogieron en aguas nicaragüenses”, explicó.
No obstante, a pesar de todo lo que pasa por su cabeza en este momento, no se declara tan pesimista como otros. “Los pescadores no estamos yendo a los cayos enclavados (Quitasueño y Serrana) , sino a los alrededores tratando de sobrevivir”, pero confía en que poco a poco el Gobierno deje de hablar de tantas promesas para convertirlas en realidad.
“Ojalá él (presidente Juan Manuel Santos) siga viniendo para que dialoguemos. Lo que queremos son soluciones, no muchas promesas, ni proyectos a largo plazo”, señaló.
EN PROVIDENCIA LAS ACCIONES SON NECESARIAS
Providencia es un “territorio de paz y tranquilidad” o así la llaman sus pobladores. Por sus calles ronda una tranquilidad cotidiana. Además la agricultura, la pesca y el ecoturismo son las principales actividades económicas de sus cinco mil habitantes.
Según Ligorio Archibold, raizal y habitante de Providencia, los oficios de toda su vida han sido pescar y cultivar. Dijo que a pesar de todo lo que les falta en la isla son felices, "pero en este momento estamos de luto por el problema de Nicaragua, es que limitar a la gente a una zona donde no hay plataforma para pescar es un problema tenaz para nosotros".
Al parecer comparte el mismo sentimiento de los pesacadores de San Andrés, que queda a unos 80 kilómetros de Providencia. Para este hombre de 42 años, desde el 19 de noviembre cuando se conoció el fallo, son muy pocos los pescadores que han vuelto a los cayos por temor a que los atraquen mientras atraviesan aguas que antes eran colombianas.
Frente a las acciones que ha informado el Ejecutivo para ayudar a la región, Archibold sostuvo que lo que esperan son más soluciones para fomentar la pesca.
"Aquí se ha intentado de todo, pero se ha demostrado que la pesca no lo va a vencer nada. El municipio no va a poder contratar a cinco mil habitantes, porque la mayoría se dedica a la pesca. En cultivo no se puede pensar mucho porque no tenemos río ni agua, se depende de la lluvia, entonces sí queremos que nos digan algo, queremos soluciones y vamos a ver con qué sale el presidente Santos. Al de Nicaragua (Daniel Ortega) no le creemos mucho", afirmó.
Por su parte, Abnor Milles, un habitante de 64 años y quien se describe como un "sobreviviente de la vida", explicó que en Providencia se puede vivir en paz porque otros problemas del país como las acciones que emprenden las Farc en contra de la población, "por aquí no se viven".
Pero lo que no se descarta del todo en esta isla es la idea de que Providencia sea decretado un Estado independiente con un gobierno autónomo que maneje los intereses de una población con orígenes británicos y africanos.
"En Providencia se puede vivir en paz y sin problemas. Después del fallo nosotros tratamos de seguir viviendo normal y salir adelante. Hacen promesas y no se ven acciones, por ejemplo, para los pescadores. Nos hacen faltan cosas en infraestructura y salud. Nosotros hemos hablado bastante de indepndizarnos", dijo Abnor Milles.
Finalmente, Ediberlo Wertern, otro poblador, expresó que él vive "tranquilo, relajado, sin problemas y trabajando en lo que salga". Aunque no está muy contento con lo que ha hecho el Gobierno colombiano para enfrentar el fallo, "ni locos todos nosotros queremos ser de Nicaragua, colombianos somos ahora y preferimos que se así".
ÚLTIMAS MEDIDAS ADOPTADAS POR EL GOBIERNO
- Una inversión de 200 mil millones de pesos, adicionales a los 170 mil millones que ya se había anunciado para todo el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.
- Subsidios para los pescadores por 30 mil millones de pesos. Cada pescador recibirá un millón 800 mil pesos mensuales durante los próximos seis meses.
- Reducción a la mitad de los pasajes aéreos de Satena entre San Andrés y Providencia y se invertirán cerca de 25 mil millones de pesos para proyectos educativos.
- En educación, la inversión será de 45 mil millones de pesos, 30 mil millones para 700 becas y los 15 mil millones restantes para programas de bilingüismo.
- Ampliación de la pista del aeropuerto de San Andrés y Providencia, la creación de una estación de Guardacostas con muelle, para garantizar la seguridad de los pescadores y el arreglo de la calle Circunvalar de Providencia.