El Gobierno Nacional entregó un nuevo reporte de las zonas veredales y su adecuación, pero más allá de señalar los problemas comunes como la dificultad de vías de acceso a las mismas, indicó que algunos comandantes de las FARC suelen detener algunas obras para establecer exigencias que no se pueden cumplir.
“En muchos campamentos los mismos comandantes de las FARC no han permitido que se avance, porque hacen exigencias que no corresponden a lo que se acordó. Tal vez el caso más notorio fue el de Tumaco (…) porque el comandante local en repetidas ocasiones ha parado la entrada de los proveedores”, dijo el alto Comisionado de Paz, Sergio Jaramillo.
Entre las cosas que estarían pidiendo, dijo, estarían espacios audiovisuales, gimnasios, paredes dobles, “unas cosas realmente desbordadas”.
Por su parte, Carlos Córdoba, Gerente de las Zonas Veredales, dio ejemplos de lo que está pasando en algunos de esos sitios, y particularmente en el caso de Tumaco afirmó que estaban listos para ingresar desde el 15 de diciembre para adecuarlo, pero las exigencias no lo permitieron.
“Cuando llegamos las FARC nos decían que no dejaban comenzar la obra si no se hacían dos polideportivos, un estudio audiovisual, doce oficinas para comandantes, habitaciones en ladrillo, soporte estructural en concreto y aire acondicionado con área de 110 metros por soldado raso y 120 metros por comandante. Una cosa que se salía de toda proporción”, afirmó.
En el caso de Auraquita, en Filipinas, dijo Córdoba, el Gobierno está haciendo los techos, las estructuras y los pisos para que las FARC solo se dedicarán a poner las paredes –dado a que el acuerdo era que ellos las construían-, pero aun así “durante varias semanas hubo manifestaciones de las FARC de que ellos trabajaban pero si se les pagaba”.
En Colinas, San José de Guaviare, las FARC no aceptaron los baños y decidieron bañarse en un río que provee de agua a un internado de niños, y en La Fila en Icononzo en estos días se reinician las obras que duraron paradas 23 días porque exigían la construcción de una nueva vía terciaria para llegar al campamento, comentó Córdoba.
“Esto es lo que les decimos: no estamos de acuerdo en el tamaño de una bodega, eso no implica que paremos todo el campamento para poder hacer esa concesión”, agregó.
Estas trabas se unen a las dificultades de acceso y a las protestas por parte de la comunidad en algunas zonas, como en Caño Indio, en Tibú, Norte d Santander.
“Las partes se demoraron en poder definir el sitio específico de la zona y el campamento. Hubo trabas y un bloqueo de seis días para llegar al sitio y estamos reparando tres puentes para llegar al sitio específico. Pero la infraestructura para llegar es compleja”, aseguró.
Por todo esto, aunque explicó el Comisionado de Paz que se quiere mantener el buen ambiente, el Gerente de las zonas dijo que se puede retrasar aún más la adecuación de los campamentos.
"A este paso las zonas se van a demorar más de lo planeado”, aseguró.
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