El gremio de Cajas de Compensación Familiar desarrolló e implementó desde marzo el Mecanismo de Emergencia para el Cesante, un beneficio económico dirigido a aquellas personas que perdieron su empleo durante la crisis ocasionada por el COVID-19 y, a la fecha, atendieron a 108.813 personas con 334.000 millones de pesos.
Ahora, a través de una autorización otorgada por el Decreto Ley 765, las cajas podrán destinar más recursos propios a más beneficiarios.
Al 23 de junio, las cajas habían recibido 753.731 solicitudes, de las cuales 232.437 han sido postulaciones aprobadas que certifican todo el cumplimiento de los requisitos, y se han comprometido más de 300.000 millones de pesos para 108.813 personas.
Bajo el alcance financiero actual donde las cajas propusieron algunos ajustes se espera atender a un total de 200.000 personas más personas con recursos que se acercan a los 500.000 millones de pesos. Lo que incrementa la cobertura del beneficio en 44 % más de lo inicialmente proyectado. Los recursos se focalizarían en las personas que tienen ya autorizado el beneficio.
Por lo anterior, aunque con estos nuevos recursos se amplía la cobertura, es necesario comprender la limitación manifiesta desde la Ley 1636 y explícita en el decreto 488 los beneficios se mantendrán hasta que permanezcan los hechos que dieron lugar a la emergencia económica, social y ecológica, y hasta donde permita la disponibilidad de recursos.
Bajo lineamientos financieros, las cajas traerán a valor presente los posibles recursos que se recaudarían entre los meses de junio y diciembre. Es decir, se calculó cuánto podría ser el recaudo de los meses futuros, para con dichos recursos atender en la actualidad a más trabajadores.
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