El presidente Juan Manuel Santos anunció la captura de uno de los principales cabecillas de la organización criminal “la Oficina”, el cual estaba prófugo desde hacía cinco años.
Se trata de Carlos Arturo Hernández Ossa, alias “Duncan” o “Jerónimo”, quien fue arrestado en Perú, en una operación combinada de las policías de ambos países.
El detenido fue hombre de confianza del extraditado Diego Fernando Murillo Bejarano (“don Berna”), el fundador de “la Oficina”, y en 2005 se desmovilizó como comandante del bloque Héroes de Granada de las Autodefensas Unidas de Colombia.
Continuó delinquiendo en la clandestinidad, encargado principalmente de las redes de esa estructura en el Oriente y el Nordeste de Antioquia, valiéndose de contactos con militares corruptos.
El 7 de noviembre de 2008 fue capturado por la Dijín, cuando se movilizaba en una camioneta en compañía de un soldado, en el sector de Laureles, occidente de Medellín.
Pese a tener un alto perfil delincuencial, la justicia solo lo condenó a tres años de prisión por los delitos de porte ilegal de armas y falsedad en documento público. Y le concedieron la detención domiciliaria, bajo el argumento de que era padre cabeza de familia.
Como era previsible, el 24 de mayo de 2010 se fugó de su vivienda, ubicada en el sur de Bogotá.
Desde entonces comenzó una persecución internacional e Interpol expidió una Circular Roja en su contra. Fuentes policiales le contaron a EL COLOMBIANO que estuvieron rastreando los movimientos de “Duncan” en Panamá, Ecuador y Perú.
El interés por su captura se reactivó en el último año, de cuenta de unos presuntos contactos que estaría sosteniendo con la banda “los Urabeños”, cuyo desmantelamiento es un objetivo primordial para el Gobierno colombiano y el de Estados Unidos.
El presidente Santos lo catalogó como “el último gran capo de la ‘Oficina de Envigado’”.
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