Luego del júbilo que invadió al país por cuenta del acuerdo al que llegó el Gobierno Nacional con la guerrilla de las Farc en el punto sobre participación política y del anuncio del presidente Juan Manuel Santos de que no habrá pausa en las negociaciones de paz, los diálogos en La Habana (Cuba) entrarán, durante época electoral, en la discusión de los puntos que han sido catalogados por muchos como los fundamentales. Entre ellos, el tema del reconocimiento a las víctimas del conflicto.
La mesa negociadora se dedicará ahora a tratar el tema de los cultivos ilícitos. Un punto que, de ocupar el cuarto lugar en la agenda, pasó a ser el tercero en la negociación. Y aunque pareciera como un hecho natural que dentro de la evolución las conversaciones de paz sea este el siguiente asunto en discusión, el hecho no deja de ser, para los analistas consultados por Colprensa, una movida política.
Según explicó el ex consejero de Paz Eduardo Jaramillo, el hecho que se aplazara la discusión sobre reparación a las víctimas y dejación de armas o terminación del conflicto obedece a que estas discusiones están muy ligadas a lo que se acuerde en participación política, narcotráfico y agro.
“Esos son temas que, por lógica se deben tocar mucho más adelante para que sea más fácil evacuarlos porque ya hay unos elementos que los soportaría para poder avanzar”, puntualizó.
Para la discusión de este punto se hicieron dos foros sobre este tema en Colombia. Uno en Bogotá y el segundo en San José del Guaviare con los campesinos y cultivadores de la zona. Las conclusiones de estas jornadas serán llevadas a La Habana y servirán de insumos para la discusión de este punto, que en opinión de los expertos será el que menos tiempo tome.
RÁPIDOS ACUERDOS EN TEMA DE CULTIVOS ILÍCITOS
En casi un año de negociaciones de paz se han alcanzado acuerdos en dos puntos. El presidente Santos ha insistido reiteradamente en darles celeridad da las negociaciones, al punto de que el más reciente ciclo que finalizó y en el que se anunciaron acuerdos, se prologó por dos días más de los que inicialmente estaban previstos. Tal parece, que la discusión sobre cultivos ilícitos no se alargará como sucedió con los temas agrario y de participación en política del grupo insurgente, además, porque es asunto fuertemente ligado a las discusiones que ya tuvieron lugar sobre las trasformaciones para el campo colombiano.
Entre lo que busca el Gobierno con la discusión de este punto es que las Farc que comprometan a erradicar el cultivo de plantas ilícitas como la coca, marihuana y amapola, pero a su vez abandonen el tráfico de los productos que de ellas obtienen. A su turno, la guerrilla, está buscando que el Gobierno pare las erradicaciones de estos cultivos con aspersiones aéreas de glifosato y en su lugar presente programas de sustitución que sean viables y sostenibles para las comunidades.
Expertos como el politólogo y magister en estudios políticos de la Universidad Javeriana, Albeiro Cienfuegos y el investigador del Centro de Recursos para el análisis del Conflictos (Cerac) Juan David Velasco coinciden en señalar que, en tiempos, este punto será el más corto, pues es probable que ya existan consensos preliminares al respecto que pueden estarse dando a conocer entre febrero y marzo del año entrante, justo cuando estén en su apogeo las campañas electorales para la Presidencia de la República.
Por un lado, Velasco defiende que esta será la oportunidad que tendrán las Farc para defender que no fueron traficantes de droga sino un ejército que controló a los campesinos para que cultivaran y procesaran la hoja de coca, pero que además, cobró a los narcotraficantes un impuesto para venderles la pasta de coca y permitirles aterrizar sus aviones en los territorios donde tenían el control militar.
“Las Farc en este punto van a demostrar que no son narcotraficantes diciéndole al país que van a tener un acuerdo rápido en este punto y defenderán que estuvieron en los eslabones más bajos de la cadena productiva que es la siembra el procesamiento y el transporte”, explicó el experto para quién a pesar de que hay frentes que trafican con cocaína, este será el discurso que tratarán de manejar en un intento por limpiar su imagen y la mejor prueba de ello será acordar rápido ese punto.
Para Velasco el ‘cuello de botella’ en la negociación de este punto estará en la sustitución de cultivos ilícitos, pues para ello se requiere de una reforma agraria que fue objeto de discusión del primer punto de la agenda negociadora. La vía para que sea posible esta sustitución de cultivos será a través de la creación de zonas de reserva campesina, porque allí es donde existe la posibilidad para que se desarrollen proyectos de agricultura familiar. Según explicó, la guerrilla ha pedido 10 millones de hectáreas del país para zonas de reserva, pero la demora estará en acordar con el Gobierno esta cantidad, que probablemente puede ser al final de ocho o siete millones de hectáreas.
Entre tanto, el politólogo Alberto Cienfuegos, defiende que “es probable que nos sorprendan con el hecho de que ya han avanzado algo con ese tema ya han hecho intercambios generales”. Según dijo, la presencia del General (r) Óscar Naranjo en la delegación de negociadores de paz es fundamental en este punto para redefinir la política de lucha contra el narcotráfico.
“Tengo la tesis que la presencia del General Naranjo es cumpliendo el papel de alfil en relación con el punto del narcotráfico (…) en la presentación general en lo que puede contribuir la desmovilización de las Farc en la lucha contra el narcotráfico”, explicó Cienfuegos.
Además, para él en este punto puede haber una convergencia de intereses entre las partes que está afectada por la poca capacidad para garantizar el control territorial en ciertas zonas, de ahí que el Gobierno esté buscando una alianza para evitar la penetración de otros grupos narcotraficantes en los territorios que las Farc liberen del cultivo de ilícitos.
“Infiero que también buscan a las Farc como aliado para contener la penetración del Cartel de Sinaloa en Colombia”, declaró Cienfuegos y luego explicó que este cartel mexicano se ha venido consolidando como tal por fuera de las fronteras de su país. De ahí la necesidad de actuar en bloque con la guerrilla para evitar que el Cartel de Sinaloa u otros grupos como el Ejército de Liberación Nacional, tomen las rutas y territorios que estarían dejando libres las Farc.
Para Cienfuegos, evitar que el Cartel de Sinaloa se expanda fuera de México hace parte de las preocupaciones geopolíticas de los Estados Unidos y, en ese sentido, considera que es gratuito que el inicio de la discusión sobre los cultivos ilícitos entre los miembros de la mesa negociadora de paz coincida con la visita del presidente Juan Manuel Santos a ese país para entrevistarse con el presidente Barack Obama.
Aunque se ha dicho que en el encuentro se trataran los asuntos ya acordados, “llama la atención que coincida el tratamiento del puntos sobre cultivos ilícitos con la visita del presidente Santos a Estados Unidos”.
Es por eso que, para Cienfuegos, este punto podría evacuarse entre las partes negociadoras mucho más rápido de lo esperado, probablemente dentro de los primeros meses del año entrante. De ser así, el experto considera que se lograrían otras coincidencias de carácter electoral. Según explicó, lograr un acuerdo sobre cultivos ilícitos en febrero o marzo, por un lado, consolidaría la idea en la sociedad colombiana de que el acuerdo de paz es irreversible. Por el otro, aumentaría las opciones de reelección del presidente Santos.
“Un tercer acuerdo antes de las elecciones consolida los vientos a favor de la reelección, consolida lo inmanente de un cierre del conflicto y bloquea la opción del candidato uribista de tal manera que es el momento que se busca configurar y creo que los actores empujan en esa dirección”, explicó el experto.
Para Cienfuegos, el mejor escenario para las Farc es la reelección del Presidente y no porque funjan como un apoyo político, sino porque estratégicamente eso les permitirá conservar los ritmos de las negociaciones ya que considera que un cambio de gobierno podría ser catastrófico para el proceso de paz.
VICTIMAS, BANDERA ELECTORAL
Así las cosas, los expertos coinciden en señalar que probablemente durante la época de campaña para las elecciones presidenciales el tema que esté en discusión en La Habana será la reparación a las víctimas del conflicto. Esta será, probablemente, bandera electoral tanto de quienes están a favor de la paz como de quienes están en contra.
Para el excomisionado Eduardo Jaramillo es inevitable que las negociaciones se desliguen del proceso electoral y aunque la discusión en La Habana genere ruidos y suspicacias en las campañas no son suficientes como para levantar los diálogos de paz. }
"Se puede presentar la intensión de valerse de ese momento para difundir una serie de banderas con fines políticos. Ese es el ruido por haber traslapado la negociación con el proceso electoral. Pero ya estamos en eso", declaró Jaramillo.
Sin embargo, según explica el investigador del Cerac, Juan David Velasco, la discusión de este punto será estratégica para que las Farc, en un momento electoral, anuncien que efectivamente están dispuestas a pedir perdón por sus crímenes y hacer un reconocimiento a sus víctimas.
“Lo que más indigna al colombiano del proceso de paz es ver que unas personas que fueron secuestradoras, masacradoras, que robaron fincas, que asesinaron, vayan a participar políticamente y tengan tantas gabelas judiciales. ¿Por qué va a ser estratégico que pedir perdón a las víctimas coincida con el desarrollo del proceso electoral? Para que las Farc aprovechen el cubrimiento de la campaña electoral en los medios de comunicación y muestren que sí pueden pedir perdón y que pueden reconocer los crímenes que cometieron”, declaró Velasco, para quien este hecho será importante en el proceso de reconciliación del país.
Además, defiende que cuando esto suceda, el odio de los colombianos por las Farc se moderará y contribuirá a que la opinión pública afiance su percepción positiva por el proceso de paz. Lo cual, en suma, es el primer paso de reconciliación.
Para Velasco, ese escenario, que electoralmente favorecería a Juan Manuel Santos, también daría cuanta de un proceso de maduración de los diálogos de paz. “Lo que quiere hacer Sergio Jaramillo, el Alto Comisionado de Paz, es que cuando el proceso de paz coincida con las campañas electorales al Congreso y a la Presidencia, ya se esté instalando el punto de pedir perdón porque esa es la etapa de maduración del proceso de paz después de la cual, viene la estocada final que es la de reconciliación. Ésta sólo se logra si se pide perdón”, puntualizó.
Según explica, en experiencias internacionales de terminación de conflictos como en Sudáfrica o Guatemala las etapas de culminación de los diálogos fueron dedicadas a la reconciliación, que será un momento en el que el Estado también deberá pedir perdón.
Durante la época electoral también se daría el viaje a La Habana de la comisión de víctimas, que ha sido una petición reiterada que se ha hecho desde varios sectores políticos. Además, será el momento para que se dé el debate sobre asuntos de justicia, pues quedarán expuestas dos visiones de reparación a las víctimas. La de los uribistas, que defienden que más que pedir perdón, los victimarios deben pagar sus penas, ir a la cárcel y evitar que los crímenes queden impunes. La segunda, que abanderan los santistas, propone un esclarecimiento de los hechos, conocer la verdad y que los victimarios pidan perdón público y a sus víctimas.
De ahí que, un anuncio de las Farc sobre reconocimiento a sus víctimas durante un momento electoral, inclinaría necesariamente la balanza hacia uno de estos dos lados y, por eso, es clave que esa discusión tenga lugar precisamente en ese momento.
“Las víctimas van a ser centrales en la campaña electoral”, concluyó Velasco para quien el último punto en discusión durante las negociaciones de paz será el de desarme y finalización del conflicto pues será sobre “las herramientas para garantizar el cumplimento de lo pactado”.
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