Con la expectativa de prórroga del cese al fuego bilateral, este miércoles se reanuda la mesa de diálogos de paz entre el Gobierno Nacional y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), tras la llegada de los equipos negociadores a Quito, Ecuador, este lunes.
Así lo informó el Gobierno a través de una comunicación, en la que afirmaba que las delegaciones negociadoras ya estaban trabajando en Ecuador y que en la reanudación de la mesa se hará una evaluación para identificar aciertos y aspectos por mejorar, que permitan acordar un nuevo cese.
Se espera que la continuidad de la dejación de hostilidades sea el primer tema de discusión y que se llegue a un acuerdo lo más pronto posible, debido a que tanto el Gobierno como el ELN han manifestado su voluntad de hacerlo en varias ocasiones y a que este 9 de enero, a la media noche, venció el pacto del cese al fuego que inició el primero de octubre de 2017.
Recientemente, Pablo Beltrán, jefe del equipo negociador de la delegación del ELN, dijo que la guerrilla está dispuesta a pactar un nuevo cese, pero que el Gobierno debe tener más voluntad política parta corregir los errores que se cometieron durante la implementación de la dejación de hostilidades y en la negociación. “El Gobierno tiene que colocar más que lo que colocó en esta oportunidad, porque se trata de demostrar voluntad política”, dijo.
Se conoció que Gustavo Bell y Beltrán sostuvieron una reunión en Quito, sobre la importancia de llegar a un acuerdo frente a este tema. El presidente Juan Manuel Santos, este sábado cuando anunció los nuevos cambios al equipo negociador por parte del Gobierno, también manifestó la intensión de priorizar la prolongación del cese al fuego con esta guerrilla. “Estamos más que dispuestos a prorrogar el cese al fuego con el ELN y a renegociar las condiciones de un nuevo cese”, dijo en su momento.
La Conferencia Episcopal y la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, que son garantes del proceso, igualmente hicieron un llamado a que se intenten preservar los logros obtenidos en materia de reducción de violencia durante la vigencia del cese al fuego bilateral. “Compartimos la necesidad de un acuerdo de cese al fuego más robusto, que genere mayor confianza entre las partes y en la sociedad colombiana. Son beneficios tangibles que redundan en mayor legitimidad para el proceso de paz”, afirmaron.
Definir este aspecto es de vital importancia, tanto para las partes como para el país, debido a que se puede escalar las confrontaciones entre las Fuerzas Militares y las tropas de esta guerrilla. Así lo dejó entrever el reciente anuncio del comandante 'Uriel', del Frente de Guerra Occidental Omar Gómez, que opera en el departamento del Chocó, quien afirmó que desde este lunes le dijo a sus hombres que tomaran posiciones.
Para el analista político Mauricio Jaramillo, la tardanza en definir una prorroga se debe a las acusaciones mutuas de violaciones a lo pactado y eso hace difícil la negociación, a pesar de que ambas partes, aparentemente, estén de acuerdo en la necesidad de seguir con este pacto.
“Lo más importante es que las dos partes tengan unidad de mando, que puedan ejecutar aquello con lo que se comprometen. El ELN ha demostrado que tiene cadena de mando y las Fuerzas Militares hacen lo que el presidente les ordena. Pero también es importante que si pacta un nuevo cese, se mejore el protocolo para cada vez que haya un incidente o una violación al mismo”, dijo Jaramillo.
Lo mismo opina Ariel Ávila, subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación, quien afirma que se debe reforzar el mecanismo de monitoreo y verificación. “Es un tema de forma no de fondo, porque el tema es pedirle al mecanismo que sea más diligente, pero ¿cómo hacerlo?”.
El analista dice que este aspecto se debe definir pronto, porque no se puede permitir que se levante el cese al fuego debido a que significaría un retroceso. “Si se levanta, volverlo a pactar podría ser mucho más complejo”.
Sin embargo, para el experto en política Enrique Serrano, esos inconvenientes que se han tenido para definir la continuidad del cese al fuego tienen relación con la etapa en la que está el Gobierno Santos. “Están negociando con un Gobierno que languidece, entonces, la incertidumbre política que reina en estos tiempos hace que cualquier intento de hacer sólido el discurso, sea sólido porque el Gobierno no tiene legitimidad debido a que está terminando el periodo”, agregó.
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