Soldados vigilantes en la vía, flujo de vehículos normal, una carretera sin mayores novedades (salvo el mal estado del pavimento en algunos parajes) y algunas medidas de seguridad es el panorama que presenta la troncal que conecta a Medellín con el Urabá antioqueño.
Como lo anunció el secretario de Gobierno de Antioquia, Andrés Julián Rendón, en el trayecto los soldados de la Brigada 17 han recibido el refuerzo de otras unidades y se han apostado en la carretera para brindar seguridad a viajeros como Marta Aguiar, quien expresó su satisfacción “porque de esta forma podemos sentirnos seguros después de lo que pasó el fin de semana cuando quemaron cinco buses”.
Aunque la presencia de los soldados es más notoria desde el sitio conocido como Río Verde, en jurisdicción de Uramita, la Policía ha brindado su apoyo en las cabeceras de los municipios que bordean la carretera a Urabá, en los cuales hacen retenes de control y “verifican que no haya contratiempos”.
Así lo expresó el comandante de la estación de Policía de Uramita, el intendente Carlos Alberto Medina, al afirmar que “el Ejército realiza los operativos de control con la Policía de Carreteras de Cañasgordas. Brindamos apoyo al Ejército que hace el control con sus patrullas motorizadas. Afortunadamente en este sector no pasó nada”.
LAS MEDIDAS DE SEGURIDAD
El lunes, el comandante de la Policía de Urabá, coronel Jaime Ávila, anunció el cierre de la troncal a Urabá entre las seis de la tarde y las seis de la mañana como una forma de contrarrestar los ataques que pudieran presentarse por el frente 5 de las Farc.
En diferentes puntos como el Cañón de la Llorona y Mutatá, los soldados retienen los vehículos para hacer caravanas y acompañar no solo a los viajeros sino también a los transportadores con las tanquetas del Ejército, medida que no ha sido bien vista por los que conducen los vehículos de carga, o los mismos pasajeros, quienes aducen que “nos han tenido hasta tres horas parados”.
“Esta bien que nos cuiden, pero no nos deben tener tanto tiempo retenidos porque perdemos parte del día y de nuestras ganancias. Yo me hago en un día dos y tres viajes entre Chigorodó y Mutatá, hoy (ayer) solo he podido hacer uno”, explicó el conductor de un camión cargado con abonos orgánicos.
La pasajera Teresa Ángel, manifestó su molestia “porque nos han parado muchas veces y la verdad uno tiene cosas que hacer”.
Otro de los conductores expresó que a parte de la situación que se presentó el fin de semana con la quema de los cinco vehículos, “la carretera ha estado tranquila. Hacía tiempo no pasaba nada con esa gente”.
Enericth Badillo, secretaria de Gobierno de Mutatá, declaró a EL COLOMBIANO, que ayer los comandantes del Ejército y la Policía, así como también las autoridades civiles, realizaron un consejo de seguridad para determinar las nuevas medidas que regirán en la carretera. Al cierre de esta edición, continuaban en la reunión a puerta cerrada.
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