Colombia


El Viaducto de la Novena en Bucaramanga desde hoy se llama Alejandro Galvis Ramírez

Alejandro Galvis Ramírez, quien falleció el pasado 15 de enero, fue un hombre visionario que, a través de su trabajo, promovió el desarrollo del país y de Bucaramanga.

COLPRENSA

12 de febrero de 2021 08:22 PM

Desde esta tarde el inmenso Viaducto de la Carrera Novena en Bucaramanga tiene el nombre de otro gigante en la historia de Santander y de Colombia: Alejandro Galvis Ramírez.

Como un homenaje póstumo a la memoria del que fuera uno de los más grandes empresarios del país y un destacado periodista, la Alcaldía de Bucaramanga designa en breves momentos esta importante estructura vial con su nombre y apellidos.

De acuerdo con el decreto, expedido hoy por el mandatario de los bumangueses, Juan Carlos Cárdenas Rey, el nombre y el apellido de este gran santandereano, férreo defensor de la libertad de prensa, quedan desde hoy grabados para la historia en letras de molde y por supuesto en uno de los lugares más icónicos de la meseta de Bucaramanga: el inmenso paso elevado de la carrera 9, ese que comunica a la calle 45 con la entrada del barrio Mutis.

Con este homenaje, el Mandatario Local le reconoce a Alejandro Galvis Ramírez su vida y trayectoria, además lo destaca públicamente como un ciudadano ilustre, líder de opinión, sobresaliente empresario, periodista insigne y un gran líder de opinión.

El santandereano Alejandro Galvis Ramírez, quien falleció el pasado 15 de enero dejando un enorme vacío en nuestra comunidad y en general en el país entero, fue considerado como uno de los personajes más grandes influyentes de Santander y del país. Él hizo parte de la historia regional y nacional como visionario del periodismo, líder de opinión y un hombre de gran entrega a la comunidad.

Su nombre y apellidos, que desde ya quedan registrados en la partida de bautismo del puente más importante de la ciudad, perdurarán como un hombre emprendedor, gestor de proyectos que le dieron un gran desarrollo a Santander y una gran figuración a nivel nacional.

Dentro de las ejecutorias más significativas de Alejandro Galvis Ramírez se destacan las de haber transformado nuestro periódico, Vanguardia, que ya llegó a sus 101 años y es el medio más importante de Santander. También lo consolidó como uno de los periódicos más reconocidos del país.

Es preciso decir que también impulsó el desarrollo del periodismo regional; no en vano se convirtió en el socio mayoritario de diarios como El Universal, de Cartagena; La Tarde, de Pereira; El Liberal, de Popayán; y El Nuevo Día, de Ibagué. También logró consolidar el periódico popular más leído de Colombia: Q’hubo.

Así las cosas, él se convirtió en uno de los empresarios más importantes del sector informativo; además de gestar y presidir la Asociación Nacional de Editores de Diarios, Andiarios, y fundar la Agencia Nacional de Noticias, Colprensa.

Su amor por la región y liderazgo lo llevaron a ser el precursor gestor de la primera facultad de Comunicación Social de Santander en la Universidad Autónoma de Bucaramanga, Unab, y también con su decidida participación la creación de la primera Facultad de Economía de la región.

Su excepcional ética de trabajo, su empeño y pasión por el desarrollo del Departamento, su trayectoria y valentía en el ejercicio del periodismo y la defensa a ultranza de la libertad de prensa y de opinión le merecieron los más altos reconocimientos y exaltaciones a nivel nacional y regional, como la Cruz de Boyacá, la Orden al Mérito Industrial, la Orden al Mérito Ganadero, y las máximas distinciones de la Sociedad Interamericana de prensa, por citar solo algunas condecoraciones.

De igual forma recibió el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar, en la categoría de Gran Empresario.

Alejandro Galvis Ramírez también fue un gran líder en la ganadería. Creó y dirigió la empresa El Madrigal, la cual le ha aportado un desarrollo muy importante a las diferentes razas bovinas, especialmente el Pardo Suizo, cuyos ejemplares han ido a acrecentar la raza en diversas regiones del país y han sido galardonados en las mejores ferias.

Participó activamente en el desarrollo de la Corporación Financiera de Santander y fue el motor de asociaciones como Prosantander, y junto a otros grandes impulsó los proyectos de infraestructura más importantes para la región, tales como: la represa del Sogamoso, la transformación de la refinería de Barrancabermeja, la conexión vial con el puerto Petrolero, la Ruta del Sol, la vía a Cúcuta, la ampliación del acueducto de Bucaramanga, la reestructuración del aeropuerto de Palonegro, el Instituto del Petróleo, entre otros.

También lideró el Grupo Promisión, que en su tiempo fue un importante holding de inversiones promovido por buena parte de los empresarios de Santander.

Según Carlos Chaverra, empresario y uno de los pilares de ese grupo en sus inicios, además de ser un destacado columnista de Vanguardia, recuerda que “él siempre tuvo la máxima expresión de liderazgo cuando se trataba de convocar región.

Fue y será recordado como uno de los más grandes santandereanos, que le colocaba pasión a todo lo que hacía y eso se traducía en un rotundo éxito en cada proyecto que emprendía”.

Tras su gran labor en pro de los hombres que siembran la tierra, la Federación Colombiana de Ganaderos de Colombia, Fedegán, lo galardonó en más de una ocasión, al cumplir sus 45 años de trabajo en la ganadería y, sobre todo, se le destacó el hecho de que todo lo que hizo siempre fue por buen camino.

Lideró muchas obras sociales a través de la Fundación que también honró el nombre de su padre, el patricio Alejandro Galvis Galvis, fundador de Vanguardia. Destacamos la reconstrucción de un colegio que nació con la idea de ayudar a cientos de niños del sector de la Mesa de los Santos y las veredas aledañas: el Colegio Agroecológico Holanda.

En 2010, Alejandro Galvis Ramírez lideró allí la iniciativa de la construcción de nueve aulas más, completamente dotadas para la institución: “Inicialmente el doctor Alejandro quería realizar la construcción de cinco aulas, pero él, juntos a varios empresarios y amigos, lograron reunir los fondos para construir un total de nueve salones, un área múltiple, un restaurante escolar, cafetería, baterías sanitarias y un tanque de almacenamiento, entre otras obras”, dijo su rector Orlando Camacho, actual rector del plantel.

Alejandro Galvis Ramírez perteneció durante muchos años a la junta directiva de Ecopetrol e incluso fue el encargado de liderar la búsqueda de accionistas locales para la filial de Terpel, tras un maravilloso trabajo que nos trajo gran progreso a la región.

Arturo Natho Gamboa y Oscar Andrés Bravo Restrepo, Presidente y miembro de la Junta Directiva Organización Terpel S. A., dicen que se sienten “enormemente agradecidos por su legado y su participación en la historia de esa compañía”.

“La Terpel que nos moviliza por tierra, mar y aire, es la empresa que Alejandro Galvis Ramírez concibió desde un inicio. Con su espíritu idealista, su energía, su ética y su pasión apoyó la construcción de la Estación Terminal de Distribución de Productos de Petróleo, hoy conocida como Terpel, la segunda compañía más grande de Colombia y presente en cinco países de América Latina”, recuerdan.

Ellos aseguran que “con generosidad y nobleza, Alejandro Galvis Ramírez contribuyó a que el propósito de este gran proyecto empresarial fuera siempre servir a los colombianos. Gracias a él y a todas las personas que participaron en la creación de Terpel, hoy ese propósito sigue intacto en nuestra propuesta de valor y orienta todas las acciones de la compañía”.

Y más aún aseguran que El sol de Terpel siempre brillará en su memoria, al igual que lo hace desde esta noche el hoy Viaducto de la carrera Novena y que con sus 3.858 luminarias quedaron programadas desde un software, con un sistema de última tecnología, para resaltar el homenaje que le rinde nuestra ciudad a uno de los personajes más ilustres de Santander.

Sobre el Viaducto

El 9 de abril de 2015 fue inaugurado el que se conoce como el puente atirantado más extenso y alto del país: El Viaducto de la Novena, hoy Viaducto Alejandro Galvis Ramírez.

La estructura, de 550 metros de longitud y que se erige sobre una altura de 132 metros, en ese entonces abrió una nueva alternativa de comunicación entre el centro de Bucaramanga y el sector de la Ciudadela Real de Minas se pone al servicio luego de múltiples de tropiezos. Comenzó a construirse durante la administración del alcalde Fernando Vargas Mendoza, pero fue el mandatario Luis Francisco Bohórquez quien lo inauguraría en 2015.

Su construcción duró cerca de cuatro años y 138.000 millones de pesos. La estructura construida por ingenieros de cinco países atraviesa la cañada del Loro y para su ejecución fue necesario exhumar los despojos de personas sepultadas en un cementerio. En homenaje a quienes yacían en el camposanto se construyó un obelisco, el costado occidental de la entrada norte del puente.

El viaducto cuenta con un alumbrado instalado en las barreras protectoras en el que se invirtieron 10 mil millones de pesos. De noche, el puente cambia de colores lo que constituye en uno de los grandes atractivos de Bucaramanga.

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