El final de las niñas Zory Briyith Polanco Sánchez y Vanesa Usnas Ulcué fue la muerte: en la mañana de hoy sus cadáveres fueron encontrados en medio de una plantación de guadua, ubicada entre los cañaduzales de propiedad de un reconocido ingenio azucarero.
Una de las cuatro comisiones de corinteños que buscaban a las pequeñas, con la esperanza de encontrarla vivas, fue la que dio el aviso del hallazgo, a eso de las 6:30 de la mañana, cuando caminaron entre las guaduas, luego de a atravesar a pie una quebrada.
“Luego de la noticia de la desaparición, la gente empezó a correr la voz de que había que ayudar a las familias, de aportar para su búsqueda, entonces se crearon cuatro comisiones, las cuales se repartieron la zona rural de Corinto: en carros, camionetas y motos llegamos a los sectores de El Jagual, San Rafael, La Cominera, por la Pavimentada, estábamos en esas cuando dieron la información que los restos estaban en San Judas”, narra Víctor Hugo Castaño, un transportador de 50 años de edad que se solidarizó con los familiares de las menores.
Los corinteños, que unidos enfrentan el reto de salir adelante por más avalanchas que los azote, corrieron hacia el punto que indicaron, removieron un poco la maleza y apareció un pequeño cadáver en medio de una excavación no tan profunda. Registrado esto, dieron aviso a las unidades de la Policía, del Ejército, de la Defensa Civil y la Cruz Roja que también ayudaban en la búsqueda.
“Como los señores de la policía dijeron que había que acordonar la zona, entonces con un lazo realizamos una cadena humana para no dejar pasar a los curiosos al sitio donde estaba el cuerpo, colaborándole así a las autoridades, construyendo con las mismas guaduas un puente sobre la quebrada, para facilitar el paso”, dice Karla Avendaño, joven corinteña que ayudaba a poner orden entre la gente para facilitar la llegada de la comisión judicial del CTI de la Fiscalía, integrada por dos antropólogos forenses, una fotógrafa y una odontóloga.
Pasaron las horas y la gente se empezó a agolpar en el sitio, estaban consternados por lo sucedido a las pequeñas, por ver como sus familias, a un lado de la plantación de guadua, esperaban ver la escena. Cuando unos policías pidieron que se acercaran, la mamá de una de ella reconoció a su familiar, al entrar al lugar.
La gente observaba a los policías y soldados cuando los sorprendió el sonido de un helicóptero, el cual aterrizó en medio de los cañaduzales, levantando la caña seca y obligando a los curiosos a sacar sus teléfonos celulares para grabar el momento. De la aeronave descendió la comisión judicial, proveniente de Popayán.
“Dejen entrar a la ley, dejen entrar a la ley”, gritaba a la gente cuando los investigadores caminaban hasta el sitio del hallazgo. Los investigadores ingresaron y adelantaron el trabajo, el cual deparó otra amarga sorpresa: no solo era un solo cuerpo que yacía en el lugar. Realizaron fijaciones fotográficas, comprobando que ambos registraban heridas abiertas en diferentes partes, al parecer causadas con arma blanca. Luego embalaron los restos y con ayuda de los organismos de socorro sacaron los cadáveres y los trasladaron a la sede en Cali de Medicina Legal.
Así, a eso de las 1:00 de la tarde, se dio por terminado este doloroso capítulo que hoy tiene a los corinteños sumidos en el dolor y eso que es un pueblo que sobrevivió a los capítulos más crueles de la guerra, pero que al ver cómo terminaron Zory Briyith Polanco Sánchez y Vanesa Usnas Ulcué, los embarga la tristeza y la rabia.
*La desaparición*
Ahora, las autoridades deberán terminar de completar los vacíos de esta historia, la cual empezó el lunes 22 de enero en la mañana, cuando ambas niñas salieron de la institución educativa José María Obando hacia una casa de una amiga para supuestamente ver una película.
En este punto ya todo es un misterio: los familiares, al ver que tanto Zory Briyith y Vanesa Usnas Ulcué no regresaban a sus casas, optaron por buscarlas, empezando así este viacrusis.
“Los padres se enteraron que ambas habían sido raptadas por un mototaxista del pueblo, entonces ellos empezaron la búsqueda por el sitio donde supuestamente se las habían llevado, entonces obtuvieron información del sujeto, y tras reconocerlo, fueron a ubicarlo para luego entregarlo a las autoridades. Como este no dio información del sitio donde las había llevado, entonces la población y allegados empezaron la búsqueda, con el triste final que ya se conoce”, explica el comandante (e) de la Policía en el Cauca, coronel Nelson Díaz.
El presunto responsable de la muerte de Zory Briyith y Vanesa Usnas Ulcué, un joven de 17 años de edad, se encuentra en un centro de resocialización a la espera de que sea judicializado ahora por este doble homicidio.
“Tras una valoración médica, se constató que el joven presenta unos aruñetazos en diferentes partes del cuerpo, indicios muy sólidos de que es el autor de estas dos estudiantes de noveno grado, ante del hallazgo, y cerca del sitio del mismo, los pobladores encontraron las prendas de vestir de las niñas, como las faldas del colegio”, dijeron por su parte integrantes de la Sijín que participan en las investigaciones de este caso.
Hoy, en horas de la noche, por las principales calles de Corinto, un poblado ubicado al norte del Cauca, se tiene programado una marcha con antorchas como forma de rechazo por esta salvaje agresión a las dos niñas, otro triste símbolo del maltrato a la niñez en el país.
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