Como si se tratara del final de una telenovela mexicana venezolana de los años 80 o de un cuento sacado de las historias de Disney, el colombiano Harold Sánchez y Diana García pudieron volar junto a sucede a sus seres queridos con rumbo a Colombia.
Ayer El Universal.com.co publicó la historia de este joven colombiano, quien debió decidir dejar a que su esposa Diana Moreno, volara sola en el vuelo humanitario 153 de AVIANCA y el quedarse él, en los Estados Unidos, mientras esperaba otro vuelo que lo llevará a casa, pues inicialmente por una decisión burocrática solamente había un cupo para uno de los dos.
Lo mismo ocurrió Diana García, la madre de la joven, de 17 años, Estrella Chona, quien la había despedido desde el aeropuerto de Salt Lake en Utah y debía esperar nuevamente una confirmación por parte del consulado de Los Ángeles.
Sin embargo, los cuentos de hadas siempre tienen un final feliz y este no es la excepción, ayer en la noche, debido a una duplicidad de información de los colombianos, que se escribieron en los consulados para los vuelos humanitarios encontraron dos cupos para estas personas. Y recibieron la llamada anhelada que si tenían el tiempo el dinero para poder ser embarcados en este vuelo y viajar juntos a sus eres queridos en este caso con la esposa de Harold y la hija de Diana.
“La despedida fue difícil ya me había resignado a que tenía que esperar un nuevo vuelo pero me alegría fue inmensa cuando recibí la llamada del Consulado que si podía volar hasta Los Ángeles para tomar el vuelo no dude en ningún instante pues quería estar con mi esposa volé desde Yuta hacia California y gracias a dios pude llegar a este vuelo para reunirme con mi mamá y poder volver juntos a Colombia”, dijo Harold Santiago Sánchez Galvis.
Por su parte, la Fonoaudióloga bilingüe, Diana García , una vez recibió la llamada consular, tampoco dudó en tomar la decisión de estar al lado de su descendencia genética, arregló maletas en un instante y voló también para reencontrase con su hija.
“Esto ha sido una odisea pero dios siempre tiene un propósito y estoy agradecida por quienes hicieron posible, que yo volara de vuelta, a Colombia junto a mi hija”, dijo la bogotana de 47 años.
Ambos Harold y Diana se juntaron nuevamente con sus seres queridos antes del campanazo de media noche, y ahora van abordo del vuelo 153 de Avianca, que cubre la ruta Los Ángeles California a la capital de la República, junto a 122 connacionales y doce tripulantes. En aproximadamente en 9 horas pisarán la tierra que los vio nacer.
Casualidad o propósito Divino, aquí en California la tierra de Disney y los cuentos de hadas, esta historia que parece de telenovela tiene un final feliz, las familias juntas volviendo a casa, volviendo a Colombia. Colorín colorado esta historia ha acabado.
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