En su primer informe anual sobre derechos humanos, el gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, elogió los avances de la JEP para acabar con la impunidad en medio de las crecientes denuncias de abusos a los derechos humanos en Colombia.
Como primera medida destacó que desde su creación el organismo ha tomado medidas efectivas para sancionar a los perpetradores de graves violaciones de derechos humanos de una manera compatible con el derecho internacional, incluyendo las investigaciones de las ejecuciones extrajudiciales o ‘falsos positivos’ (caso 03) cometidos por las Divisiones Primera, Segunda, Cuarta y Séptima del Ejército.
Además, en el informe, el gobierno de los Estados Unidos celebró los avances para sancionar a los máximos responsables del conflicto armado, “pues al 31 de agosto la JEP había recibido 250 ‘versiones voluntarias’ de los presuntos perpetradores que relatan en sus versiones los hechos ocurridos durante el conflicto del (caso 03). Dichos testimonios llevaron a los investigadores a descubrir una fosa común de presuntas víctimas de falsos positivos en el departamento de Antioquia”.
Así mismo, el informe se refirió a aquellos que decidieron regresar al conflicto alegando que el gobierno no había cumplido con sus obligaciones en virtud del acuerdo de paz, pero que esto no “resultó en una respuesta significativa de los excombatientes de las Farc-EP que han estado participando en el proceso y que siguen comprometidos con los tres mecanismos creados fruto del Acuerdo Final de Paz: la JEP, la Comisión de la Verdad y la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas”.
Finalmente, el informe anual destaca que la JEP “continúa investigando sus siete macro casos priorizados con el objetivo de identificar patrones y establecer vínculos entre los perpetradores, con el objetivo final de identificar a los más responsables criminalmente por los abusos más graves durante el conflicto”.
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