El video de una guatín, lesionada por las llamas que afectaron el cerro de Cristo Rey en Cali, el pasado viernes, mostró el impacto en los animales. Lamentablemente, ella no logró reponerse de las lesiones atendidas por el Grupo de Fauna Silvestre del Dagma, en Cali.
Desde que se hizo tendencia mundial, el pasado miércoles, los ojos del mundo han estado puestos en la Amazonia brasileña (ver Paréntesis). Los incendios en el llamado “pulmón del mundo” están al rojo desde hace tres semanas, según el Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil, mientras que en Colombia la temporada seca, que empezó a mediados de junio pasado y que se extenderá hasta septiembre, también está generando impactos.
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¿Qué está pasando?
Según el reporte, entre el 1 de agosto pasado y ayer se registraron 278 incendios, de los que aún permanecen activos 13, provocando afectaciones en 130 municipios de 15 departamentos.
Las llamas han generado algún daño, por mínimo que sea, en el 11,8 % de los municipios del país. En hectáreas de tierra consumidas, la Ungrd destacó que son alrededor de 4.440 las afectadas en todo el mes, mientras que destaca que otros 160 incendios han sido liquidados.
La Unidad Nacional de Gestión del Riesgo y Desastres (Ungrd) señaló que aún hay 12 de tipo forestal que no han sido apagados y en los que se actúa para controlarlos.
Sobre lo que está pasando, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) indicó que esto ocurre en concordancia con la temporada seca que atraviesa el país y es un fenómeno que, en especial en las regiones Caribe y Andina, “donde se han registrado temperaturas máximas cercanas a los 40°C en algunos municipios de La Guajira, el valle del Magdalena, Tolima y Cundinamarca”.
El director de la Ungrd, Eduardo José González, señaló que pese a las dificultades y retos que plantean, el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo cuenta con instancias locales, que deben activar los planes de contingencia y los protocolos en caso de que se registren.
“Debo reconocer la labor del sistema nacional de bomberos, que cuenta con 19.000 integrantes”, resaltó González, aunque hay que tener en cuenta las dificultades: existen cuerpos de bomberos en 800 municipios del país, pero otros 201 no los tienen entre sus administraciones.
¿Se ha hecho algo?
Aunque en cada temporada seca los incendios forestales se vuelven protagonistas, el país sí se ha preparado.
Brigitte Baptiste, exdirectora del Instituto Humboldt, recordó que el Ideam cuenta con un mapa de incidencia del fuego y áreas susceptibles a conflagraciones, asociado a las temporadas secas extremas.
Además está el sistema de alertas, el cual, de acuerdo con Baptiste, “se activa dependiendo del balance hídrico (agua que ha caído y se ha evaporado). Es un sistema muy bueno”.
Sin embargo, como todo, tiene un pero, y es que pese a que existe, los municipios aún no lo adaptan a sus planes locales de emergencia. “Ahí está la falla, porque en la mayoría de municipios no hay planes de emergencia ajustados a la información y el conocimiento disponible”, agregó la experta.
Por otra parte, dijo, aunque está el apoyo de las aeronaves de la Fuerza Aérea para actuar, “se necesita de más capacidad para responder a incendios forestales, porque no hay casi aeronaves ni la técnica suficiente”.
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