Vienen incrementando las acciones violentas contra las comunidades indígenas del norte del Cauca, luego que estas anunciaran su postura de no permitir los grupos armados legales o ilegales en sus territorios.
El último caso que denunciaron fue el asesinato del comunero Rubén Darío Valencia Chico, en medio de un ataque armado que se registró en la vereda Bello Horizonte del resguardo Las Delicias, zona rural del municipio de Buenos Aires, en el norte del departamento.
De hecho, dicha comunidad ancestral responsabilizó a las disidencias de la Jaime Martínez de las Farc, de ejecutar este asesinato, el cual se sumó a otros cuatro homicidios de comuneros de la misma zona.
“Los asesinatos presentados en los territorios de la Cxhab Wala Kiwe norte del Cauca son una estrategia de generar zozobra y así consolidar las economías ilegales, accionar de intimidación como las que se han venido dando en la utilización de las vías públicas para extorsionar a comuneros y a externos mediante el uso del fleteo e instalación de retenes ilegales para el cobro de vacunas”, denunciaron los integrantes de este resguardo.
Pero este caso no es el único que se ha registrado en esta zona del departamento durante esta semana. El lunes se confirmó que la guardia indígena evitó el secuestro de cuatro representantes indígenas de la zona rural de Caloto, luego que la comunidad alertara de esta situación.
Esta última agresión fue confirmada por el defensor de Derechos Humanos de la Acín, Mauricio Capaz, al exponer que una de las víctimas era su padre y otros representantes del resguardo de Tóez.
“Cuando escapaban, se llevaron una motocicleta y realizaron disparos. A pesar de esto, la reacción de la guardia indígena y la comunidad permitió después la liberación de las víctimas, aun así, preocupa la presencia de una unidad militar cerca... ¿Actuación paramilitar? En la zona aumentan serios hechos de violencia”, agregó Mauricio Capaz, al exponer este caso.
A raíz del incremento de todos estos hechos de violencia, el Consejo Regional Indígena del Cauca, Cric, emitió una alerta entre las comunidades al denunciar toda esta clase de acciones, las cuales se incrementaron luego que en Jambaló la guardia indígena destruyera varias armas de fuego.
“Denunciamos contundentemente las continuas y sistemáticas amenazas en contra de la guardia indígena, autoridades y comunidad, protectora de la vida, el territorio y la paz, por parte de los diferentes grupos armados ilegales, quienes pretenden sembrar más violencia y terror en los territorios con el propósito de amedrentar los procesos de control y defensa territorial”, denunció el Cric.
Hasta el momento, dicha organización social confirma que son 72 comuneros asesinados durante este año en diferentes puntos del norte del departamento, cifra que refleja la violencia que padecen por su postura de expulsar a los grupos armados de sus territorios.
Reciba noticias de El Universal desde Google News POSIBLE RESPUESTA DE LAS DISIDENCIAS DE LAS FARC
Luego de estas denuncias, se conoció una posible respuesta de las disidencias de las Farc frente a este fenómeno, el cual se intensificó cuando la guardia indígena detuviera y desarmara a varios integrantes de la columna móvil Dagoberto Ramos.
“Llamamos a la guardia indígena, a los honestos coordinadores y autoridades ancestrales que cumple con su labor (...) que no pierdan nunca su rumbo, que no se presten para la manipulación de algunas autoridades, ni para hacer la tarea que le corresponde al Estado, es este último que deberá, si le es posible, arrebatarnos nuestras armas o capturarnos (...)”, reza una parte de un panfleto que emitieron las disidencias en referencia a los hechos denunciados por las organizaciones indígenas.
Ese es el panorama que se vive en esta parte del país cuando los grupos armados van copando territorio paulatinamente, generando así hechos como los denunciados por los indígenas, quienes insisten que solo tienen la palabra y el bastón de mando para proteger sus vidas.
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