El pasado viernes 26 de septiembre, un grupo de manifestantes pertenecientes a la minga indígena que participaba en una marcha convocada por el presidente de la República, Gustavo Petro, protagonizó un ataque violento contra las instalaciones del Grupo Semana. En el transcurso de la incursión, un miembro del personal de seguridad resultó herido, y el episodio fue catalogado como una grave violación no solo del espacio privado, sino también de la libertad de prensa.
El asalto, que duró aproximadamente 60 minutos, sumió en la intimidación y la amenaza a varios trabajadores que estaban en el edificio en ese momento. La directora de la revista Semana, Vicky Dávila, recurrió a las redes sociales, en concreto a su cuenta de X (anteriormente conocida como Twitter), para solicitar ayuda a las autoridades. La respuesta de la Policía permitió evacuar a los manifestantes indígenas que habían ingresado a las instalaciones del medio de comunicación.
Como consecuencia del ataque, la entrada principal del edificio de Semana tuvo que ser custodiada por miembros uniformados de la Policía Nacional en las horas posteriores para prevenir cualquier repetición de los hechos. Lea aquí: Le bajaron el pulgar a Petro: China no hablará del metro de Bogotá
Tras ese hecho el presidente Gustavo Petro, escribió en su cuenta de X, “la extrema derecha cree que pueden llamar borregos y violadores a indígenas, y que estos se comportarán como borregos ante estas palabras de violencia étnica y de xenofobia. Los mismos dueños de la Revista Semana saben que así llamaban también a los judíos en Europa y saben en sus propias vidas cómo terminó esa felonía de los medios de entonces en manos de los nazis y goebbels. Lo que la historia enseña jamás se debe olvidar”.
Agregó que: “Hoy no puede haber violencia xenofóbica de los medios de comunicación, esta prohibida por la Constitución, y no puede haber violencia ni censura contra los medios de comunicación, incluido el internet, eso también está prohibido por nuestra constitución. La democracia informativa entonces exige el respeto a nuestra diversidad cultural y el derecho a la expresión de todos y de todas que incluye la movilización pacifica del pueblo”.
Una de las que personalidades políticas que se unió a las críticas hacia el presidente de la República por ese trino, fue la excandidata presidencial Ingrid Betancourt, quien arremetió contra el mandatario.
Presidente: no deforme los hechos. Lo que está en juego no es el racismo, siempre repudiable y no hay discusión, sino la movilización pagada por decreto para amedrentar a los periodistas que no le rinden pleitesía. Ni usted es Gaitán, ni las mingas de hoy están perseguidas. https://t.co/5jVSrcYISh
— Ingrid Betancourt Pulecio (@IBetancourtCol) September 30, 2023
“Presidente: no deforme los hechos. Lo que está en juego no es el racismo, siempre repudiable y no hay discusión, sino la movilización pagada por decreto para amedrentar a los periodistas que no le rinden pleitesía. Ni usted es Gaitán, ni las mingas de hoy están perseguidas”, compartió en su red social X. Lea también: La nueva crítica de Uribe al acuerdo de paz del Gobierno Santos
Inicialmente, la senadora María Fernanda Cabal había expresado sus opiniones en redes sociales, planteando preguntas sobre el motivo del ataque y sugiriendo que podría estar relacionado con la cobertura periodística crítica del Gobierno. En una de sus publicaciones, escribió: “¿Cuánto les pagaron a estos indígenas para tomarse la Revista Semana? ¿Es venganza contra Vicky Dávila por develar la verdad sobre el Gobierno? Vamos a rodearla a ella y a todos los periodistas de la revista. Aquí nadie tiene miedo”. Además, enfatizó la importancia de la libertad de prensa y manifestó su apoyo a Vicky Dávila y su equipo.
Este incidente ha desatado una controversia política en el país, con diversas opiniones sobre sus causas y consecuencias, mientras se plantean preguntas sobre la seguridad de los periodistas y la libertad de prensa en Colombia tras el hecho contra la Revista Semana.
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