La juez 28 con función en conocimiento negó la solicitud de la defensa del exasesor presidencial José Obdulio Gaviria, de precluir el proceso que se adelanta en su contra por el delito de calumnia, el cual se habría configurado al acusar a tres sindicalistas de Cali de tener nexos con las Farc, esto en una columna de opinión publicada en 2007.
Durante la diligencia la funcionaria judicial expresó que en las tres oportunidades donde Gaviria ha intentado retractarse, no se han cumplido los requisitos de ley, pues no se allegaron las pruebas de dichas retractaciones frente a las acusaciones hacia los sindicalistas de dicha ciudad.
Además, consideró que en dichas retrataciones Gaviria solamente dice que había incurrido en un error por no revisar sus fuentes, “reconoce su pecado en una falta pero no acepta su autoría o participación en la materialización de estas afirmaciones”, señaló la funcionaria.
Asimismo, expresó que en dichas oportunidades la defensa de Gaviria haya solicitado preclusión del proceso, por lo cual consideró que dicha actitud puede catalogarse como una dilatación. “Pareciera que estás condiciones anotadas están encaminadas a dilatar el proceso buscando así la prescriptibilidad de la acción jurídica”.
Ante la decisión, el abogado David Teleki, quien defiende los intereses de Gaviria, expresó que en las tres oportunidades ha pedido perdón sobre los hechos y de ser posible seguirán retractándose hasta que las víctimas se encuentren conformes.
“Ha sido una retractación casi humillante. El señor Gaviria se ha retractado en varias oportunidades y le ha solicitado a las víctimas informar que es lo que quieren oír. Cuáles son las expresiones que quieren oír pero no nos han hecho saber”, expresó Telekí al mostrarse inconforme con la decisión de la juez.
EL CASO
Según el abogado Jorge Molano, quien defiende los sindicalistas, todo inició en 2007 cuando el entonces vicepresidente Francisco Santos aseguró que el encuentro que tuvo lugar en Quito (Ecuador) los sindicatos Sintraemcali, Sintrateléfonos y Sintraunicol, habían firmado un apoyo a la lucha armada y la insurgencia en Colombia.
Ante esto, José Obdulio Gaviria publicó una columna titulada ‘Todo pecado empieza siendo pensamiento’, en la que hizo las mismas acusaciones en contra de sindicalistas.
La demanda fue interpuesta en agosto del 2007, un mes después de lo dicho por Santos y Gaviria. Los sindicatos manifestaron que dichas declaraciones habían puesto en riesgo sus vidas, señalando que poco tiempo después de la publicación recibieron amenazas por parte del grupo autodenominados ‘Las ‘Aguilas Negras’.
En ese caso, el vicepresidente Francisco Santos se retracto de las acusaciones en 2012 ante el juez 26 de conocimiento.
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