Colombia


La estrategia para adoptar un plan de recuperación económica en Colombia

Colombia tiene una gran oportunidad en los productos intermedios; hay 108 productos con un nivel de tecnología media, que tenemos la capacidad de producir y que EE.UU. está buscando.

COLPRENSA

19 de junio de 2020 09:42 PM

La pandemia del coronavirus ha dejado al descubierto una serie de elementos que, por su naturaleza, han terminado por perecer ante una crisis de carácter mundial que ha impuesto esta enfermedad. La situación ha llegado a tal punto de complejidad que varios países de la Unión Europea se encuentran ya trabajando en planes de recuperación económica a mediano y largo plazo con los que buscan superar las afectaciones de la actual coyuntura.

En Colombia no hay indicios todavía de un plan con esas características. Aunque han sido muchos los decretos expedidos en el marco de los períodos de emergencia económica, el país no tiene todavía una ruta clara de recuperación económica. Expertos en disciplinas afines a la economía y a las finanzas de los ciudadanos han planteado una serie de elementos que no deberían quedar por fuera de un posible plan de reconstrucción económica para Colombia.

El consultor económico y social, docente de la Universidad EAN, Jorge Munévar, señala que aunque la pandemia ha acentuado una serie de problemáticas, antes de la emergencia sanitaria la economía mundial ya se encontraba en problemas. Aquí entrarían aspectos como la guerra comercial entre China y Estados Unidos, que puso contra las cuerdas la estabilidad de las finanzas internacionales

Otro problema mencionado por el experto tiene que ver con la cuestión del Brexit, además de la guerra de precios entre Rusia y Arabia Saudita que, con el coronavirus, terminó generando la denominada ‘tormenta perfecta’, causando gran preocupación en el sector petrolero colombiano.

Cabe mencionar que, ante las amenazas de recesión causadas por el coronavirus, el gobierno de los Estados Unidos ha venido tomando acciones y actitudes de carácter proteccionista, lo que podría en cierta medida afectar la capacidad de Colombia para aprovechar los acuerdos comerciales con ese país.

El experto señala que la pandemia terminará por ampliar las brechas de desigualdad en todo el mundo, haciendo de los pobres sociedades paupérrimas. Pero no todo se queda allí, pues la clase media perderá su capacidad adquisitiva y terminará ampliamente perjudicada desde todos los puntos de vista, empezando por el crecimiento del desempleo y la quiebra de pequeñas y medianas empresas.

Para el experto, el primer paso que debe dar el país es la realización de un diagnóstico real de cómo será el panorama económico nacional una vez haya luz verde para restablecer las actividades económicas.

“Es necesario hacer una priorización y un diálogo con cada uno de los sectores económicos. Sobre este punto, es fundamental ir a las bases de cada sector, sin quedarnos exclusivamente en las élites de poder”, señaló Munévar.

A lo anterior, el docente añadió que resulta necesario replantear si la economía nacional seguirá regida en gran medida por el sector minero energético y sus dinámicas extractivistas, especialmente en el ámbito del recaudo fiscal.

En ese sentido, la capacidad exportadora tendría que entrar en un proceso de diversificación, tal como lo han planteado entidades como la Cámara de Comercio Colombo Americana AmCham.

“Podemos producir 108 productos de tecnología media que Estados Unidos quiere (...) Es cierto que va a haber cierto proteccionismo en algunos sectores, es imposible que Estados Unidos pueda suplir dentro de su país todas la necesidades que satisfacía China”, señaló María Claudia Lacouture, directora de AmCham Colombia.

Otro punto sobre el que hizo énfasis el docente de la EAN fue la necesidad de fortalecer el agro colombiano, brindando mayores garantías laborales en las zonas rurales e invirtiendo en elementos de producción agraria. “Hay que ver hasta qué punto se puede democratizar el sector rural. La vocación agraria es una gran solución, pero el grave problema es que este sector se ha centrado en grandes gamonales”, añadió Munévar.

“Esto indica que estamos fallando en temas de seguridad alimentaria (...) El año pasado, más de 14 millones de toneladas de alimentos fueron importadas, cuando la balanza comercial debería ir en sentido inverso. Deberíamos ser nosotros quienes exportemos alimentos. Hay además que invertir en vías terciarias, para evitar costos adicionales”, añadió Martha Castillo, directora del programa de Negocios Internacionales de la Fundación Universitaria San Martín sede Pasto.

La docente añadió que la informalidad no solo está boicoteando la economía en la actualidad, sino que pone obstáculos para que en el futuro las condiciones laborales tiendan a mejorar. Por ello, la docente le apuesta a la industrialización de la economía, lo cual repercutiría en la contratación de más mano de obra. “Esas serían inversiones inteligentes para aplicar de aquí en adelante”, dijo.

La profesional propone fortalecer los programas de líneas de crédito a mediano y largo plazo para el sectores del turismo y de servicios, que tuvieron que frenar con mayor premura sus actividades. Asegura además que debería impulsarse más la regionalización y descentralización de los bienes públicos.

“Ese ha sido el talón de Aquiles de todos los gobiernos. Muchas alcaldías y gobernaciones están aprovechando la coyuntura del Covid-q9 para sacarle provecho a esta situación de salud”, añadió.

Teniendo en cuenta los cambios de paradigmas laborales y educativos, los cuales se han inclinado al mundo digital por cuenta de las medidas de prevención y los avances tecnológicos, sugiere migrar las inversiones a estos aspectos, para que la virtualidad llegue a todos los niveles educativos, haciendo hincapié en la conectividad.

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