El cuñado de Claudia Johana Rodríguez, la mujer asesinada este lunes en el Centro Comercial Santafé, Fernando López, denunció negligencia por parte de la autoridades a la hora de realizar el operativo de rescate y para dar las medidas de protección necesarias solicitadas con anterioridad.
En primer lugar, López denunció que tan pronto Claudia llegó a Bogotá pidió protección por parte de la Policía y Fiscalía, pero la única seguridad que recibió fue un papel en el que se advertía de la situación, pero nunca estuvo acompañada y, por el contrarío, la Policía indicaba que Julio Alberto Reyes tenía derecho de ver el bebé de un año que los dos tenían.
"Claudia Johanna fue asesinada por un miserable, ella decidió dejarlo hace un mes, después de una agresión física muy violenta, la dejó toda morada, tanto que en ese momento Claudia decidió irse de Medellín y llegar a Bogotá, donde ella también pide protección, pero en el CAI le decían que el papá también tenía derecho a ver al bebé", comentó el familiar.
En ese sentido, López precisó que el asesino perseguía día y noche a Claudia Johanna, incluso se paraba frente al apartamento, pero nunca hubo una acción efectiva por parte de las autoridades.
"Nunca recibió una requisa ni nada. Incluso en la empresa de optometría donde trabajan, no solo le facilitaron su traslado a Bogotá, si no que en la capital trabajaba en diferentes puntos para evitar el acecho del asesino", agregó.
Asimismo, López indicó que al notar la falta de protección contra la mujer, ellos mismos se encargaron de llevarla y recogerla del trabajo para evitar cualquier encuentro con Reyes.
"LES TENGO UNA SORPRESA"
Visiblemente afectado, Fernando López relató como fueron los momentos en que se enteró que Reyes tenía secuestrada a su familiar y como fueron esos momentos del operativo.
"Nosotros llegamos a las 6:30 al Centro Comercial para recogerla, cuando le marcamos, no contesta ella sino directamente él, quien nos dice que nos tiene una sorpresa. Yo le pregunto donde está, él me insulta e insiste en que nos tiene una sorpresa que lleguemos al local, cuando subimos corriendo ya estaba toda la Policía ahí, estaban evacuando, y nos enteramos de la situación del disparo que pasó antes de las siete", relató López.
En ese momento es que López asegura se presentó una nueva negligencia, pues a pesar que el disparo contra su concuñada ocurrió antes de las 7:00 de la noche y se conocía de su herida con arma de fuego, solo hasta las 10:30 de la noche se decidió realizar la operación de rescate.
"Ayer (lunes) cuando el general que le correspondía dar la orden para sacar a Claudia, que ya estaba herida desde antes 7:00 de la noche, la orden solo la dio hasta las 10:30 de la noche. Cuando hicieron el operativo ya estaban los funcionarios que hacen el levantamiento, yo me pregunto ¿quién fue el que hizo eso?, llegó Dijín, Gaula, Policía, todos llegaron pero la orden llegó hasta las 10:30, cuando ya todo era muy tarde", dijo el cuñado de la víctima.
Sobre el porque de la demora en entrar a rescatar a Claudia, Fernando explicó que los encargados le pedían que se entregara, "pero él no se iba a entregar porque sabía que ya le había disparado".
La versión del comandante de la Policía de Bogotá, general Hoover Penilla, señala que "se presentó una situación, sobre las 19:00 donde ingresa un hombre a uno de los establecimientos a requerir a su expareja que labora allí, parece ser algo que venía de tiempo atrás, dentro de las que presentaban algún tipo de inconvenientes, esta persona ingresa y agrede con arma de fuego al interior del establecimiento y procede a tomarla como rehén”.
Penilla agregó: “En ese momento se da aviso a las autoridades, que llegan en cuestión de minutos, pero la persona no accede a la negociación con los uniformados, por lo tanto se agotan los protocolos de negociación durante dos horas y media, pues teníamos como imperativo prestarle atención médica a la persona que había sido herida en un comienzo y por eso al concluir los protocolos de negociación se toma la decisión de intervenir, y la persona agresora está en un centro asistencial y lamentablemente la mujer ya había fallecido momentos antes”.
Finalmente López consideró desafortunadas las declaraciones de Penilla, en las que aseguró que el asesinato de Johana fue la “crónica de una muerte anunciada", pues si bien después se conoció la verdad del pasado de Reyes, se denunció la situación ante las autoridades para evitarla.
"Esas declaraciones son inconcebibles por parte de un general", sentenció López, quien anunció que iniciarán el proceso legal para quedar con la custodia de la bebé de un año.
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