Colombia


Nicaragua, un vecino incómodo y con ganas de expandirse

COLPRENSA

17 de agosto de 2013 07:16 AM

Nicaragua se ha convertido en el vecino incómodo que nadie quiere tener. La carrera jurídica que emprendió este país en contra de su vecinos tiene como primer gran antecedente el año de 1984, cuando presentó una demanda ante la Corte Internacional de Justicia por la ocupación militar y paramilitar de Estados Unidos en su territorio y que, dos años después, en 1986, se resolvió a su favor. A partir de entonces y con la confianza que le dejó esta disputa en la que David le ganó a Goliat, Nicaragua ha encontrado en el derecho internacional una efectiva arma de defensa para abrirse paso entre sus vecinos. 

Es así como ha sostenido litigios con Honduras, país con que comparte la frontera norte; Costa Rica, que es su vecino del sur, y con Colombia, con quien comparte uno de lo límites marítimos por el Mar Caribe. En todos los casos Nicaragua ha buscado que se le reconozcan sus derechos sobre territorios que cree que le corresponden. Con cada uno de estos procesos ha logrado expandir sus límites y cambiar reglas en asuntos fronterizos. 

Estos mecanismos jurídicos han hecho que la política exterior nicaragüense sea ampliamente reconocida por tener una estrategia debidamente estructurada y desarrollada, con la cual ha logrado que los tribunales internacionales le reconozcan peticiones que, en principio, parecían descabelladas. 

Expertos consultados por Colprensa coinciden en señalar que son realmente pocos los países que han logrado incrementos territoriales a través del derecho, como los ha conseguido Nicaragua. Sin embargo, explican que a este país centroamericano no se le puede considerar una nación expansionista, justamente porque ha acudido a la Corte Internacional de Justicia de La Haya para que ésta dirima sobre sus pretensiones limítrofes. Tribunal que en repetidas oportunidades ha escuchado sus peticiones. 

EL PARALELO 15 NO SERÍA FRONTERA MARÍTIMA 

Tras la victoria que Nicaragua obtuvo sobre Estados Unidos ante la Corte Internacional de Justicia en 1986, el siguiente país con quien se enfrentó fue Honduras. 

Según explica el experto en derecho internacional y profesor de la Universidad del Rosario, Ricardo Abello, todos estos conflictos se originan porque Nicaragua siempre ha considerado que está encajonada en el Mar Caribe e interpeló ante este Tribunal Internacional que los límites con Honduras no habían sido definidos. 

Históricamente se había considerado el Paralelo 15 como la frontera natural entre estos dos países y ese fue el argumento que para ese entonces asumió Honduras durante su defensa, pidiendo a la Corte mantener esta frontera. 

Según explica el doctor en derecho y magister en derecho internacional, Juan Ramón Martínez, el Paralelo 15 era el límite natural porque existía un acuerdo entre las dos naciones que definía la frontera marítima como la proyección de la desembocadura del Río Coco. Nicaragua argumentó ante la Corte que dicha proyección no debía realizarse hacia el Paralelo 15 sino a través “de una línea transversal que le quitaba importantes proporciones de mar patrimonial hondureño”. 

“En su momento todos pensaron que eso era ilógico y que no iba a tener ninguna trascendencia”, recuerda Martínez, pero en su decisión de 2007 la Corte le dio en un altísimo porcentaje la razón a Nicaragua. Es decir, proyectó la línea de delimitación entre los dos países de manera muy cercana a la propuesta que traían los nicaragüenses sobre la forma en que debía interpretarse la proyección de la desembocadura del Río Coco. 

Aunque en esta misma decisión de la Corte de La Haya fue ratificada la soberanía de Honduras sobre cuatro islas del Caribe que estaban en disputa, Nicaragua logró para sí una importante porción de mar territorial. 

“Eso fue absolutamente importante, porque denotaba muy buena estrategia en lo jurídico para ir incrementando su territorio”, anota el experto. 

Luego explica que esta decisión de la Corte, en la que aplicó el derecho del Mar que estableció en 1982 la Convención de Jamaica, representó una relativización del Paralelo 15 como frontera marítima. El desarrollo de este caso, posteriormente incidiría en el litigio limítrofe con Colombia. 

COSTA RICA Y EL RIO SAN JUAN 

El litigio de Nicaragua con su vecino del sur, que aunque no le representa un aumento territorial sustancial, pretende regular sobre los usos del Río San Juan, la frontera natural que divide los territorios nicaragüenses y los de Costa Rica. 

Por cuenta del tratado Cañas-Jerez, de 1858, Nicaragua consideraba que tenía el dominio sumo sobre las aguas de dicho río y por tanto, este afluente hacía parte, en su totalidad, de los nicaragüenses. Es decir, no era de uso binacional, como sucede en otros lugares del mundo. 

Costa Rica, en cambio, argumentaba que aunque el río era en su totalidad de Nicaragua, dicho tratado le permitía a su país la libre navegación del río para fines comerciales. Por eso, ante restricciones que impuso Nicaragua, el presidente costarricense Abel Pacheco elevó una demanda en 2005 ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Esta disputa tiene varias aristas, pues Nicaragua denunció la violación a su soberanía por la ocupación costarricense a unas islas sobre el río y la presencia de personal armado navegando el área. Además, Nicaragua impuso restricciones a los turistas provenientes de Costa Rica: que portaran visas, que pagaran impuestos de viaje y que los buques pasaran por puestos de inspección. 

De acuerdo con el especialista Ricardo Abello, la Corte decidió unificar en un solo expediente los procesos que por distintas razones existían entre los dos países. Aunque el fallo definitivo de este Tribunal Internacional aún no se produce, la Corte se pronunció en 2009 permitiéndole la navegabilidad a Costa Rica para fines comerciales. Además, definió temas de derechos de navegación, de pesca y de visas de los ribereños. 

Pero en 2010, el dragado del Río San Juan que inició Nicaragua sin consultar a Costa Rica, motivó nuevamente la indisposición de este país lo que originó más quejas ante instancias internacionales por el daño ambiental causado. 

LA ESTRATEGIA CONTRA COLOMBIA 

En 2011 Nicaragua instauró una demanda, otra vez en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, contra Colombia, alegando soberanía sobre una porción de mar territorial en las que estaba incluido el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. 

Para interponer este recurso, Nicaragua partió, al igual que en el caso llevado contra Honduras, de la base de que el tratado Esguerra-Bárcenas, suscrito por los dos países en 1928, no definía específicamente todos los límites. 

De acuerdo con el especialista Juan Ramón Martínez, la estrategia que empleó Nicaragua en esta disputa consistía en hacerle pensar a Colombia que buscaba romper por nulidad el tratado Esguerra-Bárcenas, para tener derecho sobre las islas colombianas del Caribe. “Todas las alarmas se prendieron aquí en Colombia en ese sentido. De decir, nos van a quitar San Andrés, nos van a quitar Providencia, pero en realidad, la estrategia no era esa”, explica Martínez. 

Según pudo establecer el experto, luego de conversaciones que sostuvo con abogados nicaragüenses, la estrategia del país centroamericano estaba estructurada de manera tal para que Colombia, llegado el momento, entendiera que Nicaragua no quería afectar por nulidad dicho tratado, pues en el mismo los colombianos cedieron sus derechos históricos sobre la Costa de Mosquitos, ubicada en área continental de Nicaragua. 

“En realidad era una estrategia, porque en el fondo la discusión era por la delimitación marítima que, a la larga, fue lo que dio frutos con la sentencia del año pasado. Más allá de cualquier otra cosa, es una estrategia en la que hay unas pretensiones que por lo general pueden generar la distracción del demandado, pero, por supuesto, en el fondo existe un objetivo particular”, explicó el experto. 

Para Martínez, además de la pretensiones marítimas y de expansión territorial de Honduras con sus vecinos, el común denominador en todos estos procesos es la sólida estrategia jurídica con la que ha optado por pedir mucho más, sabiendo que no va a lograr el 100 por ciento de sus solicitudes. Ha contratado a los mejores abogados en Derecho Internacional, quienes han hecho una defensa de sus propuestas a tal punto que han logrado que la Corte le otorgue entre el 40 y el 50 por ciento de lo pedido. Lo cual, de acuerdo con el experto, ya representa una gran victoria. 

La Corte Internacional de Justicia de La Haya definió, por solicitud de Nicaragua, los límites marítimos con Honduras y Colombia. Sin embargo, este país centroamericano recientemente anunció que buscará expandir su plataforma continental luego del fallo que el 12 de noviembre pasado le adjudico una porción de mar territorial que históricamente le pertenecía a Colombia. Lo que indica que, por lo pronto, las disputas con sus vecinos no se van a detener. 

“Nicaragua necesita de esas peleas con los vecinos por los problemas que tiene en su política interna”, explica Abello y luego agrega que este es un mecanismo sencillo para apaciguar las críticas internas, desviando la atención sobre los conflictos con las naciones vecinas. “Es más un tema de provocación hacia Colombia, para hacer un llamado a la unidad nacional y con eso la gente se le olvida cuales son los problemas que tienen”, concluye el experto.

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