De acuerdo con reportes internacionales, algunas personas con COVID-19 han presentado pérdida del olfato y del gusto de manera temporal.
“La disfunción olfatoria es la capacidad reducida o distorsionada para oler. Este fenómeno se conoce como anosmia e hiposmia. Por otra parte, la alteración y disminución de sensación del gusto durante la alimentación es conocida como ageusia e hipoageusia”, explicó José Alejandro Mojica, médico pediatra e infectólogo de enfermedades transmisibles del Ministerio de Salud.
Este fenómeno se ha evidenciado en los casos leves, moderados y asintomáticos de COVID-19 en Italia, donde el 64% de 202 pacientes con síntomas leves informaron trastornos de olfato. También en Irán, país asiático gravemente afectado por el COVID-19, se encontró que 59 de 60 pacientes hospitalizados, tenían el sentido del olfato alterado.
Otro estudio realizado en Francia, Italia, Bélgica y España, encontró que de un total de 417 pacientes con COVID-19 y sintomatología leve o moderada, el 85.6 % de ellos reportó reducción del olfato y gusto, y el 11.8 % manifestó que la disfunción olfatoria apareció antes que los demás síntomas.
Tras las evidencias recolectadas, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades infecciosas (CDC) incluyeron estas señales a su lista oficial de síntomas de COVID-19, con el fin de ayudar a los médicos y pacientes a comprender mejor quién podría estar enfermo por el nuevo coronavirus.
A la par, grupos científicos han invitado a la comunidad internacional a que incluya este trastorno en la infección del COVID-19. Sin embargo, dado el joven escenario que representa el nuevo coronavirus, se ha decidido reunir más evidencia al respecto.
Cabe resaltar que el sentido del gusto y el olfato están íntimamente relacionados y su alteración es un síntoma común en los adultos, aumentando con la edad.
“Debido a la inflamación de la mucosa, la obstrucción nasal y la alteración de los receptores del olfato, los pacientes experimentan una pérdida temporal del olfato durante las infecciones víricas de las vías respiratorias superiores y en algunos casos, estas alteraciones olfatorias pueden persistir incluso durante años”, recalcó Mojica.
Sin embargo, las investigaciones también resaltaron la posibilidad de mejoría del olfato y gusto con el pasar de los días o semanas en pacientes que tienen o tuvieron COVID-19.
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