Después de un trabajo de investigación realizado por más de un año por hombres de Antinarcóticos de la Policía y la Fiscalía, se pudo determinar la ubicación de una vivienda en el barrio Casa Loma, en la localidad de Usme, al sur de Bogotá.
Allí los uniformados, al ingresar, hallaron 338 kilogramos de permanganato de potasio, 1000 kilogramos de pirolusita, 1.246 galones de thinner, y 199 galones de hipoclorito, sustancia química esencial en la producción de clorhidrato de cocaína.
Estas sustancias químicas controladas estaban listas para ser procesadas y fueron destruidas en el lugar.
Reciba noticias de El Universal desde Google News Así mismo, las autoridades lograron establecer que una vez se finiquitara el proceso de extracción y procesamiento de permanganato de potasio, este iba a ser enviado a laboratorios clandestinos de cocaína ubicados en zona rurales del departamento del Meta, Vichada y Guaviare, donde alcanzaría un potencial productivo de más de dos toneladas de clorhidrato de cocaína mensual.
“Con la inhabilitación de este laboratorio afectamos las finanzas del narcotráfico en unos 4 mil millones de pesos”, indicó el general Ricardo Augusto Alarcón, director de Antinarcóticos de la Policía, quien además resaltó que es la primera vez que se destruye un laboratorio de este tipo en una zona urbana.
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