Un incremento sustancial en las sanciones económicas cuando se presenten incidentes de tránsito sin lesionados, y el aumento de la pena mínima por accidentes en los que resulten personas heridas o muertas para evitar la excarcelación son los dos pilares sobre los cuales se construiría una legislación orientada a impedir, en lo posible, que más personas sigan manejando vehículos bajo los efectos del alcohol o sustancias sicoactivas.
Que se sienta en el bolsillo
El proyecto de ley que un grupo de senadores radicará, posiblemente la próxima semana, establecería que si bien el solo hecho de manejar borracho no generará cárcel, sí será causal para la retención del vehículo, y su conductor deberá "pasar su borrachera" en un centro de retención especial, y además, tendrá que pagar de su bolsillo una fuerte sanción económica.
"Pensamos golpear de manera contundente a los que conducen irresponsablemente. Primero, como implican un peligro al rodar ebrios, entonces por seguridad de la ciudadanía y de él mismo, retenerlo hasta cuando se establezca que pasó el estado de ebriedad. Y en segunda medida producir una penalidad muy alta en materia contravencional que no libera el vehículo hasta tanto no la pague", explicó la senadora por el partido Cambio Radical Daira Galvis Méndez.
Ella es una de las integrantes de la comisión especial nombrada por el presidente del Senado, Juan Fernando Cristo, para unificar los proyectos de ley que se han presentado al legislativo sobre esta materia.
Antecedentes penales
Y aunque la propuesta de la cárcel para quien maneja con tragos no parece tener ambiente, especialmente por la oposición de la Fiscalía General de la Nación, el senador del Movimiento Mira, Carlos Alberto Baena, insiste en que sería importante que por lo menos la sanción genere algún tipo de antecedente penal que, por sus implicaciones en la vida laboral o para postularse a cargos de elección popular, por ejemplo, "haga pensar a las personas si es conveniente tomarse un trago cuando están conduciendo". Y agrega, "nuestra argumentación es que hemos agotado todo: desde medidas administrativas, multas, sanción pedagógica, cátedra de seguridad vial y obligación de la prueba de alcoholemia. Todo se ha agotado y no ha funcionado. Entonces la generación de un antecedente penal podría ser el último recurso".
Si hay lesiones, habrá cárcel
El borrador del proyecto que han estudiado los senadores comisionados para presentar la iniciativa contemplará el aumento de la pena mínima de prisión para un conductor, que manejando ebrio, ocasione lesiones o la muerte de una o más personas de manera culposa. El objetivo de este incremento de la pena mínima es evitar que este delito sea excarcelable.
En la actualidad, la pena para las lesiones y muertes culposas relacionadas con incidentes de tránsito es menor a cuatro años, lo que la hace excarcelable.
El proyecto, como lo señaló una fuente que ha estado cercana a la discusión de la comisión, busca una modulación de las penas y sanciones de acuerdo con las circunstancias en que se presenten los incidentes de tránsito.
Mensaje de urgencia
La comisión de senadores busca que este proyecto pueda ser tramitado con mensaje de urgencia por parte del Presidente de la República.
Esto permitiría que los debates se den en sesiones conjuntas de las comisiones y plenarias del Senado y la Cámara de Representantes, agilizar el proceso de discusión y pueda ser sancionado cuanto antes para su reglamentación y puesta en práctica.
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