Los militares condenados por delitos de lesa humanidad gozarían de privilegios en sus sitios de reclusión, y algunos no sólo habrían sido ascendidos de grado, sino que continuarían cobrando salarios, denunció este lunes la revista Semana de Bogotá.
Según Semana, “por años la cárcel insignia de las Fuerzas Armadas, el Centro de Reclusión Militar (ubicado en el fuerte) de Tolemaida ha parecido más un club de descanso que una cárcel de alta seguridad”.
“Muchos de los 269 oficiales, suboficiales y soldados que pagan allí por homicidios, masacres, torturas y secuestro, entraban y salían como Pedro por su casa, tienen negocios dentro y fuera de la prisión y no viven en celdas sino en cabañas”, precisó el semanario.
“Muchos de ellos siguen recibiendo sueldos y otros beneficios, pese a tener en firme condenas que llegan hasta los 40 años. Hay hasta presos que pasaron vacaciones en (la isla caribeña de) San Andrés y en (el puerto de) Cartagena”, subrayó la misma fuente.
Aunque el gobierno y los mandos del Ejército han manifestado que se tomaron medidas para erradicar la situación, algunos internos dijeron a la revista que esas decisiones serían transitorias.
Según estos, habría personas de alto nivel interesadas “en mantener en mejores condiciones a quienes se untaron directamente las manos en tácticas de guerra sucia”, en referencia a los condenados por delitos de lesa humanidad.
Las denuncias obligaron al ministro de Defensa Rodrigo Rivera y al comandante del Ejército, general Alejandro Navas, a desplazarse de urgencia este lunes hasta el fuerte de Tolemaida, a su vez el centro de entrenamiento militar más importante del país.
En conferencia de prensa, Navas admitió que si bien “se encontró que se estaban cometiendo irregularidades en el penal, desde hace tres meses se adoptaron medidas para corregir esa situación”.
El Ejército solicitó que una comisión de la Procuraduría y la Dirección carcelaria (Inpec) realice visitas periódicas de verificación a los centros de reclusión militar, indicó.
Las fuerzas militares de Colombia combaten desde hace más de 40 años a las guerrillas izquierdistas y a los grupos narcotraficantes.
En los años recientes, han sido golpeadas por denuncias de violaciones a los derechos humanos de la población civil, especialmente en el caso de ejecuciones extrajudiciales de jóvenes que eran presentados como guerrilleros muertos en combate para obtener a cambio prebendas, como felicitaciones o días libres.
Colombia
Privilegios en reclusión para militares condenados
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