Colombia


¿Qué efectos políticos podría tener el referendo que busca revocar la JEP?

Analistas creen que la iniciativa puede servir al partido de Gobierno como plataforma de campaña para las elecciones regionales de octubre.

COLPRENSA

17 de junio de 2019 05:22 PM

Desde la semana pasada el comité de ciudadanos que lidera un referendo para revocar la Justicia Especial para la Paz (JEP) y reformar las altas cortes ya recoge firmas para avanzar en su llamado a las urnas. El grupo que convoca se denomina Libertad y Orden y tiene como una de sus cabezas visibles al periodista Herbin Hoyos, quien ha sido un duro crítico del acuerdo de paz entre la extinta guerrilla de las Farc y el Estado colombiano.

Su iniciativa ya ha recibido el apoyo público de miembros del Centro Democrático, el partido político de Iván Duque.

El senador y expresidente Álvaro Uribe fue uno de los primeros políticos activos en dar su espaldarazo al referendo, alegando que existen altos niveles de impunidad en la justicia colombiana, y trajo como ejemplo el caso de las objeciones a la ley estatutaria de la JEP. Uribe recordó que el Presidente pidió revisar seis puntos específicos, pero su intención fue negada por la Corte Constitucional.

Otros miembros del Centro Democrático sumaron su apoyo al referendo que revocaría la JEP, por lo que la pregunta que queda en el aire es si el presidente Duque le caminará a esta propuesta o si se mantendrá aparte.

Para el analista político Ancízar Marroquín, al Jefe de Estado no le quedan muchas alternativas en este momento, por lo que es probable que respalde el referendo, aunque sin comprometer demasiado su capital político, dejando esa posición de respaldo público al referendo a su partido, el Centro Democrático.

“Por ahora no sabemos si esta fue una iniciativa espontánea de Herbin Hoyos y un grupo de ciudadanos y que luego el Centro Democrático apoyó, o si ocurrió lo contrario y existía un trabajo previo, organizado desde el propio partido. Pero lo cierto es que en ambos casos termina por beneficiar a Duque y Uribe porque si el referendo avanza y se aprueba, ganan, porque ellos quieren modificar la JEP y esa fue una promesa de campaña. Pero si se cae y no pasa nada, no se ven afectados porque la cabeza visible es Herbin Hoyos”.

Sin embargo, Marroquín está convencido de que esta coyuntura es más un golpe de suerte que otra cosa. Un golpe de suerte muy bien aprovechado.

“Hay varios temas que ayudaron. El tema de las objeciones, el tema de la llegada de Santrich al Congreso, el tema de que ni Iván Márquez ni el Paisa están haciendo presencia en la JEP, todos esos temas permitieron que haya ambiente para proponer un referendo porque se volvieron temas de coyuntura, temas calientes. Y ese ambiente no puede llegar en mejor momento para Duque y su partido porque se acercan las elecciones regionales y el Centro Democrático necesita una bandera que lo lleve al triunfo en las urnas y este tema les cayó como anillo al dedo”.

Una postura similar tiene el abogado Fernando Gómez, quien también cree que Duque y su partido llegan muy debilitados a las elecciones de alcaldes y gobernadores de octubre próximo, lo que lo obliga a estar de lado del referendo que busca revocar la JEP.

“Esa fue una de sus banderas de campaña, la llamada paz sin impunidad, pero lo cierto es que se le ha hecho agua. No ha podido avanzar y esta coyuntura es una forma de darle aire a su Presidencia y lograr buenos números en las elecciones regionales. Lo cierto es que en el Centro Democrático no tienen muchos resultados qué mostrar y al volver a tomar estas banderas de una paz mejor se reencauchan de nuevo, como ocurrió con la campaña del No, en el referendo del 2016”, dijo Gómez.

Por otro lado, Juan Manuel Charry, experto constitucionalista, no cree que el Presidente vaya a acompañar la iniciativa.

“Duque ha sido muy claro en cuanto a lo que quiere con la implementación del acuerdo de paz. Él ya aceptó que ese acuerdo existe y que debe sacarse adelante, lo que pasa es que tiene una idea clara de qué tipo de implementación hay que llevar a cabo. De allí que haya devuelto el texto de la ley con las seis objeciones, todas muy puntuales. Creo que él seguirá pegado a la institucionalidad, trabando desde el Ejecutivo y de la mano con el Congreso”.

Charry dice que lo complejo de la situación de Duque es que no tiene mayorías en el Congreso y que planteó mal su relación con los legisladores al inicio de su gobierno.

“Yo siento que en la Casa de Nariño se dejaron presionar por la oposición y se intentó formar un gabinete muy técnico, que no supo relacionarse bien con el Congreso. Y también estuvo el tema de la mermelada, que tanto le molesta a la opinión pública. Duque debe revisar eso y mejorar su relación con senadores y representantes para poder tener mayor gobernabilidad y así hacer los ajustes que él considera”.

Por el momento, las versiones oficiales, la más reciente entregada por la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez, hablan de que Duque y su Gobierno no van a acompañar a los ciudadanos de Libertad y Orden en el desarrollo del referendo. La Vicepresidenta incluso dijo desconocer el proyecto y aseguró que los esfuerzos del Ejecutivo están puestos en reducir los niveles de corrupción en el país.

¿Qué busca el referendo?

Según Herbin Hoyos, uno de los promotores del referendo, el objetivo es la derogatoria de la JEP y la creación de una nueva sala especial, que provenga de la Corte Suprema de Justicia, que se encargue de los casos que tienen que ver con el conflicto. El referendo además busca revocar las altas cortes, esto en rechazo a medidas como la prohibición temporal de la extradición de Jesús Santrich y el rechazo a las objeciones a la JEP hechas por Iván Duque.

También se quiere modificar el Congreso de la República y reducirlo de 280 miembros a 160, es decir 80 congresistas en Cámara y 80 en Senado. Para que el referendo pueda ser convocado, los promotores necesitan recolectar 1’853.083 firmas en los próximos seis meses. Para ser aprobado, el referendo necesitaría el voto de más de 9,2 millones de ciudadanos.

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