Este martes el Gobierno de Estados Unidos, bajo el liderazgo del presidente Joe Biden, confirmó que retiró de su lista de grupos terroristas del mundo a las antiguas guerrillas de las Farc e incluyeron a las disidencias de Iván Mordisco y Gentil Duarte, y la Nueva Marquetalia que comanda Iván Márquez. Lea: EE.UU. retira oficialmente a las Farc de su lista de grupos terroristas
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, afirmó que la inclusión de los nuevos grupos armados ratifica el compromiso del Gobierno en luchar contra quienes hacen terrorismo.
Días atrás, medios de comunicación nacionales e internacionales habían informado de la decisión que se tomaría, luego de que el portavoz de la Casa Blanca, Edward Price, confirmó que después de haber evaluado la situación actual, el Gobierno norteamericano ya había tomado la decisión de retirar al antiguo grupo guerrillero.
Respecto a la decisión, el presidente de la República, Iván Duque Márquez, afirmó que la medida enuncia que las personas que fueron miembros de las Farc y que tengan procesos judiciales en Estados Unidos continuarán su procedimiento, también confirmó que no se les otorgarán visas.
“Aquí lo importante no es la lista, es seguir enfrentando a esas estructuras con todo el dinamismo y capacidad, y que las personas que están en proceso de sometimiento ante la Justicia Especial para la Paz, JEP, realmente digan toda la verdad y que hayan sanciones efectivas. Esa es la conversación real y por supuesto del lado nuestro, con esta información emitida por Estados Unidos la entendemos, respetamos pero hubiéramos preferido otra decisión”, afirmó Duque a los medios de comunicación.
¿QUÉ IMPLICACIONES TENDRÁ LA DECISIÓN?
Respecto a las incidencias que tendría la decisión en el país, el analista y columnista John Mario González, aseguró que estas implicaciones no serían tan grandes y trascendentales desde el punto de vista formal, esto debido a la continuación de grupos armados como la disidencias de las Farc, el ELN y el Clan del Golfo, entre otros, que evidentemente generan la “representación” colombiana en la lista de Estados Unidos.
“Simbólicamente sí es importante, toda vez que es una revalidación del espaldarazo y apoyo que ha brindado Estados Unidos a los acuerdos de paz y es un certificado de que los desmovilizados sí han cumplido para ese país. Adicionalmente, podrá Usaid u otras agencias de cooperación que reciben recursos de cooperación y asistencia técnica de Estados Unidos contribuir al financiamiento de iniciativas de paz donde hagan presencia las Farc”, expresó el analista González.
Para el internacionalista Luis Felipe Vega, esta decisión evidencia ‘un saludo a la bandera’, destacándola como una jugada que estaría haciendo el presidente Biden para demostrar un fortalecimiento del proceso de paz, esto debido a que, según Vega, el partido Republicano estaría haciendo presiones.
“Están presionando para que se recomponga la discusión interna de Norteamérica sobre el enemigo del terrorismo en el hemisferio, el comunismo y los enemigos de la libertad y la democracia”, expresó Vega.
En temas de financiación, el internacionalista Vega cree que Estados Unidos no va a invertir en proyectos de excombatientes de quienes podrían mantener una posición aséptica debido a las condiciones de la política exterior norteamericana.
“Esa política siempre ha tenido esa caracterización, no mantienen relaciones con aquellos que consideran terroristas y con aquellos que consideraron terroristas, ahí no va haber inversión alguna, puede que haya inversión para el fortalecimiento institucional”, afirmó Vega.
Anteriormente había una restricción de Estados Unidos en apoyar proyectos en donde estuvieran participando excombatientes, esto debido a que las antiguas Farc eran consideradas como un grupo terrorista, con el posible cambio las agencias de cooperación podrán involucrarse efectivamente en proyectos productivos de desmovilizados.
Reciba noticias de El Universal desde Google News Fue evidente el cambio de opinión del presidente de la República, Iván Duque Márquez, en antes querer modificar los acuerdos y al final terminar por acatarlos, demostrando los avances de su política pública paz con legalidad, según el analista Gonzáles, quien explicó que desde el mismo momento en el que Duque se dio cuenta que al querer modificar los acuerdos estaba mal encaminado, además de cómo hubiera quedado su imagen a nivel internacional.
“A tan pocos meses de terminar su mandato y al ver que se evitan problemas avanzando en la implementación de la paz, entonces puede que el presidente omita los esfuerzos por corregir lo que fue mal concebido en La Habana”, expresó González.
Para el internacionalista Vega, esta situación era evidente, ya que el acuerdo no tenía vuelta atrás. Sin embargo, expresó que podría venir un problema con la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, quienes tendrían que producir una verdad suficiente que garantice una ruptura de la polarización de la población.
“El presidente tiene el apoyo del Gobierno Biden, porque es una situación en donde Colombia es su principal aliado en el hemisferio”, expresó Vega.
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