Colombia


¿Qué pasará con las relaciones entre Colombia y Venezuela?

Esta semana la situación retornó a punto álgido con el anuncio hecho por el Consejo permanente de la OEA, de convocar una reunión de cancilleres para evaluar la posible activación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR).

COLPRENSA

14 de septiembre de 2019 07:18 AM

Luego de que la crisis política y económica venezolana parecía haber perdido interés a nivel internacional y que Colombia, en cabeza del presidente Iván Duque, había quedado sola en la lucha contra el fenómeno de migrantes y en la puja para que Nicolás Maduro salga del poder, esta semana la situación retornó a punto álgido con el anuncio hecho por el Consejo permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), de convocar una reunión de cancilleres para evaluar la posible activación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR).

Nuevamente Colombia tomó la vocería en uno de los principales organismos multilaterales de la región y expuso pruebas que demostrarían que Maduro ha estado apoyando al nuevo grupo disidente de las Farc, liderado por ‘Iván Márquez’ y ‘Jesús Santrich, así como al ELN y otros Grupos Armados Organizados, con el objetivo de desestabilizar políticamente al Gobierno colombiano. Esto produjo que 11 países más apoyaran dar el primer paso para activar el TIAR.

Sin embargo, aunque el país recibió el apoyo de 11 países, para implementar el tratado hace falta un camino largo. Mientras tanto, el mismo secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, pidió a Duque y a Maduro entablar un diálogo para intentar resolver el conflicto entre ambos países. Esto, luego de que el dirigente venezolano militarizara la frontera entre ambas naciones, argumentando riesgos para la seguridad.

Duque, por su parte, rechazó esta posibilidad y aseguró que el único Gobierno legítimo que reconoce es el del presidente interino Juan Guaidó. “Cuando uno dialoga es para acercarse a la posición del otro y buscar puntos de encuentro. Nosotros somos un país que defiende la democracia, que defiende los valores de la Carta democrática Interamericana y Nicolás Maduro es el enemigo de la democracia, es el enemigo de la carta democrática y, además, es una persona que está violando las propias normas de la ONU cuando auspicia terroristas”, señaló.

Para el analista Mauricio Jaramillo, esta posición va a generar otra desactivación o parálisis de la situación, debido a que es muy difícil mantener ese discurso activo contra Venezuela, porque los estados tienen problemas internos y mantener este tema vigente en la región es muy costoso, si bien se logró conseguir 11 votos para dar el primer paso hacia el Tiar.

“Creo que va a haber una reducción de esas tensiones y vamos a volver un poco al estancamiento, hasta que Colombia decida negociar directamente con Maduro, pero ahí hay una contradicción del Gobierno colombiano, porque dice que no reconoce a Maduro, pero lo denuncia y eso es admitir su mandato”, agregó Jaramillo.

El experto señaló que si bien se obtuvo una votación amplia en la OEA, todos los organismos multilaterales, incluyendo este, se basan en el principio de reconocer la contraparte y buscar salidas dialogadas antes de activar tratados como el Tiar o permitir intervenciones militares, como lo hizo la ONU.

Jaramillo manifestó que va ser muy difícil para Colombia sostener esa postura de “nosotros no vamos a negociar, porque ese señor es un usurpador”, debido a que política y jurídicamente es muy difícil. Además, no es una nación del peso de una potencia como Estados Unidos para exigir a otros países. Agregó que pese a que se reconoce a Guaidó por parte de Duque, quien en realidad tiene el control de las Fuerzas Militares venezolanas es Maduro. “La paz se hace entre enemigos, no con amigos”.

En este sentido, señaló que la relación entre ambos países, posiblemente, caerá en una degradación paulatina, como ocurrió entre Hugo Chávez y Álvaro Uribe en 2008, cuando hubo enfrentamiento en el Consejo permanente de la OEA y en una cumbre de Unasur, pero en el Grupo de Río todo terminó resolviéndose.

Jaramillo recordó que lo peor que puede pasar, y que no se debe descartar porque es política, es la guerra, pese a que es poco probable, pero teniendo en cuenta que el presidente para el caso de Venezuela es inestable, tiene cambios de humor, está acorralado contra la pared y en un momento dado puede tomar una mala decisión. No obstante, en Colombia también hay voces que se alzan con el discurso de la guerra con mucha ligereza.

Por su parte, Ronald Rodríguez, experto en temas relacionados con Venezuela, señaló que estamos en el peor momento de la relación entre Colombia y el vecino país, porque la falta de comunicación entre los estados genera que poco a poco se vaya subiendo el tono y temas que en otras circunstancias se hubieran podido haber manejado con los equipos diplomáticos, en este momento es imposible hacerlo.

El analista agregó que esto hace que sea bastante difícil todo lo relacionado con Venezuela, porque por un lado el Gobierno colombiano no logra desligar el tema migratorio del deterioro democrático en ese país. Dijo que mantener esos dos temas casados genera una serie de dificultades grandes.

“Independientemente de que Venezuela viva a la sombra de la imagen de un régimen dictatorial, que ya pasó a ser reconocido así por la Ciencia Política, particularmente Colombia tiene una serie de dificultades al tratar de casar el problema que ha causado la migración con el tema político, porque se cree que si cae Nicolás Maduro se va resolver el problema de la migración y eso no es cierto”, señaló.

El experto argumentó que la migración es un fenómeno que es el resultado de 20 años de deterioro del sistema social y económico de Venezuela, y por esa razón no se va a restablecer rápidamente, lo que significa que los más 1.400.000 migrantes se van a quedar en Colombia, independientemente de que Nicolás Maduro continúe o no en el ejercicio del poder.

En este sentido, Rodríguez explicó que al no haber relación con el Gobierno de Maduro y Colombia, no se sabe el número de venezolanos reales que están saliendo de ese país, porque no hay servicio consular y de la misma manera, tampoco se puede proteger a los colombianos residentes en ese territorio por esa misma razón.

“Lamentablemente el presidente Iván Duque está cayendo en el discurso de pugnacidad del régimen de Nicolás Maduro, en el cual ha llegado a descalificar a la persona, de incluso hablar de las burradas de Maduro, lo cual no es propio de un jefe de Estado”, sostiene.

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