Colombia


Relación Duque-Ramírez: ¿unión, conveniencia o pacto político?

Pese a las distintas críticas que ha enfrentado la vicepresidenta, el jefe de Estado parece ratificar su apoyo a la mandataria otorgándole mayor responsabilidad. Hablan expertos.

COLPRENSA

24 de julio de 2020 08:30 PM

La vicepresidenta Marta Lucía Ramírez no deja de ser noticia por algunas de sus acciones o declaraciones. Recientemente, subió a las redes sociales un video en el que el presidente Iván Duque se refiere a la senadora opositora Aída Avella en un tono que muchos han calificado como despectivo, sin embargo, más allá de la controversia en la opinión pública, el hecho solo pasó a ser anotado como otro lapsus de la funcionaria.

Las constantes salidas en falso de la vicepresidenta han hecho que crezcan rumores alrededor de su relación con el presidente, en especial, con algunas de sus declaraciones. En entrevista con María Isabel Rueda, Ramírez aseguró que sus jefes siempre supieron que su hermano Bernardo fue condenado por tráfico de heroína en los Estados Unidos, menos el presidente Duque, quien al parecer se enteró del hecho cuando salió a luz pública, luego de 23 años.

Pero hasta en ese momento, que la misma Marta Lucía Ramírez calificó como doloroso, el mandatario de los colombianos salió a respaldar a su fórmula vicepresidencial, asegurando que quienes juzgaban por este hecho del pasado a la vicepresidenta solo pretendían ‘enlodarla’ y estaban cometiendo un acto de difamación. También se lanzó una estrategia de defensa en redes sociales a través de la cual los miembros del equipo de Gobierno manifestaron su apoyo.

Claudia Dangón, analista política, señala que lo que viene haciendo el presidente con estas acciones o con sus discursos de apoyo a la vicepresidenta es tratar de consolidar ese mensaje de unidad que se ha empeñado en promover durante la pandemia del Covid -19. Dice que mal haría como mandatario decir una cosa y en la práctica hacer otra al interior de su equipo, que es con el que está haciendo frente.

De hecho, dejando pasar el incidente con el video que mantuvo a la oposición enfurecida por varios días, el presidente lo que hizo fue otorgarle a la vicepresidenta la función de liderar el plan de formalización laboral en medio de la pandemia. También se creó la Consejería para la Vicepresidencia, con el objetivo de apoyar a la mandataria en los diferentes frentes que tiene a su cargo.

Dangón agrega que estos hechos muestran que ambos mantienen el pacto que hicieron al unirse para llegar a la Presidencia, pese a las diferencias que puedan tener frente a muchos aspectos. “La fórmula presidente-vicepresidente es casi un juramento que va más allá de las relaciones personales”, agrega.

“No creo que haya diferencias de fondo entre uno y otro. No creo que eso sea un asunto tan grave como para romper esas relaciones y además no pueden enviar un mensaje diferente al que viene construyendo el propio Gobierno, en relación con la unidad que hay que buscar. Creo que el Gobierno está concentrado en superar esta crisis en la que está sumido el mundo entero”, indica Claudia Dangón.

Por su parte, el analista político Carlos Media señala que lo que está sucediendo entre la relación de ambos líderes corresponde a un comportamiento lógico de un equipo de Gobierno, que entre otras cosas, requiere cerrar filas frente a cuestionamientos que se vienen haciendo a toda la administración, empezando por el mismo presidente, a quien todavía se le pide explicación sobre el supuesto ingreso de recursos provenientes de José ‘Ñeñe’ Hernández, investigado por tener relaciones con el narcotráfico.

En este sentido, Medina asegura que, independientemente de las diferencias que puedan tener entre ellos, necesitan mostrar una fuerte consolidación de equipo, que se respalda en los momentos más difíciles, que se tienen el uno al otro. Los desacuerdos, agrega, se resuelven con acuerdos internos, que solo podrían romperse en caso de alguna falta demasiado grave para alguno de ellos.

Si algo ha caracterizado al equipo de Gobierno frente a los escándalos de los que han sido objeto, ha sido el respaldo en redes sociales para contrarrestar el efecto de las críticas, tal y como lo hicieron con el escándalo que generó la revelación de que el hermano de Ramírez fue condenado por narcotráfico. En ese momento, el Gabinete salió a rechazar la condena pública contra la vicepresidencia por haber ocultado esta información a la opinión pública.

Pero los rumores de ruptura en la relación Duque-Ramírez también se originan en la aparente distancia que ha tomado el expresidente Andrés Pastrana de algunas decisiones del Gobierno. El líder natural del Partido Conservador no ha ocultado su molestia, en especial, con algunos nombramientos, pero más allá de eso deja entrever para muchos el descontento de la colectividad con el papel que han tenido en el Gobierno como parte de la administración.

Sin embargo, Andrés Fandiño, docente universitario y analista político, asegura que el expresidente Pastrana lo que hace es aprovechar las coyunturas políticas, pero no significa que ahí se pueda inferir una ruptura de relación entre Marta Lucía Ramírez y Duque. Dice que la vicepresidenta se mantiene firme, precisamente, por estar entre “dos corazones”: Álvaro Uribe y Andrés Pastrana.

Claudia Dangón comparte que la relación del presidente y la vicepresidenta no se afecta por lo que pase con Pastrana, porque para nadie es un secreto que el expresidente siempre ha tenido una posición crítica cuando cree que debe hacerlo, por lo tanto, pese a los rumores, esto no sería una señal de división con el Gobierno.

¿ASPIRACIÓN PRESIDENCIAL?

En medio del protagonismo que el presidente Iván Duque le venido dando a la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez, pese a los escándalos por distintos motivos, se especula que lo quepodría estar haciendo el mandatario es impulsarla a contrarreloj para que en las próximas elecciones llegue con suficiente capital político que le permita ocupar la silla principal de la Casa de Nariño.

Carlos Medina asegura que la vicepresidente ya debió entender que no tiene hacia futuro ninguna opción presidencial seria, por más respaldo político que pueda conseguir. “No creo que detrás de ella se pueda construir una unidad política que la pueda impulsar a la Presidencia”. Por el contrario, dice, lo que están construyendo hacia futuro son nuevos escenarios políticos de cara al próximo mandato presidencial debido a que, prácticamente, les queda un año para poder consolidar su legado.

La razón por la que se descartaría una eventual candidatura de Marta Lucía Ramírez a la Presidencia estaría relacionada con el golpe que ha sufrido su imagen con los últimos hechos en los que ha estado involucrada, en especial, el que tiene que ver con su hermano, condenado por narcotráfico debido a que gran parte de la opinión pública le condena la falta de transparencia al no informar, habiendo ocupado diferentes cargos públicos a lo largo de su carrera política.

Y es que, pese a que la vicepresidenta no cometió ningún delito, Bernardo Ramírez Blanco fue arrestado y condenado en Estados Unidos a cuatro años y nueve meses de prisión por tráfico de heroína, pero salió libre cuando Ramírez y su esposo le pagaron la fianza de 150.000 dólares.

No obstante, la vicepresidenta puede intentar recuperar su credibilidad durante el periodo que falta, con el objetivo de poder hacer parte del direccionamiento político de su partido a la hora de lanzar una candidatura Presidencial, pero eso dependerá de las acciones que realice en el marco de las funciones que tiene en el cargo y de la reorganización que está haciendo en su equipo de trabajo, que para muchos ha tenido parte de la culpa detrás de las salidas en falso de la mandataria.

Medina añade que la vicepresidenta tiene el equipo que ella misma decidió, sin embargo, asegura que el problema es que ella hace parte de un sector que tiene una política y por esa razón es consecuente con esos lineamientos que definió su sector para comportarse al interior del Gobierno.

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